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Adictos al sexo: 10 señales de alerta para reconocer la hipersexualidad

Casos como el del actor Charlie Sheen, o el del golfista Tiger Woods, dejaron en evidencia una adicción que suele ser mucho más frecuente de lo que se cree. #JuntaMédica entrevistó a un especialista. Vea el video

Todas las personas tienen la capacidad para reconocer cuándo están más dispuestas al contacto erótico y hasta les resulta posible determinar qué tipo de estímulos incrementan su deseo. Sin embargo, cuando este deseo es constante y en todo momento del día, dejando de lado las obligaciones laborales y personales, la adicción al sexo se hace evidente: un comportamiento irrefrenable, repetitivo, con culpa y sensación de vacío una vez que se ha conseguido bajar la tensión invade a la persona de un modo intolerable y preocupante.

#JuntaMédica entrevistó a Walter Ghedin -médico psiquiatra y sexólogo- quien explicó que la adicción al sexo se observa tanto en hombres como en mujeres, en edades que van entre los 20 a los 45 años.

«No se conocen las causas que la provocan, aunque los estudios apuntan a desórdenes en los neurotransmisores (aumento de la dopamina), y fundamentalmente factores emocionales: estrés, inseguridad personal, sentimiento de inferioridad, temores de ser humillados o avergonzados por los demás», sostuvo Ghedin. «Las personas adictas refieren no poder controlar el impulso que los lleva a tener sexo en forma urgente, lo que les ocasiona serias dificultades en su vida social, familiar, laboral y económica».

«Toda conducta de abuso o francamente adictiva merece ser tratada, para que la persona pueda recuperar el control de sus impulsos. Es fundamental trabajar sobre la personalidad ansiosa o temerosa de base, para que el sujeto adquiera más seguridad personal, maneje mejor los sentimientos de inferioridad, la tolerancia a la frustración yempiece a reconocer -y a confiar- en sus potencialidades amatorias», expresó el especialista.

«No hay tratamientos específicos que «curen» la adicción al sexo, aunque se puede controlar con terapias cognitivas, grupos de «sexo adictos» y fármacos que calmen los impulsos y la ansiedad. Los grupos de ayuda proponen como objetivo la «sobriedad sexual», es decir, lograr tener relaciones sexuales no impulsivas ni generadoras de malestar», indicó Ghedin.

Finalmente, el profesional consultado por #JuntaMédica dio las 10 señales de alerta para detectar la hipersexualidad:
∙         Se siente un deseo intenso, incómodo, que necesita ser satisfecho en forma urgente.

∙         El impulso sexual se acompaña de fantasías y pensamientos intrusos.

∙         La persona intenta infructuosamente controlar la conducta sexual.

∙         Consumo excesivo de material pornográfico.

∙         Aparición de culpa por no haber podido frenar el impulso.

∙         Deterioro laboral, social, académico, familiar.

∙         Gastos desmedidos en “sexo pago”.

∙         “Sexo rápido” en lugares marginales.

∙         En el momento del impulso, el sujeto no puede evaluar los riesgos (sexocon desconocidos, peligro de contraer enfermedades de transmisión sexual, etc.)

∙         Malestar subjetivo: angustia, remordimiento, culpa, aislamiento social, ideas depresivas, intentos de suicidio, etc.

∙         Dificultades para pedir ayuda: sentimientos de vergüenza que impiden compartir el problema con personas cercanas o profesionales.

 

Por: Soledad Blardone

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