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Una segunda oportunidad para la pequeña Julieta

Los teléfonos del Hospital de Clínicas no paraban de sonar. Cientos de personas se vieron sensibilizadas ante la aparición de una bebé en un contenedor de basura y querían hacer algo. Muchos se ofrecieron a adoptarla, otros se ponían a las órdenes «para lo que se precise», contó ayer a El País Valeria Quintela, supervisora de la nurserie del hospital universitario.

«Es una caso que ha despertado la sensibilidad y muchas personas están concurriendo al hospital a adoptarla o a ofrecer ayuda. La niña está bien, la evolución es buena», aseguró.

A Fabián Ferrón, el clasificador que encontró a la bebé, también le gustaría adoptarla pero admite que no tiene medios económicos. Es padre de tres hijos, de 18, 16 y 2 años de edad. Hace 20 años que se ocupa de revolver contenedores y vende lo que encuentra en ferias vecinales.

Las enfermeras del Clínicas que el fin de semana se ocuparon de la salud de la recién nacida, decidieron llamarla «Julieta». Los médicos estiman que al momento de nacer tenía 38 semanas de gestación. El INAU comunicó a la Justicia la situación de la bebé.

Una vez que el juzgado de Familia ordene qué hacer con la bebé, el INAU convocará a una de las más de 40 familias que están en el Registro Único de Adopciones. El plan es que una vez que la bebé sea dada de alta vaya a su nueva casa.

Por otro lado, la Policía se encuentra buscando registros fílmicos en los edificios y comercios de la zona próxima a Buxareo y Luis Lamas, donde se ubica el contenedor de residuos en el que apareció Julieta.

Ayer Fabián y su madre, Mirta, fueron a la maternidad del piso 16 del Clínicas a visitar a la bebé, que está en una incubadora. La vieron de lejos y bajo la celosa mirada de un guardia de seguridad. El hombre se emocionó hasta las lágrimas ya que su pequeño hijo estuvo internado en ese mismo lugar hace poco tiempo.

«Es muy bonita y sanita, la vimos de lejos porque está en incubadora», apuntó Mirta. La mujer recibió a su hijo cuando llegó de trabajar, la noche del sábado.

«Lloraba, estaba desesperado. Me dijo: Mamá, no sabés lo que encontré. Yo pensé que era plata o un anillo. Cuando me dijo que había encontrado un bebé, me quería morir. Nunca me imaginé algo así», afirmó la mujer.

Hallazgo.

El sábado, a eso de las 6 de la tarde, Fabián estaba revolviendo el contenedor en la calle Buxareo cuando notó algo raro. Había dejado a un lado el carro y la moto con la que se mueve. Tres veces a la semana pasa por el lugar.

«Agarré una bolsa que estaba atada, la toqué y me pareció que era ropa. Rompí la bolsa y vi una toalla sucia de sangre. La dejé y ya me iba; bajé la tapa y vi que la bolsa se empezó a mover. Volví a mirar, abrí la toalla despacio y era la bebé», explicó.

En ese instante la bebé lloró y Fabián le pidió a un portero de un edificio cercano que llamara al 911. A esa hora el frío era muy intenso y el clasificador atinó a cerrar la puerta del contenedor. El portero trajo una frazada y a los cinco minutos llegó el patrullero.

«Me gustaría tenerla pero no puedo por los papeles y mis problemas económicos. Ya me dijeron que hay una lista larga de gente que quiere adoptarla. Me gustaría verla y sacarme una foto con ella», afirmó.

Rodrigo Jourdan, un joven que presenció el hallazgo, dijo a Subrayado que «al llegar a mi casa vi que había dos policías con un recolector que estaba en una moto con un carrito atrás. Frené para ver qué pasaba y cuando vi que el policía se ponía guantes y se arrimaba al contenedor me di cuenta que no pasaba nada con el hurgador, sino que había algo en el contenedor».

«El portero del edificio vecino me dijo que había una bebé, que estaba viva. Luego sacó una frazada se la dio al policía y ahí sacaron a la bebé», afirmó.

(Producción: Camila Beltrán)

«Que no vaya para el INAU»

Fabián Ferrón tiene 38 años de edad y hace dos décadas que revisa volquetas y contenedores buscando cosas que luego pueda vender en ferias vecinales. Vive en Piedras Blancas y anda con un carro prendido a una moto. Mirta Lagos, su madre, lo acompañó a visitar a Julieta la niña que encontró el sábado en un contenedor en pleno Pocitos. La mujer dijo que la niña es «muy bonita» y que la pudo ver de lejos «porque está en una incubadora». Su hijo está quebrado por la emoción y ella reclama que se le busque una familia a la niña. «No me gustaría que la manden al INAU», afirmó Mirta.

MUERTOS EN CONTENEDORES

El triste hallazgo de junio

A fines de junio de este año, un hombre de 54 años se encontraba revisando un contenedor de basura en Güemes y Juan Jacobo Rousseau cuando en su interior vio una bolsa ensangrentada. Al abrirla halló un bebé unido al cordón umbilical. Personal de una emergencia móvil constató el fallecimiento del bebé, de sexo masculino, que tenía unas 37 semanas de gestación.

Tragedia sin resolver en el Cordón

A comienzos del año pasado, una pareja de clasificadores abrió un contenedor de basura en la zona del Cordón, en Cassinoni y 18 de Julio, como solían hacerlo en horas del mediodía. No esperaban el drama que de inmediato los involucró. Descubrieron el cuerpo de un bebé sin vida, también unido al cordón umbilical. El contenedor casi no tenía bolsas de residuos. Las investigaciones no allanaron el caso.

Mujer fue procesada por aborto

En octubre de 2012, en un contenedor ubicado en Villagrán y 8 de Octubre, ante la denuncia de un hombre, agentes policiales hallaron un feto femenino de 29 semanas de gestación que había muerto dentro del cuerpo de su madre y uno masculino de 36 semanas, fallecido a poco de nacer. En noviembre de 2014 la Justicia procesó a la mujer por el delito de aborto.

En prisión por matara su bebé

En enero de 2010 la Justicia de Maldonado procesó a una mujer de 30 años, oriunda de Rivera, que abandonó a su hija recién nacida en un contenedor de Punta del Este. Había llegado al balneario para trabajar durante la temporada como doméstica. La bebé vivió entre 12 y 24 horas antes de morir de inanición y falta de asistencia. Al declarar, la victimaria no derramó una lágrima.

Fuente: El Pais

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