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La conexión a internet más rápida del mundo está en una cabaña noruega

El pequeño lugar, ubicado en la localidad de Bjorndalen, disfruta de velocidades entre 10 y 20 veces más potentes que en cualquier otro lado del país escandinavo.

En una helada orilla del archipiélago de Svalbard, una pequeña cabaña perteneciente a Svein Nordahl es un hervidero de actividad. Esto a pesar de que no hay agua corriente en ninguna de las 31 millas (casi 50 kilómetros) de carretera que abarca Bjorndalen, la pequeña comunidad de chozas dispersas en la que este hombre ha hecho su hogar.

Pero este aislado puesto de avanzado ha sido equipado con la más alta calidad disponible en Internet, permitiendo que Nordahl y sus vecinos accedan a una conexión ultra rápida en la web.

Banda ancha de alta velocidad es un lujo poco común para los 2.600 habitantes que viven en la localidad escandinava. Ésta es considerada por muchos la morada humana más septentrional del mundo, los habitantes ya han adoptado como un modo de vida el hacerle frente a los inconvenientes.

En la zona hay osos más polares que personas, por lo que se insta a los residentes a no vagar más allá de los límites de la aldea sin un arma. Y la tierra está siempre congelada, por lo que es más conveniente descongelar un vaso de nieve en el microondas que tratar de instalar el agua corriente.

Sin embargo, un área de Svalbard está en línea. Y si bien la mayor parte de este territorio ártico carece de Internet de alta velocidad, la localidad del centro-oeste de Noruega disfruta de velocidades estimadas en 10 a 20 veces más rápidas que en cualquier otro punto de la nación, según publica el periódico The Wall Street Journal.

Esta enorme ventaja le permite a Nordahl pasar varias horas del día disfrutando de su«reino» de iPads, computadoras personales y hasta un simulador de vuelo conectado a una pantalla de 10 pies (3 metros). Sus equipos cuentan con 43 terabytes de capacidad, suficientes para almacenar al menos 60.000 películas de larga duración y en alta definición.

Svein Nordahl disfruta de su simulador de vuelo conectado a una pantalla de 10 metros de largo.

 

Un camino difícil

Cuando Nordahl se enteró de los planes de la empresa Telenor AS de llevar la banda ancha de fibra óptica a todos los hogares en Longyearbyen, el principal centro de Svalbard habitado por 2.000 personas y ubicado a cinco millas (poco más ocho kilómetros) al sudoeste de su casa, comenzó incubar un plan para quedar dentro de la movida. Pero al principio hubo un problema: la distancia de su casa hasta Longyearbyen era demasiada.

Sin embargo, el derecho a tener una mejor conexión a Internet proviene en parte del hecho de que él es noruego. Como uno de los estados más ricos y de mayor bienestar en el mundo, la nación escandinava se inclina a respetar su historia y extender los servicios públicos a sus cinco millones de habitantes, sin importar dónde vivan.

Hace algunos años, la estatal Telenor decidió actualizar la infraestructura de Longyearbyen con fibra óptica y una red móvil 4G en un intento por desechar las tecnologías más antiguas, como los cables de cobre, el cable coaxil y las redes móviles de tercera generación más viejas. Pero el hecho de quedar fuera de este proyecto no fue una buena noticia para Nordahl, un entusiasta de la tecnología cuyo interés en los ordenadores se remonta a su época anterior a vivir en Svalbard, hace casi tres décadas.

Por este motivo el hombre se puso a trabajar en un plan para conseguir la extensión de la fibra óptica hasta su vivienda de Bjorndalen, y en 2011 se llegó a un acuerdo con Telenor ofreciendo arrastrar los cables hasta el pueblo. La empresa dijo que si se podían conseguir que al menos 15 personas firmaran la petición se podría concretar la iniciativa.

Trabajando en el breve verano, cuando las temperaturas pueden subir hasta un máximo de 40 grados Fahrenheit (4,4 grados Celsius), Nordahl juntó 43 firmas de dueños de cabañas en Bjorndalen. Al verano siguiente él y sus vecinos excavaron unos pocos centímetros para poder colocar el cable de Internet, un servicio que ni bien comenzó a funcionar allí provocó que Svalbard empezara a pisar más fuerte en el mapa noruego. Y en la actualidad ya no existen problemas para el streaming o la descarga de películas, algo impensado hasta hace unos años para el señor Nordahl.

 

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