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¿Cómo comunicar a los hijos una separación?

Es posible que los niños en edad preescolar no hayan escuchado antes las palabras «divorcio» o «separación», y la mayoría no tendrán ni idea de lo que significan. Los niños de 2 años o menos seguramente no se darán cuenta de que su vida es diferente, siempre y cuando ambos padres sigan formando parte de su vida. Sin embargo, un niño que sea algo mayor puede sentir ansiedad y preguntarse cómo van a cambiar las cosas, sobre todo respecto a dónde va a vivir, dónde va a dormir y si va a continuar viendo a ambos padres.

El cometido de los padres es poder darle esta información de manera sencilla y clara. A esta edad están muy ensimismados, así que hay que explicarlo con claridad. Decirle que mamá y papá ya no vivirán juntos, pero que seguirá viéndolos a ambos. El mensaje más importante para los hijos es que seguirá recibiendo amor y atención, pase lo que pase.

Es normal que luego de dada la noticia el niño necesite tiempo para recuperarse, aun así, incluso los niños más pequeños pueden ser muy fuertes y tienen una capacidad sorprendente de adaptación. El cómo se le hable al niño de la separación antes, durante y después de que pase, determinará cómo la sobrelleve a la larga. Lo que más necesita es que lo reconforten y tener una rutina que le dé seguridad.

El doctor Pedro Barreda de la Fundación Integra dice que lo ideal es que los niños mantengan una relación con ambos padres lo más similar a la que mantenían previo al conflicto. Agrega que hay que informar a los hijos del divorcio o separación antes que se produzca la partida de la casa de alguno de los cónyuges. La decisión se debe comunicar en una reunión conjunta, de común acuerdo entre los padres. Aunque los adultos no estén de acuerdo en todo, lo ideal es que procuren ponerse de acuerdo en qué decirle al hijo, por su bien. Lo ideal es que se lo digan juntos. Esto evita confusión y da la impresión de que fue una decisión mutua. Ayuda también a preservar la confianza del niño en ambos padres. Para el doctor Barreda es importante hacerle saber al niño que la decisión no tiene nada que ver con su conducta ni que nada que él haga va a cambiar la decisión. Reasegurarles que se lo quiere y siempre será así, pese a que los padres no estarán tan juntos como antes, es importante.

Recuerde que los padres que se separan lo hacen por decisión consensuada, también lo hicieron cuando decidieron casarse, si uno desprestigia a su excónyuge se está también autodesprestigiando, además de destruir la imagen paterna o materna que son importantes para el niño .

Aunque nunca es buen momento para tener esta importante conversación, sí hay momentos malos, como antes de dejarlo en la escuela o a la hora de dormir. Esto es porque, justo después, cuando se sienta inseguro y solo, el niño necesitará de los padres. Hay que escoger un momento en el que los padres tengan tiempo de abrazarlo y darle la seguridad que en ese momento va a necesitar.
Hablar de manera sencilla también es importante, es decir en términos que el niño comprenda y limitar la explicación a no más de unas cuantas frases clave. Si ha presenciado muchas discusiones, conoce ese hecho y explica que intentan hacer lo mejor para la familia.

La separación de los padres es siempre una situación dolorosa para todos los miembros de la familia, por lo cual es importante permitir a los niños manifestar sus sentimientos de rabia y frustración, acogerlos y no enjuiciarlos. Ellos requieren muchas veces de la ayuda profesional, no deben sentirse culpables del rompimiento.

Para profundizar sobre el tema hablamos con la psiquiatra de adolescentes y niños, doctora Natalia Trenchi.

El momento de anunciar una separación a los hijos es difícil para los padres, ¿por dónde se puede empezar?

Generalizar en este tema es muy complicado porque cada situación es diferente, pero hay formas y modos que se deben cuidar. En primer lugar cuidar no solo qué se dice sino, más importante aun, cómo se dice. Lo importante es que los niños reciban el mensaje de que la decisión tomada no obedece a un impulso, que ha sido pensada y fue una decisión tomada en conjunto por los adultos. Transmitir que eso es lo mejor en ese momento para ellos. Sin duda, alguna persona dirá que en su caso la decisión no fue conjunta, sino que uno u otro lo/la dejó; pero esa información no tiene que llegar a los niños. Sea quien fuese la persona que tomó la decisión de separarse, frente a los niños debe ser planteado en conjunto, como una decisión de dos adultos. La transmisión del mensaje no puede ser irreflexiva, ni plantearse de forma irresponsable. Nadie debe quedar como culpable o víctima.

Más allá de cuáles sean las causas del divorcio, ¿hay que decirles a los niños las razones verdaderas de esta decisión? Si el niño o el adolescente requiere una explicación de los padres, ¿qué se debe hacer?

Aquí se introduce una variable que lo cambia todo, que es la edad del niño. Creo que siempre hay que decir la verdad, pero la verdad humana, no la anecdótica que sería algo así como: «Nos divorciamos porque tu padre conoció a otra mujer…». No. Ninguno de esos detalles le aporta al niño. Nada de lo que tenga que ver con la vida amorosa de sus padres debe transmitirsele al niño en esa instancia. Lo que hay que explicar es como para qué una pareja esté junta se deben dar muchas condiciones. Un niño pequeño por ejemplo puede entender el concepto: «No somos más novios pero seguimos siendo tus papás». Eso es algo que pueden entender. Ahora, si hablamos de comunicarle la decisión a un adolescente por ejemplo se le puede decir: «Ya no somos pareja. Ahora vamos a tratar de que lo que nos una sea el proyecto común de los hijos». Y esto es verdad, porque uno se divorcia de la pareja, pero no de los hijos. Siempre, ambos padres, deberán participar de la crianza en porcentajes iguales. Hay veces que lograr un equilibrio cuesta más, otras menos, pero el esfuerzo vale la pena, porque mucho más importante que lo que se diga en ese momento es lo que se haga a partir de esa instancia. Que los chicos sientan que no han perdido un papá o una mamá, tienen que sentirse seguros, pensar que el mundo sigue y apostar porque la familia consiga un nuevo equilibrio, aunque sea diferente.

Fuente: www.padreshoy.uy

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