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Argentina, el socio que no colabora con el Mercosur

Las importaciones argentinas continúan derrumbándose al compás de la recesión económica y de las restricciones al comercio aplicadas por el gobierno de Cristina Kirchner.

El año pasado la caída de las compras externas fue del 11% con respecto a 2013. Ese descenso se profundizó en el primer bimestre de este año: las importaciones se desplomaron 22%, según se desprende de los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Pero, más allá de las cifras globales, la paradoja es que quienes están siendo más afectados por las trabas son los países del Mercosur, el único bloque comercial al que pertenece Argentina. Brasil es, por lejos, el principal perjudicado. Las importaciones provenientes de ese mercado pasaron de un total de US$ 19.181 millones en 2013 a US$ 14.120 millones el año pasado, con una disminución del 26,3%.

«La caída de las importaciones desde Brasil en 2014 es mayor que la suma de todo lo que se importa desde Alemania, equivale a tres veces lo que se importa desde Italia o alrededor de cinco veces lo que se importa desde España», dijo a El País Marcelo Elizondo, titular de la consultora especializada en Comercio Exterior, Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).

El desplome del comercio ya generó represalias desde Brasilia. El 24 de marzo pasado, el gobierno de Dilma Rousseff decidió suspender las importaciones desde Argentina de peras, manzanas y membrillos bajo el argumento de haber detectado la plaga carpocapsa en 15 embarques.

Las compras argentinas a Uruguay también cayeron más que el promedio. El año pasado sumaron US$ 446 millones, por debajo de los US$ 527 millones registrados en 2013, lo que representa una caída del 15,3%.

Si bien las ventas externas de productos minerales -el principal segmento de exportación desde Uruguay a Argentina- registraron una leve disminución, las trabas afectaron con fuerza a otras áreas.

«Argentina limita más las importaciones de bienes de capital, bienes intermedios, piezas y partes, pero no afecta a minerales que necesita para procesos de abastecimiento en general», señaló Elizondo.

Según datos del Instituto Uruguay XXI, los tres principales rubros de exportación desde Uruguay hacia Argentina en 2014 fueron, en nivel de importancia, autopartes, papel y cartón y vehículos.

En el primer caso, en el cierre del año pasado, las ventas cayeron 20% en la comparación con 2013. Las ventas fueron por US$ 90 millones, frente a US$ 112 millones de 2013.

En papel y cartón, se produjo un aumento interanual de 5,6%. A su vez, las ventas de vehículos mostraron un descenso importante, ya que la caída interanual fue de 50,9%, al pasar de US$ 93 millones en 2013 a US$ 46 millones en 2014.
Los beneficiados.

A contramano de lo que sucede con los socios del Mercosur, Estados Unidos ha sido el país que registró un mayor crecimiento nominal de sus exportaciones a Argentina durante el año pasado. Las ventas externas estadounidenses se incrementaron con respecto a 2013 en US$ 882 millones, un alza del 11%.

Los otros países que lograron aumentar sus envíos son aquellos que están cubriendo el vacío dejado por el retroceso de la producción energética en Argentina desde 2004 y la pérdida del autoabastecimiento desde 2011.

De hecho, las importaciones totales de energía sumaron el año pasado US$ 10.142,1 millones, casi 21 veces más que diez años atrás.

En ese marco, Bolivia, el principal exportador de gas a Argentina, incrementó el 13% sus envíos durante el año pasado. Nigeria, Argelia y Arabia Saudita son otros de los países que aumentaron sus exportaciones de energía, combustibles y petróleo.

«Decisiones políticas impiden flujo comercial con algunos países y, a la vez, efectos de los problemas energéticos llevan al alza en otros. Si se suman los bienes intermedios (insumos), piezas y partes, y bienes de capital (inversión), la actividad económica trabajó en 2014 con US$ 7.100 millones de recursos menos que en 2011. Se trata de una crucial afectación de la capacidad de producción argentina», dijo Elizondo.

Ese escenario amenaza con mantenerse sin grandes cambios durante 2015. Sin acceso al mercado voluntario de deuda por el conflicto irresuelto con los fondos buitre y con una inversión extranjera negativa, la única fuente genuina de ingreso de dólares a Argentina es el saldo comercial.

Con las exportaciones en caída por el atraso cambiario, el descenso del precio de la soja y el freno de la economía brasileña, todo indica que las restricciones a las importaciones se acentuarán este año para que no se deteriore aún más el superávit del comercio exterior.

«El gobierno priorizó estabilizar el nivel de reservas a costa de la actividad económica, y los importadores son principales afectados por esa estrategia. El gran problema es que las exportaciones seguirán cayendo durante este año y eso obligará a ajustar todavía más las trabas a las importaciones, excepto las energéticas, para evitar una crisis en la balanza de pagos. En ese escenario, el PIB tendrá una caída similar a la de 2013, en torno al 2%», dijo Martín Polo, economista jefe de la consultora Analytica.
Uruguay y los otros socios

Además del mal relacionamiento comercial con Argentina a raíz de políticas proteccionistas adoptadas por el gobierno kirchnerista desde hace varios años, la situación de las exportaciones uruguayas con el resto del bloque tampoco es buena. Según el Instituto Uruguay XXI, las colocaciones externas en Brasil descendieron 5,8% en el 2014 en comparación con 2013.

El mal resultado también se observó con Venezuela, donde las ventas cayeron 8,2% en la comparación interanual. Además, según datos de la Unión de Exportadores (UEU), también se registró una caída de las exportaciones hacia Paraguay. En ese caso, el descenso de las ventas con el otro socio del Mercosur se ubicó en 16,1% en el cierre de 2014, en la comparación interanual.

EL PAÍS

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