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Arzobispo Daniel Sturla se reunió con el papa Francisco

El uruguayo recibió el palio arzobispal y participó de la ceremonia junto a otros 23 arzobispos. Luego tuvo una audiencia personal con Bergoglio © AFP Sturla recibe el palio de manos del papa Francisco

El arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, recibió el domingo de manos del papa el palio arzobispal, que lo invistió oficialmente como arzobispo metropolitano, y ayer lunes se reunió personalmente con Francisco, informaron agencias y el sitio web de la Iglesia Católica uruguaya.

“Doy gracias a Dios porque hoy en Roma rodeado de amigos de Uruguay recibí el signo del Arzobispo, el palio, de manos de Papa Francisco”, escribió el mismo domingo monseñor Sturla en Twitter.

Ayer lunes, antes de la reunión tuiteó: Hoy audiencia personal con el Papa. Hablando del Uruguay y su iglesia con alguien que nos conoce y nos quiere. Luego misa de uruguayos”.

No volvió a comunicar sobre la reunión en sí una vez que esta se realiz, ni en su cuenta de Twitter, ni en el sitio web de la iglesia.

El palio consiste en una estola confeccionada con lana de corderos bendecidos por el propio pontífice que se coloca sobre los hombros de los nuevos arzobispos provenientes de diferentes partes del mundo. Su imposición carece de carácter sacramental y es símbolo de comunión con el obispo de Roma, el papa.

La ceremonia se desarrolló ante miles de personas que coparon la basílica vaticana. Además de Sturla, Francisco impuso el palio al arzobispo de La Serena (Chile), monseñor René Osvaldo Rebolledo, al de San José de Costa Rica, José Rafael Quirós, y a los de las diócesis brasileñas de Pouso Alegre y de Porto Alegre, José Luiz Majella Delgado y Jaime Spengler, respectivamente.

Tras la imposición, el pontífice argentino pronunció una homilía en la que señaló que uno de los «problemas» del clero son los miedos y lo que denominó «los refugios pastorales».

«¿Tenemos miedo? ¿De qué tenemos miedo? Y si lo tenemos… ¿Qué refugios buscamos en nuestra vida pastoral para estar seguros? ¿Buscamos tal vez el apoyo de los que tienen poder en este mundo? ¿O nos dejamos engañar por el orgullo que busca gratificaciones y reconocimientos?», cuestionó.

El papa recordó que el verdadero refugio es «la confianza en Dios», que «disipa todo temor y libera de toda tentación mundana».

Con motivo de esta festividad, la estatua en bronce del apóstol San Pedro erigida en la nave central de la basílica vaticana ha sido recubierta, como ya es tradición, con los paramentos pontificales y le ha sido colocada en la cabeza una mitra de oro.

A la ceremonia asistió una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, encabezada por el metropolitano de Pérgamo, Ioannis (Zizioulas), co-presidente de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa.

Con él, Francisco acudió al término de la ceremonia ante lo que se considera el sepulcro de San Pedro, bajo el baldaquino de Bernini, para rezar ante él.

Tradicionalmente, una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla acude cada año al Vaticano para asistir a la celebración de la solemnidad de los patrones de la Iglesia Católica.

A ellos se dirigió hoy Bergoglio al comienzo de su homilía, para expresarles su deseo de que esta visita refuerce «los lazos de fraternidad en el camino hacia la plena comunión», que tanto desean, «entre las dos Iglesias hermanas».

Del mismo modo, una delegación de la Santa Sede viaja a Estambul cada 30 de noviembre con motivo del día de San Andrés, patrón de los ortodoxos.

La iglesia ortodoxa también venera a San Pedro y San Pablo como patrones de la Iglesia Universal.

EL OBSERVADOR

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