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Como un uruguayo más

Exprisioneros están en una casa del PIT CNT; salieron a recorrer la rambla y 18 de Julio

Los seis liberados de Guantánamo salieron ayer por primera vez a caminar por Montevideo.

Luego de años en prisión, torturas reconocidas por la CIA y grilletes en los tobillos, sintieron en la cara el aire primaveral que surcó las calles de la capital. Con lentes de sol y ropa a estrenar, recorrieron su nuevo barrio e hicieron mandados. Fueron a la rambla y caminaron, sin llamar la atención de nadie, por la avenida 18 de julio. Cada uno hace su proceso interno ylos eatados de ánimo no son iguales, según supo El Observador de allegados a los refugiados.

Los seis están alojados desde ayer en una casa proporcionada por el PIT-CNT, que será su hogar durante estos meses.

A ese lugar llegaron ayer de mañana luego de recibir el alta médica que les permitió abandonar el hospital Militar donde habían sido examinados y recibieron los primeros tratamientos médicos. Todos están bastante bien de salud y a uno, el que llegó en silla de ruedas, se le revisó la columna vertebral por una dolencia que arrastra de años. Tiene dificultades para caminar y lo hace ayudado con muletas.

En las primeras horas en su nuevo hogar se les vio sonreir, según pudo comprobar El Observador, que los ubicó en la ciudad, a pesar de la reserva con que las autoridades de gobierno y dirigentes sindicales manejaron el tema. Los refugiados prefirieron no hacer declaraciones y se limitaron a saludar con un gesto.

Dos de los ex presos de Guantánamo junto a un representante del PIT-CNT (camiseta roja).

Dos de los ex presos de Guantánamo junto a un representante del PIT-CNT (camiseta roja).

En la casa

Uno de los refugiados pidió para tomar mate. En Siria –cuatro de los seis refugiados son de ese país– es popular esa infusión, tanto como en el Río de la Plata.

Ahora visten ropa nueva, usan reloj pulsera, lentes de sol y al menos uno tiene lentes de aumento. El Ministerio del Interior les proporcionó un celular. En la casa en la que están alojados la ventana que da a la calle está abierta de par en par. También tienen aire acondicionado y banderas de Uruguay. Tienen una custodia policial permanente y con ellos se aloja un representante del PIT-CNT . En la esquina hay una parada de ómnibus. Vecinos y comerciantes del barrio no saben que en la casa de la esquina están los expresos de la base militar que EEUU tiene en Cuba y que el presidente Barack Obama quiere cerrar. Su colega José Mujica apoya la idea y por esa razón humanitaria aceptó recibir a esta gente.

Según supo El Observador, uno de los refugiados habla inglés y todos saben muy poco de español. Uno de ellos anota en una libretita palabras en castellano y las repite en voz alta para mejorar la pronunciación. Ya anotó gas, leche, heladera y fuego.

Para ellos, éstos son también los primeros días en que no tienen grilletes en los pies después de varios años. Incluso, según lo habían denunciado sus abogados, en el avión de EEUU que los trajo a Montevideo desde Guantánamo, se les encapuchó, les pusieron esposas y cadenas.

La casa del PIT CNT tiene tres cuartos, baño, cocina, living y un patio, según dijo ayer el dirigente Fernando Pereira al programa Pisando Fuerte, de Metropolis FM. Además del apoyo de la central obrera, Pereira dijo que una veintena de empresas ofrecieron puestos de trabajo para los refugiados.

La casa, cuya dirección El Observador mantiene en reserva, será el hogar de los exprisioneros hasta que reciban a sus familias, trámite que ya comenzó. Por ahora, los que viven allí son: Ahmed Adnan Ahjam, Ali Hussain Shaabaan, Omar Mahmoud Faraj,Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy, Mohammed Tahanmatan y Jihad Diyab.

EL OBSERVADOR

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