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Se fue ayer a EE.UU. el primero de los siete aviones de Pluna

Ayer se fue del aeropuerto de Carrasco el primero de los siete aviones Bombardier CRJ-900 que pertenecieron a Pluna. Los compró la empresa estadounidense Strategic Air Finance (SAF).

El contador Gabriel Ferreira, síndico en el concurso judicial de Pluna S.A, informó a El País que la empresa compradora ya depositó los US$ 11 millones correspondientes al pago del primer aparato. El dinero quedará en custodia de la jueza de concursos Teresita Rodríguez Mascardi. El precio de venta de todos los aparatos será de US$ 70,7 millones.

SAF había llegado a un acuerdo con la compañía danesa Nordic Aviation Capital a la que cedió sus derechos sobre las siete aparatos comprados pero se mantiene como garante de la operación.

Nordic fue fundada en 1990 en la ciudad danesa de Skive y es una de las principales empresas a nivel mundial que provee aviones a las más importantes aerolíneas del mundo mediante contratos de arrendamiento. La empresa danesa, a su vez, le buscará destino ahora a los siete aviones Bombardier CRJ-900 que pertenecieron a Pluna.

Dadas las características de los aparatos y la demanda existente en Estados Unidos, es probable que sean utilizadas por alguna empresa de ese país.

La empresa compradora ofreció una garantía de US$ 4 millones que se sumaron al US$ 1 millón que en principio había establecido SAF para respaldar el negocio.

El primer avión pudo salir debido a que se levantó la hipoteca que sobre él existía a favor de Pluna Ente Autónomo.

El acuerdo original entre la asociación de peritos y SAF era por US$ 77 millones (US$ 11 millones por aparato). Sin embargo, las partes negociaron una rebaja de US$ 6,3 millones luego de que se detectaron distintos desperfectos en nueve de los 14 motores de los aviones.

En 2008, bajo la gestión de su gerente general Matías Campiani (preso desde 2013), Pluna compró los aviones pagando un total de US$ 203 millones ( a razón de US$ 29 millones por cada uno).

La operación fue financiada por el Scotia Bank de Canadá, con la garantía del Estado uruguayo. Desde 2008 se vienen pagando cuotas semestrales a esa entidad bancaria. Desde que el gobierno cerró Pluna en julio de 2012, las cuotas son pagadas por Pluna Ente Autónomo, con recursos del Ministerio de Economía y Finanzas.

Los US$ 70,7 millones generados una vez que culmine el proceso de venta de los aviones (ya que el comprador irá pagando por cada aeronave que se lleve) se destinarán a la masa concursal de Pluna S.A.

En mayo de 2014, la sindicatura concluyó que la deuda con los acreedores de Pluna S.A. es de casi US$ 170 millones. A la venta de los aviones por la que ingresarán US$ 70,7 millones al concurso deben descontarse unos US$ 800.000 que cobrará la empresa Bombardier, fabricante de las aeronaves, con la que la Asociación Uruguaya de Peritos (AUPE) había firmado un contrato para que actuara como intermediaria en la negociación de los aparatos, y a la que se le había otorgado exclusividad en relación a cuatro.

Quedarían unos US$ 100 millones sin cubrir a los acreedores. AUPE aspira a que la diferencia entre lo que podría pagar el concurso y el monto total de la deuda con los acreedores (que la ley de Declaración Judicial del Concurso y Reorganización Empresarial denomina «déficit patrimonial») sea cubierta por las capitalizaciones impagas a Pluna S.A. AUPE sostiene que los accionistas mayoritarios de Pluna S.A incumplieron distintas capitalizaciones.

EL PAÍS

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