Noticias Recientes

Restaurante impide ingreso a ciego por tener perro lazarillo

Un restaurante y bar de Minas impidió el ingreso a un ciego porque se conducía con su perro lazarillo. Los propietarios del negocio dijeron desconocer la normativa que permite el ingreso de animales a comercios del sector gastronómico.

El sábado 19, Alberto Calcagno, presidente de la Fundación de Apoyo y Promoción del Perro de Asistencia, se dirigió a Minas junto a su familia para participar de la peregrinación a la Virgen del Verdún. Calcagno es ciego y se mueve con su perra Sunee para todas partes.

Al mediodía, en medio de una muchedumbre que recorría la plaza principal de la ciudad, resolvió almorzar en un restaurante céntrico. «No habíamos dado más de tres pasos dentro del local cuando una señora nos dice que no podemos entrar con el animalito. Cuando le explicamos que se trata de un perro guía, nos repite que no podemos entrar, que ella no conoce de los perros guía y que menos conoce las leyes, que le explicamos», narró a El País.

Calcagno manifestó a la mujer que estaba en condiciones de acudir a la Policía para hacer cumplir con la normativa.

«Pero que como no tengo interés en quedarme en un lugar donde me discriminan, nos retiramos. En ese momento aparece un señor que, para justificar la actitud de la señora pregunta: `¿cómo me puede convencer de que usted es una persona ciega?», detalló el hombre.

El propio Calcagno aseguró a El País que en ese momento calificó a sus interlocutores como «ridículos» y «discriminadores. Posteriormente se retiró del lugar junto a su familia.

Anoche El País consultó sobre el episodio a los propietarios del negocio. Al respecto, la mujer confirmó que desconoce la normativa a los perros lazarillos y que junto a su hijo se molestaron porque Calcagno fue «prepotente». Por otro lado, la comerciante se preguntó: «Si el perro levanta la pata y orina cuando la gente está comiendo, ¿qué hacemos?».

El hijo de la propietaria del comercio aseveró a El País que no concibe la entrada de animales a un lugar donde se venden comidas. Con respecto a sus dudas sobre el padecimiento del cliente, dijo que «hoy en día andan mucho malandros y uno no sabe con qué intenciones entran al comercio».

No es la primera vez que, por circular con un perro lazarillo Calcagno tiene problemas. El año pasado le impidieron ingresar a un restaurante de Montevideo porque la IMM así se lo informó al dueño del comercio.

Sin embargo, la realidad es que el decreto 455 que reglamentó la ley 18.651, dice «reconózcase y garantícese en todo el territorio a toda persona con discapacidad que vaya acompañada de perro de asistencia o perro guía, el derecho a acceder, junto con él, a cualquier lugar público (…)».

EL PAÍS

Deja un comentario