Noticias Recientes

Alerta extrema por aedes aegypti

El Ministerio de Salud Pública (MSP) confirmó el primer paciente enfermo por una picadura de aedes aegypti en lo que va del año. Se trata de un caso importado de chikungunya. La cartera, además, advirtió sobre una «muy alta densidad» del insecto en todo el país, en comparación con otros años, con una concentración mayor en Montevideo, el litoral y las capitales departamentales.

«Estamos en un estado de mayor alerta desde el punto de vista epidemiológico», advirtió a El País la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg. E insistió: «El riesgo en todo el país es muy alto».

La cartera analizó en lo que va del año 21 posibles casos de dengue autóctonos y todos dieron negativos. Importados, en tanto, no se detectó ninguno.

https://es.scribd.com/document/337257444/Prevencion-Del-Dengue

 

En lo que respecta a zika, se analizaron solo cuatro importados y dieron todos negativos. De chikungunya se estudiaron siete (todos importados), y se confirmó uno.

En 2016 no se habían detectado casos de chikungunya; sí hubo tres en 2015 (todos importados). En cuanto a dengue, hubo 13 en 2015 y 40 en 2016 importados, y 20 autóctonos en este último año. De zika, por último, hubo ocho pacientes con la enfermedad el año pasado.

El nivel de densidad de mosquito «se calcula midiendo el número de casas con presencia de aedes aegypti, por sobre la cantidad de casas», precisó Lustemberg. El estudio se hace por manzanas. Si el resultado es un 1% el riesgo es bajo, si es menor de 8% es medio y mayor a esta cifra se considera alto.

La subsecretaria no dio a conocer los porcentajes de las zonas más afectadas del país, pues el estudio no está terminado, pero ya alertó que los primeros resultados develan que el riesgo es «muy alto».

Advertencia.

Lustemberg manifestó que existe una serie de condiciones que llevan a que la cantidad de mosquitos crezca de manera exponencial y que esto requiere una «máxima alerta» por parte de la población, porque «el riesgo en todo el país es altísimo».

«A esto hay que sumarle todos los fenómenos climáticos, que hacen que cada vez haya más calor. Y las inundaciones que hubo el año pasado, que favorecen la creación de criaderos. También tenemos que tener en cuenta la alta densidad de turistas, que se esperan que sean tres millones, muchos de ellos de Brasil. Y la gran cantidad de uruguayos que viajan, de hecho los viajes a Brasil subieron un 40%», precisó.

La ministra de Turismo, Liliam Kechichián dijo, cuando se lanzó la campaña contra el dengue, que se cerraría 2016 «con más de tres millones de turistas, la mayoría argentinos y brasileños, pero también paraguayos, peruanos, chilenos, centroamericanos y europeos. Y en algunos de estos lugares están estas enfermedades».

La subsecretaria Lustemberg llamó sobre todo a quienes vuelvan de Brasil a usar repelente durante los primeros días que estén en país (ver nota aparte) y a hacer una consulta en caso de sentirse mal.

«Tenemos una vigilancia, hemos hecho acciones coordinadas con el Ministerio de Turismo y las intendencias, y tenemos a los equipos de salud capacitados y a los laboratorios prontos, pero estas enfermedades tienen una responsabilidad intransferible de la población. Son las personas las que tienen que evitar que se generen criaderos», precisó la jerarca.

Por otro lado, Lustemberg pidió «cuidado» a quienes ya tuvieron dengue en anteriores oportunidades, porque «hay diferentes serotipos y se contraen otra vez la enfermedad pueden tener consecuencias más graves».

También hizo especial énfasis en lo que respecta al zika, «por el riesgo que tiene para las mujeres embarazadas». En la anterior temporada hubo una epidemia de zika en Brasil, con más de un millón y medio de casos, y con una alta prevalencia en mujeres embarazadas y relacionado a niños con microcefalia (cuando el cráneo de los bebés no llega a crecer hasta su tamaño normal).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó que para esta temporada de verano más de 500 millones de personas, lo que corresponde a más de la mitad de la población del estado americano, corre con el riesgo de ser picados por el aedes aegypti y de padecer dengue, zika o chikungunya.

Amenaza.

Un informe de la Facultad de Ciencias planteó semanas atrás que el mosquito aedes aegypti amenazaría a todo el país en el próximo verano. La mayor prevalencia la tiene en Montevideo, donde este podría tomar más del 62% del territorio. Los barrios más cercanos a la costa son los que están más expuestos, igual que la Costa de Oro y las capitales departamentales.

Después de Montevideo, los departamentos más propicios para recibir al aedes aegypti son Canelones, con un 15%, Maldonado, con un 7%, y Colonia, con un 4%.

«Cuanto más densidad de población, mayor es el riesgo, entre otras cosas por la movilidad que puede tener el mosquito en esos lugares. No olvidemos que el aedes suele trasladarse por los transportes públicos», dijo a El País el decano de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina.

El trabajo se hizo tomando en cuenta 56 variables ambientales que tienen que ver con la configuración espacial, la topografía, el clima (temperatura y precipitaciones), hidrología, uso del suelo, edafología (ciencia que trata de la naturaleza y condiciones del suelo en su relación con las plantas) y las actividades humanas.

«El estudio nos mostró que hay grandes extensiones donde éste puede llegar a presentarse», dijo en tanto a El País el investigador y profesor de Geografía de la Facultad de Ciencias, Marcel Achkar, uno de los cuatro expertos que participó en la investigación. «La situación es preocupante», añadió el especialista.

Mientras que en 1958 el mosquito se había declarado erradicado en el país, como resultado de una serie de medidas coordinadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 1997 se registró una nueva aparición del aedes aegypti en Colonia de Sacramento. Tras esto, el insecto se detectó en Paysandú, Fray Bentos, Mercedes, Maldonado, San Carlos y Punta del Este. Hoy está en todo el país.

MSP atenta ante fiebre amarilla en Brasil

El Ministerio de Salud Pública (MSP) lleva adelante un «seguimiento diario» de los casos de fiebre amarilla en Brasil, señaló a El País la subsecretaria Cristina Lustemberg. La jerarca remarcó tanto la necesidad de vacunarse para quienes viajan a las «zonas selváticas» de ese país, como que quienes van a los lugares costeros no deben hacerlo.

«Qué quede claro que la vacuna no es para todas las personas que viajan a Brasil. Si alguien va a Florianópolis no tiene que vacunarse, y le está sacando el lugar a alguna persona que tiene que ir a Minas Gerais, para trabajar por ejemplo en una siderúrgica, y sí lo necesita», precisó Lustemberg.

E insistió: «No es una vacuna para dársela por las dudas, esa no es una conducta recomendada. Los que van a Río de Janeiro, por ejemplo, tienen que preocuparse más por dengue, zika y chikungunya».

La subsecretaria señaló que en Río y Bahía, por ejemplo, si bien existe riesgo en los municipios, este no llega a la zona costera.

«Es un tema estadístico. Lo demuestran los datos. Desde la década del 70 y hasta 2015 solo hubo cinco casos de viajeros norteamericanos y europeos que procedieron de las Américas con fiebre amarilla. O sea, el riego es para quienes van a las zonas selváticas», confirmó.

El MSP lanzó un comunicado la semana pasada donde advierte que la vacuna tampoco puede ser recibida por todos. Quedan por fuera, por ejemplo, las mujeres embarazadas, los bebés de entre 6 y 8 meses, y los mayores de 60 años.

En el caso del embarazo, el MSP sostiene que «excepcionalmente podría administrarse esta vacuna y requiere del aval del médico tratante. Si bien no se ha demostrado un aumento de eventos adversos durante el embarazo o en recién nacidos luego de administrada la vacuna, no se cuenta con estudios específicos. También se recomienda evitar el embarazo en las 4 semanas siguientes a la administración de la vacuna».

Repelente para quienes vuelven

La subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, hizo principal hincapié en la necesidad de usar repelente, sobre todo en el caso de los uruguayos que viajaron a Brasil. «Hay una recomendación en la que hay que hacer énfasis: los turistas que vienen de vacacionar, sobre todo de Brasil, deben tener precaución y usar repelente, porque puede ser que tengan dengue y no desarrollen los síntomas, y si los pica un mosquito este después puede ir y contagiar a otra persona».

«Es importante —insistió— el uso de protección, de repelente, mosquiteros, etcétera».

También pidió a los uruguayos que vuelven de otros países, como a los turistas que vienen a pasar sus vacaciones en Uruguay, controlar que no se creen criaderos.

Fuente: El Pais

Deja un comentario