Pronostican por lo menos 2.000 evacuados en el norte del país

Según informó ayer el diario El Telégrafo, ya se registran evacuados en la capital departamental, más exactamente en el barrio Nuevo Paysandú cuando las aguas alcanzaron los 4,66 metros de altura.

Si bien el ritmo de crecida se enlenteció ayer por las maniobras que practica Salto Grande en los vertederos, el seno del Comité de Emergencia de Paysandú informó que la inundación llegaría a los ocho metros entre sábado y domingo.

En tal sentido, el protocolo prevé el uso de gimnasios de centros estudiantiles y de otras instituciones -así como carpas del Ejército Nacional- para albergar a los damnificados, teniendo en cuenta que en pocas horas las personas que serán desalojadas por las aguas podrían ser 2.000, siguiendo las advertencias de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.

Asimismo, las autoridades, al tener una información con antelación a lo que pueda ocurrir, se ha puesto como objetivo que los vecinos que viven en estas zonas potencialmente damnificadas se preparen con el tiempo que se dispone para coordinar sus mudanzas.

La Comisión Técnica Mixta de Salto Grande informó ayer que ha culminado el proceso de «desembalse» del lago para disminuir el impacto de la crecida del río Uruguay. Llegó a un nivel de seis metros por debajo de su marca habitual en un hecho sin precedentes desde que está en funcionamiento el complejo hidroeléctrico binacional.

Esto demuestra la magnitud de las lluvias que ocurrieron y que todavía persisten en la cuenca media y alta del río Uruguay. Estas precipitaciones, anuncian, generarán un impacto de la crecida en las ciudades de Salto y Concordia a partir del próximo miércoles.

Luego, a las pocas horas, las crecidas se trasladarán a otras ciudades ribereñas cuando el curso de agua alcance en esa jornada los 13 metros de altura, pudiendo llegar a los 14, según lo comunicado ayer al mediodía por la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.
Maniobra.

Las previsiones de los técnicos de la represa ante la entidad de la creciente que se avecina son elocuentes: descienden las aguas del embalse a los 29 metros y medio en tres días para poder hacer frente a la riada que se acerca, estimada en unos 30.000 metros cúbicos por segundo. Además, el panorama es poco alentador en cuanto a las predicciones meteorológicas en el sur de Brasil.

Es la primera vez en 30 años que se practica esta maniobra de «desembalse» tan pronunciada, siguiendo el monitoreo de la red pluviométrica con que cuenta Salto Grande en toda la cuenca del río Uruguay.

Mientras esto ocurre, aguas arriba de Salto Grande donde los muelles de amarre para las embarcaciones han quedado sin agua, frente a la ciudad de Salto, la crecida ha venido oscilando entre los nueve metros y medio, ocasionando su salida de cauce y el corte del tránsito en la zona costera al norte desde el pasado jueves.

El Comité Departamental de Emergencias de Salto señaló en un comunicado que se continúa monitoreando el comportamiento del río aguas abajo de la represa y, de existir variaciones, «oportunamente» se informará a la población.

En la vecina ciudad argentina de Concordia, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, sobrevoló ayer su provincia con el intendente de esa localidad con el objetivo de adoptar todas las medidas para ayudar a los posibles damnificados.

Según informó el diario Uno, una crecida similar aconteció en el año 2009. Las 400 familias que fueron evacuadas en ese momento «hoy habitan en lugares seguros», indicó Urribarri.
12.000 en Argentina

Las fuertes lluvias que cayeron en Argentina provocaron más de 12.000 evacuados, informaron medios del país vecino, siendo Formosa la provincia más afectada. Autoridades locales atribuyen que la crecida de los ríos Paraná y Uruguay fue lo que más afectó a los habitantes de zonas costeras.

EL PAÍS