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Caos de tránsito en Londres por un paro de empleados del subte

La capital británica vivió una caótica jornada por una huelga de 48 horas de los empleados del subte en protesta por el despido de casi mil trabajadores debido al cierre de ventanillas de atención al público y su sustitución por máquinas para la venta de boletos.

La medida de fuerza, que afecta a los tres millones de personas que usan el principal medio de transporte de Londres, empezó ayer a las 20:00 (17:00 de Argentina) y terminará mañana a esa misma hora.

Los usuarios del subte se vieron forzados a modificar su trayecto hasta el trabajo y optar por medios alternativos de transporte, como la bicicleta, que fue el más popular, aunque muchos sacaron el auto y otros optaron por usar alguno de los 8.000 colectivos que funcion en Londres, que aportó más de 200 servicios extra.

La huelga paralizó parcialmente los servicios del subte, que en Londres está gestinado conjuntamente por una empresa pública y otra privada, London Underground (LU), que se encarga del mantenimiento.

El paro fue convocado por el Sindicato Ferroviario, Marí­timo y de Transporte (RMT, por sus siglas en inglés) debido al achique planeado por LU, que incluye 260 oficinas de venta de boletos y la supresión de 950 puestos de trabajo en 2015.

El objetivo, aduce LU, es ahorrar unos 50 millones de libras esterlinas (81 millones de dólares) al año, bajo el pretexto de que apenas el 3% de los boletos se venden en las ventanillas, ya que casi todos los usuarios utilizan la tarjeta electrónica Oyster, que cargan en las máquinas de las estaciones.

Durante toda la jornada muchos ciudadanos se amontonaron en las bocas de las estaciones en las que las lí­neas operaban servicios mí­nimos, mientras que el tráfico en las calles de la ciudad aumentó considerablemente, informó la agencia de noticias EFE.

La lí­nea de subte Central, que conecta el centro de Londres con el parque olí­mpico de Stratford (este) una de las más concurridas, estará inactiva, al igual que la Waterloo & City Line, la más corta, que transporta pasajeros desde el Big Ben hasta la City (área financiera).

El resto de lí­neas que cruzan Londres por el subsuelo -como la Bakerloo, la Victoria, la Norte o la Picadilly- ofrecieron un servicio reducido.

Mañana, la segunda jornada del paro coincidirá con la recvancha de la semifinal de la Liga de Campeones entre el Chelsea y el Atlético de Madrid, que se disputará en el estadio londinense de Stamford Bridge.

Los servicios mí­nimos planificados garantizan únicamente cinco trenes a esa hora en la parada de subte más cercana al estadio del Chelsea, insuficiente para garantizar el transporte a los cerca de 42.000 seguidores que asistirán al encuentro.

Subiendo la apuesta, el sindicato RMT, que ya había protagonizado un paro en febrero pasado en contra del plan de ajuste, ya convocó a otra huelga que comenzará el próximo 5 de mayo y durará tres días.

TELAM

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