Las mejores fotos de vida silvestre del año
Esta imagen del fotoperiodista Thomas P. Peschak muestra cómo un surfista pone a prueba el prototipo de una tabla de surf para protegerse de los tiburones. La tabla tiene un mecanismo electromagnético para evitar que se acerquen.
Parece una danza, pero es una pelea entre dos dragones de Komodo en el Parque Nacional Komodo en la isla Rinca, en Indonesia. La escena fue captada por Andrey Gudkov. Estas lagartijas pueden llegar a medir hasta 2,5 metros de largo. Las peleas por las hembras durante la temporada de apareamiento son bastante frecuentes.
En esta foto del español Francisco Mingorance vemos a tres parejas de cigüeñas que hicieron su nido en una instalación del Museo Vostell Malpartida, cerca de Cáceres, en el centro-oeste de España. La escultura, que incluye un avión ruso MiG-21, dos coches, pianos y pantallas de computadora, es una obra del artista alemán Wolf Vostell
Otra de las imágenes seleccionadas es ésta de un pulpo joven de apenas dos centímetros de ancho, con sus órganos visibles a través de su cuerpo traslúcido. El fotógrafo submarino Fabien Michenet hizo esta foto durante una inmersión nocturna en la costa de Tahití. Los puntos naranjas en sus tentáculos con células que cambian de color y que el animal usa para camuflarse.
Rosamund Macfarlane siempre soñó con fotografiar a las liebres de las montañas escocesas camufladas en medio de la nieve. Con ayuda de un experto local subió hasta un valle en los Caringorms, una cadena montañosa en Escocia, y tras perseguir a una liebre durante horas logró tomar esta fotografía.
En esta imagen una marmota y una gaviota compiten por un cuenco de agua. Fue tomada en la playa en California, Estados Unidos, por Carlos Pérez Naval, un niño español finalista en la categoría de menores de 10 años. Carlos estaba allí de vacaciones cuando presenció el intercambio de miradas entre estos dos animales. Sacó la foto justo antes de que la gaviota amenazara a la ardilla terrestre que salió inmediatamente corriendo.
Esta foto fue tomada por el sudafricano Morkel Erasmus en el Parque Nacional Etosha, en Namibia. La imagen es en blanco y negro para darle énfasis a la composición.
Tras una crecida del río Danubio, más de mil garzas se juntaron en Gemenc, un bosque en el sur de Hungría, para alimentarse de los anfibios y peces que habían quedado atrapados. El fotógrafo Zsolt Kudich pasó allí cinco días tomando fotografías.
Fuente BBC Mundo
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