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CÓMO DEJAR ATRÁS LA ONICOFAGIA O EL MAL HÁBITO DE COMERSE LAS UÑAS

A menudo y cada vez con más frecuencia vemos mujeres que siempre están escondiendo sus manos por la vergüenza de tener las uñas mordidas al punto de llegar a lastimarse. A ese mal hábito se le llama onicofagia. Esta puede llegar a ser una enfermedad de carácter psicológico que puede requerir ayuda profesional, ya que la persona que lo padece puede llegar al extremo de retirar sus uñas hasta dejar la piel al descubierto.

En mi experiencia como especialista de uñas esculpidas he visto innumerables casos de mujeres que utilizan sus uñas como ansiolítico, pero… ¿serán conscientes realmente del daño que se están causando? No solo lastiman su imagen, ya que las manos son nuestra tarjeta de presentación, sino que también afectan su salud.

A continuación indicaré algunos de los daños que puede causar en nuestra salud el mal hábito de comerse las uñas:

• El morderse las uñas puede afectar la habilidad de sujetar objetos con las manos y el sentido táctil por el dolor que se siente por la pérdida de la uña.

• Podemos contraer infecciones debido a la transmisión de hongos y bacterias vía oral, ya que las uñas son un foco activo de estos microorganismos. También podemos causarnos heridas por las mordeduras, en algunos casos llegando al borde de la tercera falange.

• Se produce un desgaste en los dientes producto de los constantes golpes que se crean entre ellos al morder. Esto produce un desgaste en la zona y en la sensibilidad de las piezas dentales.

• Como si esto fuera poco se puede desarrollar una maloclusión dental y su consecuente problema para masticar.

• La uña se deforma de forma irreparable; en algunos casos ni siquiera vuelve a crecer.

• Emocionalmente, las personas que se comen las uñas ven afectada la seguridad en sí mismas ya que cada vez son más altos los estándares estéticos a nivel mundial. Una mujer que se come las uñas muestra inseguridad en sí misma al tener que esconder siempre sus manos por vergüenza. Eso indiscutiblemente la afecta hasta en el ámbito laboral, ya que nuestra imagen es muy importante a la hora de asistir a una entrevista.

Es muy importante recalcar que la onicofagia es la consecuencia de diferentes cuadros emocionales: ansiedad, estrés, depresión, inseguridad. Es fundamental llegar al origen de dicho hábito; es decir, lo que desencadena en la persona comerse las uñas. Esto solo se puede lograr en la consulta con un psicólogo y que él determine el origen y pueda solucionar el problema.

En el 2012, La Asociación Americana de Psiquiatría re-clasifico el hábito de morderse las uñas como un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC por sus siglas en inglés) junto con otras formas de “grooming patológico”. Pero para la mayoría de las personas morderse las uñas es simplemente el resultado de aburrimiento o estrés.

Lo más importante es tomar conciencia o ver ante que situaciones concretas la persona no puede evitar morderse las uñas.
¿Cómo eliminar de nuestra vida la onicofagia? Existen muchísimas formas de eliminarlas. Las que con más frecuencia son utilizadas son los esmaltes con sabores amargos o incluso colocando ají en los dedos. Pero esto lo único que logra es detener el hábito, no eliminarlo.

Existen otras técnicas que ayudan mucho, como por ejemplo:

• Colocar banditas en las uñas o cinta aislante para evitar el contacto de las uñas con los dientes.

• Increíblemente, los sistemas de uñas esculpidas -ya sean en gel, acrílico, acrigel o resina- ayudan de forma drástica a que la clienta elimine de su vida este hábito, ya que estos sistemas son tan firmes que es imposible morderse las uñas.

Al verse las manos con las uñas largas (así sea un largo mínimo) y una hermosa decoración ya sea minimalista (francesita) o exuberante, se logra en cierto modo recuperar la seguridad en sí misma y haga hasta lo imposible por mantenerlas así, hermosas, cuidadas y sanas. Ocurre que es indiscutible que una mujer con las manos arregladas y las uñas cuidadas es una mujer muy seductora y sensual.

Fuente: emedemujer.com

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