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El asesino del sable, un joven racista fascinado por Hitler

Sentía fascinación por Hitler y comulgaba con la extrema derecha. El joven de 21 años que el jueves mató a dos personas , vestido de Darth Vader con un sable, en una escuela sueca con un alto porcentaje de inmigrantes entre sus alumnos, tenía «motivaciones racistas».

La policía sueca hurga en la vida de este joven sin historial delictivo de la ciudad industrial de Trollhättan (sudoeste), con más de un 20% de población de origen extranjero.

El asesino pasó a la acción en un barrio pobre, en el que abundan la segregación social y el desempleo. Lo hizo en un colegio minado por el fracaso escolar.

Las fuerzas de seguridad, que lo mataron en el lugar del crimen el jueves por la mañana, no han revelado su identidad. Pero la prensa sueca asegura que se trata de Anton Lundin-Pettersson, nativo de la ciudad.

Este viernes por la mañana, los policías seguían registrando la casa de ladrillo de dos plantas de un barrio de clase media en la que vivía solo.

Para establecer el móvil, los investigadores se basan en los elementos hallados en la casa, «su atuendo y su conducta en el lugar del crimen», así como la elección de sus víctimas.

Hostilidad antiinmigrante

El hombre que mató a dos personas en la escuela de Suecia, país en primera línea en la acogida de migrantes, estaba animado según la policía por su odio a los extranjeros, en un contexto de creciente hostilidad en Europa hacia los refugiados.

Los partidos antiinmigración progresan en varios países europeos, los ataques contra los refugiados que llegan al continente se multiplican y los discursos se radicalizan cada vez más.

La policía alemana ha desbaratado proyectos de ataques contra centros de acogida de solicitantes de asilo, mientras que en Suecia se han registrado en lo que va de año unos 15 incendios en centros de este tipo, la mayoría de origen criminal.

Jóvenes, blancos, solitarios

Según la prensa sueca, las pruebas recabadas en el apartamento dan una idea clara de la ideología de este hombre cuyos conocidos describen como alguien educado y poco expresivo.

«Siempre iba vestido de negro o con ropa de camuflaje», comentó una persona de su entorno al diario Aftonbladet.

Anton Lundin-Pettersson era, al parecer, hostil al islam, xenófobo y partidario de la celebración de un referéndum sobre la inmigración, como pide el partido de los Demócratas de Suecia (el tercero con mayor representación parlamentaria).

Le gustaban las películas de guerra, las novelas de Stephen King y el rock duro. «Era un solitario. Jugaba a videojuegos, vivía en su mundo», contó un antiguo compañero de clase contactado por el diario Expressen.

La revista Expo, experta en la ultraderecha, añade que había publicado en su cuenta de YouTube varias películas sobre Adolf Hitler y el nazismo. Seguía páginas de Facebook que rinden culto al Tercer Reich. Un perfil similar al de otros jóvenes blancos, solitarios y racistas que se hicieron tristemente célebres con sus pasajes al acto.

En 2012, cuando todavía era estudiante, el joven sueco salió en la prensa local por llegar, con un compañero, a la final de un concurso de jóvenes inventores.

No se le conoce vínculo alguno con el barrio de Kronogård, donde tuvieron lugar los asesinatos, a unos 5 km de su casa. Nadie había oído hablar de él.

El viernes, se presentó en la escuela vestido de negro y luciendo una máscara de «La guerra de las galaxias» y un casco parecido a los que llevaba el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

Su vestimenta no asustó a los alumnos, que creyeron que era una broma e incluso se hicieron fotos con él.

 

Fuente: el observador

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