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«Me tiraban arroz y llegó la Policía»

Fue un día de locos», dijo el novio. «A las 9:30 me casé en el Registro Civil y a las 10:30 me detuvieron. Me liberaron a las 18:30 y llegué con el tiempo justo para casarme por la iglesia a las 19:30. De esa forma transcurrió el día en que me acusaron falsamente de haber robado un auto».

Así relató la jornada de su casamiento el novio que acudió al Registro Civil en un Fiat Spazio rojo, que fue denunciado como robado. En un santiamén, pasó de las risas a la incertidumbre de un calabozo de una comisaría.

El Fiat Spazio continuaba ayer a disposición judicial frente a la Seccional 1ª (Ciudad Vieja). La jueza Ana de Salterain ya ordenó a la Policía que le realice pericias para ver quién es el verdadero propietario del vehículo.

El novio, que fue detenido y liberado por la Justicia el mismo miércoles 23, tiene 59 años. Es un hombre trabajador que carece de antecedentes penales. «El tema del auto pasó a un segundo plano. Si la jueza me lo da, quedo feliz y contento. Si me lo quita, está bien. La otra persona que lo reclama también es un hombre de trabajo. Lo único que quiero es que el auto quede tirado y se pudra. Y que se limpie mi nombre», dijo el recién casado.

La vida ha cambiado para el flamante esposo desde que la noticia de su detención y posterior liberación se hizo pública.

En el barrio lo miran como si fuera un ladrón contumaz. El fin de semana concurrió a su iglesia y también observó miradas inquisitorias.

Me estaban tirando arroz cuando todo cambió; llegó la Policía. Ahí comenzó todo», dijo en alusión a la detención y al comienzo de un periplo penal cuyo desenlace es aún incierto.

En ese momento, el recién casado miró al costado y observó a un patrullero. «Habrán robado un banco», pensó. Luego vio que varios agentes rodeaban su auto. El novio se apartó de su flamante esposa y se dirigió a los policías. «Ese es mi auto», dijo. Mostró una documentación que coincidía con el número del chasis y el motor.

«Trabajé toda la vida para comprarme un cachilo. El día de mi casamiento me trataron como un ladrón. Si fuera un delincuente, no iría al Registro Civil en un auto robado y lo dejaría estacionado en la calle. Me salía más barato un taxi», dijo.

Enseguida agregó: «No puedo creer que toda esa situación ocurrió justo el día de mi casamiento. Como si fuera algo a propósito en mi contra».

El novio le pidió a los policías que lo dejaran festejar la boda y que, si desconfiaban de la legalidad de los documentos, los revisaran otro día. «Tenía a mi madre de 84 años esperando de pie fuera del Registro. Nada tenía lógica», expresó.

El denunciante y el novio quedaron detenidos. El auto fue trasladado a la Seccional 1ª. Ambos permanecieron incomunicados. El denunciante se sentó en las oficinas, mientras que el novio terminó en un calabozo. De todas formas, el recién casado señaló que el trato «fue excelente en todo momento. Se lo dije a los policías».

Datos.

Ante la Policía, cada uno trató de probar la propiedad del Fiat Spazio modelo 1980, cuyo tablero marcaba 88.743 kilómetros.

El novio declaró que había comprado el Fiat en estado calamitoso. Arregló con un taller de chapa y pintura que levantaran el auto en su casa. Demoraron 22 días en traerlo de vuelta. «Cuando lo vi estaba precioso. Para mí no era mi auto. Observé que los números de motor y chasis coincidían. También observé otros detalles como la batería que yo había comprado y el carburador, que era el mismo del auto. A la vista estaba todo lo que era de mi auto», relató.

El novio, seguro que se trataba de su auto, dijo que llevó a su pareja a pasear en varias oportunidades por todo Montevideo. También la llevó en él al Registro Civil el día de su casamiento.

El denunciante relató que su auto le fue robado hace un mes y medio, frente a un gimnasio de Pocitos.

También brindó datos de que conocía el vehículo al detalle. Dijo, por ejemplo, que uno de los parlantes traseros es Pionner y el otro es Xion, pero tiene el logo Pionner; en el embrague hay un tornillo puesto por un mecánico para que no rompa el cable; en un parante tiene dos botones que, en realidad, son imanes; el techo, el espolón y la valija fueron pintados con un rojo y el resto tenía un fondo dado por su propietario anterior; la batería es de 110 amperios y como es tan grande está atada con alambre y el tablero tiene una luz blanca porque la original es tenue.

«La Policía confirmó todos esos detalles», contó el denunciante a El País.

A la Policía, le dijo que una semana después del robo recibió una inquietante llamada telefónica: una persona le pidió $ 20.000 para devolverle auto. El desconocido que llamó lo amenazó: «Mirá que sabemos dónde vivís. Si no me pagás lo que pido, lo quemo».

El individuo no llamó más.

Fueron limados números de chasis y motor.

La Policía informó al denunciante del robo del auto Fiat Spazio que peritos confirmaron que el vehículo tenía los números de motor y chasis limados.

Una fuente de la Jefatura de Policía confirmó a El País que esa fue la conclusión que alcanzaron los especialistas que analizaron el vehículo a pedido de la jueza penal subrogante Ana de Salterain.

«A mí todavía no me llamaron para declarar en el Juzgado. Por el momento siento una gran impotencia porque fui yo quien encontré el auto cuando realizaba un reparto en la Ciudad Vieja. No fue la Policía», dijo el denunciante.

El auto fue robado el 13 de agosto de este año frente a un gimnasio en Pocitos. A partir de ese momento, el denunciante comenzó a mirar todos los autos Fiat 147 que se cruzaban por su camino. «Sabía que podía tener con otro color. Pero no gastaron nada. Yo le puse una buena pintura en el techo, espolón y valija.

En las puertas le colocaron un rojo que se ve el fondo que tenía el auto cuando lo compré al anterior dueño», dijo el denunciante.

El paragolpes no era original. «Lo único que quiero es que me devuelvan el auto. Lo compré con mucho sacrificio», agregó.

Fuente: El Pais

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