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«El viento se la llevaba y la tomé de la mochila»

Cientos de historias están surgiendo a partir de la tragedia que le tocó vivir a la ciudad de Dolores, afectada por un tornado el viernes. Historias de solidaridad y heroísmo. Una de esas historia ocurrió en el liceo N° 1 de Dolores.

Una profesora estaba dando clases en el tercer piso cuando el tornado arrancó el techo. La adscripta logró sujetar de la mochila a una estudiante que fue levantada por el viento y otra alumna cuenta cómo se salvaron de milagro al protegerse debajo de los bancos del salón mientras se desplomaba el edificio. Para ellas fue como vivir una película de terror.

«Estaba por empezar la clase y cuando los alumnos me advirtieron lo que veían desde el tercer piso, me dio para reaccionar. Se veía el tornado que avanzaba arrasando todo y levantando chapas por el aire», contó la profesora Florencia Zurbrikgg. Bajaron de apuro y se arrojaron al piso «tomándose la cabeza como en una situación de guerra», describió la docente a El País.

«Esto fue surreal con escenas dantescas. No podemos creer todo lo que pasó en poco tiempo» indicó la adscripta Verónica Bianchi. «Lo único que pude hacer fue alertar a mis compañeros y decirle a los profesores que debían desalojar y dónde permanecer», alcanzó a advertir la funcionaria.

«Bajaban por las escaleras las últimas dos estudiantes, una en estado de shock y otra de 18 años pero muy flaquita que alcancé a manotear de la mochila cuando el viento la levanta por el aire. Logré sujetarla y de no tenerla con mi mano no sé qué habría pasado», contó la funcionaria todavía impactada. El domingo la joven fue a visitarla a su domicilio para agradecerle haberle salvado la vida.

No se explican cómo lo que podía haber terminado en tragedia no registró ni un solo herido de gravedad.

«Estábamos en clase, recién habíamos entrado cuando vimos correr a la adscripta. Empezó un viento fuerte pero nunca imaginamos lo que vendría. Se cortó la luz, explotaron las tres ventanas y después la puerta», describe Ariana, de 15 años, que estaba en un salón ubicado en medio del patio liceal.

«La profesora nos pidió que nos pusiéramos debajo de los bancos y ella quedó abajo del escritorio. El viento hizo volar el techo y los focos empezaron a caer arriba de nosotros. En ese momento tomamos las placas del cielo raso para cubrirnos pero igual algunos objetos nos pegaron en la espalda y rodillas. En ese momento de caos pensé que realmente iba a morir», admitió la joven estudiante.

Ni bien pudieron levantarse vieron que el techo se había desplomado en el patio, pero pudieron salir a la calle a través de un pasillo. «Al ver todo obstruido pensé que no íbamos a poder salir del liceo y que las paredes empezarían a caerse sobre nosotros. Estábamos todos muy asustados y llorando de la desesperación», contó la estudiante. La madre de la joven explicó a El País que su hija y las compañeras de clase no quieren salir a la calle desde ese día.

Quinta víctima.

Ayer ascendió a cinco el número de fallecidos como consecuencia del tornado. Celina Torres, de 61 años, falleció en el CTI del sanatorio Amedrin de Fray Bentos. Fue herida cuando se desplomó una pared que le cayó encima. Fue trasladada con politraumatismos. Tres niños se encuentran en CTI y otros tres fueron intervenidos quirúrgicamente producto de las lesiones recibidas como consecuencia de las estructuras que empezaron a colapsar por la magnitud del viento.

El ministro de Salud, Jorge Basso, informó en Dolores que son 29 los adultos heridos que fueron derivados a centros médicos de la región.

Voluntarios.

El Pit-Cnt anunció la llegada de cientos de trabajadores para la reconstrucción de viviendas destruidas y solicitó formalmente integrarse al Comité de Emergencia para coordinar las acciones. Fueron los primeros en llegar para reparar los techos de la emergencia del hospital de Dolores, pero no los únicos. Hay voluntarios que hicieron 300 kilómetros para ayudar en tareas de limpieza y acarreo de donaciones. Hay arquitectos relevando daños en casas y médicos que no dudaron un segundo en asistir a la emergencia.

«Llegamos por la Red de Atención Primaria de Soriano, pero han venido voluntarios desde diferentes puntos del país que no han sido convocados y hemos reunido un importante número de médicos», expresó el médico Pablo Acquistapace a El País.

Lourdes Romero llegó desde Las Piedras, Canelones, con un nudo en la garganta por la magnitud de la tragedia. «En el momento en que nos enteramos de lo que había sucedido, el sindicato convocó a una movida y venimos más de 35 funcionarios en dos grupos», señaló Romero.

Dijo que se distribuyeron en brigadas «para hacer curaciones y distribuir alimentos».

Un elemento no menor es que con el tornado, mucha gente quedó sin su medicación.

«Es muy feo lo que está pasando pero es muy bueno lo que estamos sintiendo a nivel de población. Hay mucha solidaridad que se ha puesto de manifiesto y es un orgullo que el país se movilice como lo está haciendo. La sonrisa de un niño diciéndote gracias, es brutal», expresó Romero.

María Fajardo, directora de Políticas Sociales de la Intendencia de Soriano, empezaba su licencia cuando sobrevino el tornado. El viernes fue de las primeras en llegar a Dolores y no se ha movido del gimnasio municipal donde convive con los damnificados. Es quien se encarga de canalizar la ayuda que se recibe en galpones de una vieja fábrica de alpargatas.

«No precisamos más ropa. Estamos stockeados de prendas de vestir y calzados, pero precisamos colchones, frazadas, alimentos, agua y útiles de limpieza y aseo personal», indicó la funcionaria.

Ayer un grupo de empresarios se reunió con autoridades departamentales para transmitirles su deseo de ayudar en la emergencia. A instancias del exintendente José Luis Gómez, se creó un grupo de whatsapp «Reconstrucción Dolores» en el que se coordinan varios aspectos de la ayuda canalizada desde el sector privado. Chacreros del sur adelantaron su intención de enviar donaciones con camiones cargados de portland, uno de los insumos básicos para la construcción.

Relevamiento.

Existe una situación sumamente delicada relacionada a la estructura de las viviendas y se trabaja intensamente en tarea de prevención para evitar nuevas situaciones desgraciadas.

«Llevamos inventariado el 60% de las 140 manzanas de la ciudad afectadas. El martes (por hoy) si el tiempo lo permite se terminará de relevar el 100% de los daños», indicó Fajardo a El País.

Desde el Comité de Emergencia se solicita a los damnificados que no están registrados que concurran a hacerlo.

MTOP envía arquitectos a escuelas y hospitales

Un grupo de profesionales de la División Arquitectura del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) llegará hoy a Dolores para evaluar el impacto del tornado en los centros educativos y en el hospital local, dijo a El País el director de la repartición, Daoiz Uriarte.

«Hemos tomado contacto con las autoridades de ASSE, de la educación y del comité de emergencia de Soriano. Mañana (por hoy) vamos a enviar arquitectos a analizar las estructuras educativas para ver si se puede continuar o no con las clases», dijo. También se estará visitando los centros asistenciales de ASSE. Por otro la-do, Arquitectura del MTOP está coordinando con la Intendencia de Soriano el acopio de los materiales de construcción. «Es importante tener un lugar para concentrar los materiales que luego se derivarán para la reconstrucción», explicó.

El fin de un histórico edificio que albergó el teatro de Dolores

El tornado se llevó un ícono de Dolores y dejó a la ciudad sin teatro y sin cine. El edificio Paz y Unión será demolido al quedar con peligro de derrumbe. Las puertas llenas de polvo y de vidrios rotos, advierten que está prohibido su paso. Desde el área de cine, la imagen es dantesca: cientos de butacas orientadas a lo que era el escenario. La pared ya no existe y lo que había sobre el escenario quedó reducido a escombros. El cortinado rojo ahora enmarca parte de la tragedia que vive la ciudad. «En julio iba a cumplir 120 años y también se destruyó un piano de 100 años de antigüedad», lamentó Aldo Poletti, integrante de la comisión que gestiona el histórico edificio. El domingo 10 «estábamos muy contentos porque la sala de teatro estaba llena con el show de Diego Delgrossi y con la película de Adrián Suar (Me casé con un boludo) el cine se había llenado por primera vez desde su digitalización. Al domingo siguiente todo se transformó en un desastre».

Se trataba de un lugar emblemático para los habitantes de Dolores. «Aquí, en más de un siglo de vida se presentaron destacadas personalidades de la cultura y uno de los últimos fue Julio Bocca que nos felicitó por la sala», expresó Poletti. El edificio fue testigo de innumerables hechos históricos en la vida de Dolores. «Estamos de duelo. La cultura recibió un durísimo golpe al dejarnos sin teatro y sin cine», reflexionó Poletti. «Bomberos nos advirtió sobre la posibilidad de derrumbe», agregó.

Fuente: El Pais

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