Noticias Recientes

Lacalle habló de las «mentiras» del Pit-Cnt y culpó a Tabaré Vázquez

Al filo de "la positiva", Lacalle Pou y Álvaro Delgado dedicaron anoche buena parte del acto de lanzamiento de su lista a aclarar cuáles son sus propuestas en lo laboral, a criticar el paro del Pit-Cnt y a responsabilizar a Vázquez por el "caos político".

El diputado y líder de la lista 404, Álvaro Delgado, tenía pensado hacer un discurso rescatando la «fiesta» que es para él integrar esa agrupación. Sin embargo, cerca de las 18 horas de ayer llamó a Luis Lacalle Pou a decirle que iba a ir por otro lado. Por la cantidad de gente y de medios de comunicación que se esperaba, consideró que era la oportunidad de «aclarar ciertas cosas que se dicen que no son ciertas, que son deformaciones de la verdad».

Confesó que su «alegría» se había «empañado» esta semana al ver que en filas contrarias se estaba intentando «enchastrar la campaña». «Otros actores están empezando a jugar en la campaña: el Pit-Cnt», advirtió.

Delgado aclaró que siente «afecto» y «respeto» por varios dirigentes de la central sindical, con los que ha compartido mates y reuniones. «Con ese respeto es que digo: están pasando cosas muy extrañas. Se anuncia un paro por las dudas. No lo quiero calificar de ilegítimo. Es un paro porque seguramente alguno no leyó nuestras propuestas», alegó.

Luego se tomó unos minutos para decir que un eventual gobierno blanco no tendrá «complejo refundacional», que dejará lo que considere bien hecho, que tendrá espíritu de diálogo, que mantendrá los Consejos de Salarios. «El que no nos crea, que lo lea en las agendas!», incitó.

Delgado aclaró, a partir de comentarios que circulan en redes desde hace un par de días, que no planean modificar los regímenes laborales del trabajo doméstico ni del trabajador rural, aprobados por leyes presentadas por el Frente Amplio.

Sí reconoció, en tanto, que quieren derogar la ley de responsabilidad empresarial, un anuncio que días atrás generó la reacción crítica del sindicato de la construcción. «Todos compartimos el objetivo, discrepamos en el instrumento. Vamos a una etapa superadora», anunció, y luego exclamó: «No vamos a dejar a los trabajadores uruguayos desprotegidos. ¡Le declaramos la guerra a la siniestralidad laboral, sépanlo! No venimos a discutir derechos».

A su turno, Lacalle dijo que el de Delgado había sido un «gesto» que recordaría y reconocería, porque a veces había que «decidir hacer ciertas cosas en aras de la verdad».

El candidato no se detuvo a explicar sus propuestas referentes a las relaciones laborales, sino que fue más allá, y arremetió contra el oficialismo. «Lo que nos duele es que cualquier cosa valga con tal de no irse del poder, con tal de no soltar un cargo político. La bolilla de la alternancia del poder no la leyeron», acusó. Al respecto consideró positivo el hecho de que el Frente Amplio haya gobernado. «Pero los procesos históricos siguen», advirtió.

Entonces continuó: «El cargo político es un medio, no un fin. No vale llegar a cualquier precio; no debería. Ya lo he dicho: el que llega dividiendo no va a gobernar para todos».

Y en ese momento, entre los aplausos, los gritos que lo proclamaban presidente y los llantos de niños chicos, el candidato enmudeció al auditorio al mencionar directamente a su rival. «El caos político que algunos pretenden generar con instrumentos partidarios y parapartidarios tienen un responsable: el doctor Tabaré Vázquez». Argumentó en ese sentido que un debate entre ellos «bajaría el nivel de estridencias».

«Si alguien lo ve, dígale que no vamos a insultar ni menospreciar. Díganle, casi en secreto, que estamos dispuestos a reconocerle cosas buenas que hizo en su gobierno», ironizó.

En el acto también hablaron los dirigentes de la 404 Graciela Bianchi y Martín Lema, que se mostraron muy emocionados por el crecimiento de «la lista de Lacalle Pou». El candidato a vicepresidente, Jorge Larrañaga, señaló que la disyuntiva en octubre es «entre el continuismo de los fracasos o el Partido Nacional», pero aclaró que lo decía «por la positiva».
Ya quiere al Guapo

Para Lacalle Pou, Larrañaga es como «una bicicleta que no deja de pedalear» y «no afloja». Dijo que un amigo suyo aventuró: «A ese tipo no solo lo vas a terminar respetando políticamente; lo vas a terminar queriendo en serio». Ayer, Lacalle aseguró que ya lo está queriendo, aunque no sabe si es recíproco.
Críticas de ruralistas.

La Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra) salió al cruce ayer de Lacalle Pou y en un comunicado planteó que el candidato quiere «retroceder a las páginas más oscuras de nuestra historia» al plantear su oposición a que el sector tenga jornadas laborales de ocho horas. Dicen que eso implicaría volver » a un régimen de semiesclavitud y subordinación total».

EL PAÍS

Deja un comentario