Una sorpresa que cambia las estrategias

El invitado de última hora a la carrera electoral que empieza hoy reformula todo el escenario. La campaña que hizo Luis Lacalle Pou –que trepó desde el 6% de la interna blanca hasta el 55% con el que ganó– cambia las estrategias de frenteamplistas y colorados. El fenómeno que generó fue como el de una ola que no paró de crecer. ¿Hasta dónde llegará esa ola que carga al surfista? Dependerá mucho de la interna blanca y las decisiones que Jorge Larrañaga tome en las próximas horas, luego de sus confusos anuncios de retiro de anoche.

Lejos de lo que parecía hace un tiempo, la competencia es abierta y no solamente por la mayoría parlamentaria. También la Presidencia está en juego y por eso los frenteamplistas ponen sus bardas en remojo.

Otro aspecto –pero que pega a todos los partidos– es el bajo nivel de participación. La cantidad de gente que fue a votar tocó fondo ayer en relación al pasado. Solo el 39% aproximadamente de los habilitados concurrieron a las urnas (ver recuadro en página 3). El pico más bajo en las internas había sido en 2009, cuando votó un 45% de los habilitados.

Tanto Lacalle Pou, como el expresidente Tabaré Vázquez y el colorado Pedro Bordaberry transitarán hacia el centro político.

El nuevo líder blanco la tiene más fácil. Se mostró aséptico, desideologizado. Pero desde la izquierda le van a tirar con el apellido y con mote de “neoliberal”. Ya hizo algunas movidas para inmunizarse contra ello, pero habrá que ver cómo juega el Frente Amplio en ese terreno.

Vázquez tuvo que adelantar el cambio hacia ese centro hace algunas semanas cuando nominó a Danilo Astori para el Ministerio de Economía. Ayer además, planteó un paquete de anuncios que busca atender los temas en los que la oposición más ha pegado: educación, seguridad y vivienda (ver página 8).

Bordaberry, en su objetivo de pasar a ser el líder de la oposición, tendrá la dificultad de competir contra alguien que tiene un perfil más parecido al suyo. Por eso, la victoria de Lacalle Pou también lo obliga a afinar su estrategia. ¿Podrá captar algo del voto de Larrañaga? Esa es otra incógnita a despejar.

La victoria del nuevo líder nacionalista también cambió un preconcepto que tenían la mayoría de los politólogos: no se pueden hacer campañas electorales sin confrontar.

Su “Por la Positiva” desmitifica los males de esa forma de hacer política. Además procura anular la idea que con su victoria otra vez el país se polariza entre izquierda y derecha. “No queremos el país de la división”, dijo ayer en uno de sus discursos.

La carrera que importa
Cuando empezó la campaña había algo que todos los analistas y encuestadores compartían: Vázquez era el favorito para ser electo presidente por segunda vez y lo que estaría en juego sería la mayoría parlamentaria.

A medida que fueron pasando los meses ese escenario fue cambiando poco a poco. La mayoría parlamentaria para el Frente Amplio está cada vez más lejos.

Pero ahora, según comparte el director de Cifra, Luis Eduardo González, “todo está en disputa”.

“Hasta el día de hoy (Vázquez) sigue siendo el favorito. Pero las encuestas muestran los resultados de ayer. Pero con estos resultados a la vista, no estoy seguro de lo que va a decir la opinión mañana. En todo caso, si ya era claro, ahora es razonablemente claro que las mayorías parlamentarias… no. Para nadie. Ahora parecería claro también, de que es perfectamente posible, de que hoy todo está en disputa”, dijo González en canal 12.

Poco importa el resultado total de la elección de ayer, en la que los blancos lograron el 41% de los votos, el Frente Amplio el 34% y el 14% para colorados.

Lo único que muestra eso es que los blancos –a través de su competitiva interna– lograron convocar más a sus simpatizantes. Pero esos datos no son replicables a octubre.

Otra lectura posible es que el FA siguió perdiendo votos. Se estiman en unos 50 mil menos en función de la interna de 2009. de todas formas esa vez, la interna frenteamplista era más competitiva entre José Mujica y Astori.

La ola
En el Frente Amplio, algunos dirigentes de peso evaluaban anoche que el resultado electoral del Partido Nacional es el peor que podían imaginar. Es que Vázquez desde hace meses había elegido a Larrañaga como su rival.

“Me sorprendió que ganara Lacalle Pou. Yo la verdad pensé que que ganaba Larrañaga. Ahora empieza la verdadera carrera para el Frente Amplio”, aseguró la primera senadora de la izquierda, Lucía Topolansky.

El temor entre algunos dirigentes frenteamplistas consultados por El Observador, es que Lacalle Pou se haya puesto de moda de la misma forma que lo hizo el actual presidente José Mujica. “Lacalle Pou crece como espuma y no se sabe dónde para”, comentó uno de los dirigentes anoche.

El nuevo líder nacionalista tendrá un problema severo a resolver a la interna de su partido. No sabe si contará con Larrañaga. Él no lo quería como candidato a vicepresidente (Carlos Moreira es la opción más fuerte). Pero de todas formas, es importante mostrar un partido lo más unido posible.

Si no cuenta con Larrañaga, de todas formas el resto del sector del exintendente sanducero, se alineará detrás de Lacalle Pou porque lo necesita.

El cambio de Vázquez
El expresidente Vázquez ya había adelantado a la mañana cuando fue a votar que a la noche realizaría anuncios. Y los hizo mirando hacia el centro. Pero más allá de sus propuestas y lo que dijo, lo gestual adoptó un rol más relevante.

Vázquez se mostró más como un presidente que como un aspirante a ese cargo. Abandonó además el tono burlón hacia sus rivales que había mostrado en la interna para expresarles respetos tanto a blancos como colorados.

En la campaña hacia la interna había elegido a Larrañaga como rival y nunca criticó a Lacalle Pou. También en ello deberá adoptar una nueva decisión.

Bordaberry y el contraste
Bordaberry intentará llegar al segundo lugar de las preferencias de los electores para procurar un balotaje con Vázquez. Para ello su principal batalla de cara a octubre es con Lacalle Pou.

Si bien los dos intentan mostrarse lo más desidiologizados posibles, muchos de sus electores sí se identifican como de derecha. Por tanto, en parte abrevan del mismo grupo de ciudadanos.

Ya ayer empezó a procurar diferenciarse, al mostrarse como el hombre que a la “renovación” le puede agregar la “experiencia”
(Producción: Martín Silva, Noelia González, Diego Molineli, Nicolás Tabárez)

EL OBSERVADOR