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Pilas: uno de los productos más contaminantes para el ambiente

En Uruguay se cuenta con un sistema de recolección de pilas, para que estas no terminen en la basura normal y contaminen con los elementos tóxicos que contiene. De todas formas, el programa se encarga del almacenamiento, no del reciclaje.

En Montevideo hay 76 contenedores para desechar pilas y baterías usadas, que están colocados en distintos puntos de la ciudad. Su objetivo es evitar la disposición final del residuo tóxico con el resto de la basura para contribuir a la preservar el ambiente del potencial contaminante de estos productos.

Los contenedores son vaciados cada tres meses, luego se colocan las pilas en bolsas plásticas y son selladas para depositarlas en recipientes de hormigón bañados con cal para evitar filtraciones. Estos recipientes se acopian en la Usina N°5 y se almacenan en un galpón, para protegerlos de la intemperie. La política es de clasificación y almacenamiento, pues no hay un sistema de reciclado de pilas.

Una pila alcalina puede llegar a contaminar 167.000 litros de agua, ya que el 30% de su contenido está hecho de químicos tóxicos. Además, el contacto con estos metales como el Mercurio, Plomo, Cadmio y Zinc pueden provocar graves enfermedades. Por otro lado, la producción de la pila consume 50 veces más energía de la que la pila representa.

De todas formas, hay formas de mejorar el uso cotidiano de las pilas para reducir el impacto ambiental que generan.

Recomendaciones para mejorar el uso de las pilas

Reducir: la mejor solución, claro, es no utilizarlas, o hacerlo lo menos posible. A la hora de comprar un aparato, por ejemplo, se recomienda priorizar aquellos que se conectan a la red eléctrica. Además, a la larga se evita la producción misma de las pilas, la minería, el transporte y el empaquetamiento, que contaminan más que el producto como desecho.

Recargar: si no se puede evitar el uso de la pila, la mejor opción es comprar las recargables. Al momento de pagarla cuesta más, pero dura unas 300 veces más que las comunes porque tiene muchos ciclos de carga. Esto quiere decir que al utilizar una pila recargable se ahorra la contaminación de 300 pilas comunes. Para extender la vida útil de las pilas recargables, lo ideal es descargarlas por completo antes de volverlas a cargar.

No comprar sin marca: las pilas “piratas”, que no tienen marca, no pasan por ningún control y contaminan mucho más. Las pilas primarias que cumplen con la reglamentación indican que no contienen mercurio (Hg), por lo que no se debe comprar pilas que no lo mencionen.

Desecho: una vez gastada, no se debe tirar al suelo, agua, basura ni quemarla. Tampoco se recomienda incluirlas en construcciones, ya que se han registrado casos de explosiones o grietas que permiten la liberación de todos los materiales tóxicos al ambiente. Lo ideal es desecharla en los contenedores de la Intendencia, que por ahora es lo único disponible. Además, antes de desechar la pila se recomienda probarla en un control remoto, pues muchas veces se pueden seguir usando en elementos de menor consumo.

Fuente: La Republica

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