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Devolverán todas las armas al coleccionista de Carrasco

Casi 2.000 armas que fueron incautadas a un coleccionista uruguayo el 16 de mayo, durante un allanamiento a su residencia en Carrasco, serán devueltas a su propietario, según la información a la que accedió El País por fuentes policiales.

El Servicio de Material y Armamento del Ejército, del que depende el Registro Nacional de Armas, culminó ayer las diligencias ordenadas por la Justicia para constatar si las armas incautadas al coleccionista estaban efectivamente registradas, y envió su informe final a solicitud de la Dirección General de Información e Inteligencia (DGII).

Las piezas incautadas continúan depositadas en un contenedor de la Guardia Republicana, desde hace tres semanas, mientras se realizó el inventario de las mismas y se cotejaron los permisos.

La jueza Graciela Eustachio, que está a cargo de la causa, había ordenado en su momento que las armas que estuvieran en regla le fueran devueltas a su legítimo dueño.

Fuentes policiales aseguraron ayer que la totalidad de las armas serán devueltas a su dueño, uno de los más grandes coleccionistas de América.

Eustachio, en tanto, confirmó que Policía Técnica terminó el inventario primario. Ahora, deberán realizar un informe que será presentado a la misma magistrada. «Esto puede demorar un par de semanas más», señaló la jueza, que esta semana está de turno y no se ocupará del caso hasta no finalizar el período.

Roberto Symonds, presidente de la Asociación Uruguaya de Coleccionistas de Armas y amigo personal del coleccionista recordó que no ha habido «ninguna acusación» contra el hombre, cuya casa fue allanada en medio de un vasto operativo del que participaron la Policía, la Guardia Republicana y el Ejército.

Symonds comentó que «se las van a devolver (las armas) en la medida que estén regularizadas todas las guías», agregando que «aquéllas que están con guías aún pendientes o sin transferir, se están actualizando y en base a eso, se realizará un inventario nuevo».

Symonds reafirmó que el procedimiento por el cual se incautaron casi 2.000 armas «estuvo mal hecho» y que fue «apresurado».

«Igualmente, en las últimas semanas hemos dejado bastante quieto el tema, porque las mismas partes interesadas pidieron que no hiciéramos más bochinche ya que el tema viene bien encaminado», afirmó.

El propio Symonds declaró semanas atrás a El País que el coleccionista había adquirido su primer arma hace 50 años. «Su colección es extraordinaria y reconocida a nivel mundial», dijo el presidente de la Asociación, consultado por el tema.

Luego del allanamiento del pasado 16 de mayo, el coleccionista se fue de su residencia y está vivienda en la casa de su hija. El hombre, de más de 80 años de edad, padece diabetes.

«Mi padre no está bien, ni anímica ni físicamente», fueron las únicas palabras que dijo la hija del coleccionista en diálogo con El País.

«El hombre no puede hacer mucho tampoco, hasta tanto no tenga el alta médica», dijo su abogada, Beatriz Scapusio, en referencia a los pasos legales que seguirá el coleccionista.

Fuentes judiciales afirmaron que el hombre fue citado dos veces a declarar al juzgado, pero no se presentó aduciendo problemas de salud.

Como se recordará, el allanamiento a la residencia de Carrasco obedeció a una denuncia del ex yerno.

Fuentes allegadas al denunciante señalaron que en agosto habrá audiencias en la Justicia Civil y Penal con relación a la denuncia de 30 armas de su propiedad, que habrían sido adquiridas por el coleccionista sin su consentimiento.

El ex yerno, a su vez, enfrenta una denuncia penal en Treinta y Tres -donde trabajó en la administración de un campo propiedad de la esposa del coleccionista- por el presunto robo de ganado.

En esa demanda ya han declarado como testigos un capataz y médicos veterinarios del campo.
La residencia fue atacada dos veces

Por sus problemas de salud y por una cuestión de seguridad, el coleccionista esta viviendo desde el día posterior a la realización del allanamiento en la casa de una de sus hijas, en una zona alejada de la ciudad. Su vivienda en tanto, está a cargo de un casero, quien permanece las 24 horas del día vigilando la propiedad.

No obstante, según informó la propia abogada de la familia, la casa sufrió al menos dos atentados. «Se han encontrado vidrios rotos a pedradas», señaló Scapusio en declaraciones a El País.

Se desconoce, tanto por parte de la abogada como de la Policía, si los agresores pretendían ingresar a la vivienda, para «rescatar» algún arma que pudiera haber quedado en el lugar o fue solo con la intención de hacer daño.

EL PAÍS

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