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Uruguay segundo en América en preocupación por la delincuencia

Después de Venezuela, Uruguay es el segundo país de América Latina donde la población observa la inseguridad como el principal problema, según el Latinobarómetro. En 20 años la tasa de homicidios en el país se incrementó en un 79%.

Desde 2008 los ciudadanos de los países de América Latina observan que su principal problema es el aumento de la delincuencia, que afecta su seguridad y bienestar. En 2005 el 30% de los habitantes de la región tenían como su mayor preocupación el desempleo, pero esa visión se revirtió, según el informe de la Corporación Latinobarómetro de 2013.

El reporte, elaborado por el sociólogo colombiano experto en temas de convivencia y seguridad Hugo Acero Velásquez, indica que la delincuencia llegó al 24% y la falta de trabajo al 16% en el ranking de las preocupaciones de la ciudadanía en América Latina.

En materia de seguridad, Venezuela es el país donde los habitantes consideran que la seguridad es el principal problema, con un 47%. En segundo lugar se ubica Uruguay con un 36% y luego están Perú y Argentina (36%); Ecuador (31%); Guatemala (30%); México y Honduras (28%); Paraguay (27%) y Colombia un poco más abajo con 14%.

El informe sostiene que existe «una sensación de inseguridad que se corresponde con el incremento de la violencia y la delincuencia en la mayoría de los países y en las ciudades más importantes de la región».
Homicidios.

El estudio elaborado por Acero Velásquez -que forma parte de una serie de documentos que se están divulgando previo al Foro Urbano Mundial que se realizará en las próximas semanas en la ciudad de Medellín- también analiza la evolución del delito de homicidio en la región.

En el caso de Uruguay, el informe señala que entre fines de los años 80 y principios de los 90 la tasa de homicidios cada 100 mil habitantes se ubicaba en 4,4; en la década del 2000 aumentó a 5,3 y en 2012 alcanzó a 7,9. Eso implica que en el acumulado entre 1990 y 2012 hubo un incremento del 79%.

El promedio en el guarismo de homicidios a nivel regional se ubicó en 2012 en 21,3, lo que representa un aumento general del 51%. El reporte indica que los países con una mayor tasa de homicidios cada 100 mil habitantes -según las cifras de 2012- son Honduras (84,4) y Guatemala (42,3).

En Venezuela, en tanto, se da una situación bastante especial ya que en función de las cifras del gobierno el guarismo se ubica en 39, mientras que si se toman los datos del Observatorio Venezolano de Violencia, el indicador llega a 79.

«Durante este período (1990-2012), mientras Colombia, Argentina, Bolivia, Chile, EE.UU. y Canadá lograron reducir la tasa de homicidios, en los demás países aumentó de manera considerable. Venezuela, con cualquiera de las cifras, las oficiales que reporta el Ministerio del Interior o las del Observatorio Venezolano de Violencia, registra el mayor crecimiento con un aumento del 156% y 519%, respectivamente, le siguen Paraguay (147%), Belice (142%), Perú (106%), Honduras (105%) que duplicaron este indicador», analiza el informe del experto colombiano.
No se denuncia.

Por otra parte, en relación a los demás delitos por fuera del homicidio, el estudio sostiene que «en la gran mayoría de los países» las cifras de denuncias «tienen un alto subregistro» debido a que «muy pocos ciudadanos ponen en conocimiento de las autoridades los hechos delictivos por diversos motivos, entre otros, por la falta de confianza en las autoridades».

«En este caso, las encuestas de victimización son un indicativo más importante y en este caso la encuesta que aplica la Corporación Latinobarómetro muestra como en los últimos años, en promedio, uno de cada tres ciudadanos en Latinoamérica ha sido víctima de un delito», dice el informe elaborado por Acero Velásquez.
EE.UU. bajó 58%

En materia de homicidios, el país que más mejoró su tasa de asesinatos cada 100 mil personas en los últimos 20 años fue Estados Unidos, que pasó de 10 en las décadas del 80 y 90; 5,7 en el año 2000 y llegó a 4,2 en 2012. Ello implica una disminución acumulada del 58%, según el Latinobarómetro.

EL PAÍS

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