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Suárez, con el «Manosanta»

El fisioterapeuta Walter Ferreira tiene en sus manos la ilusión de un pueblo, recuperar a Luis Suárez.

El rumor corrió como reguero de pólvora. «Suárez no va a pisar el Complejo Celeste, se va derecho a Belo Horizonte». Y despertó, claro está, una nueva variante de las tantas que se tejieron en los últimos días, desde el mismo momento que el delantero celeste dejó la Médica Uruguaya para ir a su domicilio.

La vigilia es diaria. «¿Fue Suárez?», es la pregunta que todos se hacen en la calle. Y la respuesta, hasta ahora, sigue siendo la misma: «No».

El futbolista sigue trabajando en su rodilla operada. Apuesta a su recuperación, «pero sin apurar los plazos», remarcó en conferencia de prensa el maestro Tabárez.

Walter Ferreira, el hombre que tiene en sus manos la recuperación de Suárez, y en ellas, sostiene la ilusión del jugador de los tres millones de uruguayos, sabe lo que hace. Es el kinesiólogo que ha recuperado a las máximas figuras del fútbol uruguayo.

No lo dice, claro, es de perfil bajo, y no aparece en ningún medio. Pero por sus manos pasaron las piernas más caras del mundo.

Ferreira trabajó con Ruben Sosa, cuando era la máxima estrella del fútbol italiano, con Daniel Fonseca, cuando brillaba en el Napoli, pero también con Paolo Montero, el líder futbolístico de la Juventus ganadora de todo.

Son sólo algunos nombres, pero por sus manos desfilaron muchos más, como Álvaro Recoba, el propio Diego Forlán y se ha mantenido vigente y «aggiornado» que hasta es permanente consulta por médicos y fisioterapeutas del exterior. Muchos le dicen el «Manosanta», porque hace lo que nadie puede hacer, porque logra lo que pocos logran, y por eso es el hombre de confianza de jugadores y médicos.

Hoy Suárez está trabajando de acuerdo al plan trazado por la sanidad. Pero tiene un «plus»: Ferreira le da más horas de trabajo y atención. Va a su domicilio y el jugador, cuando puede, se traslada a la casa de Ferreira.

«Tranquilos, voy a llegar, voy a hacer todo lo posible para lograrlo», repite en su cuenta de tuiter Luis Suárez, y hasta le aseguró a sus compañeros del Liverpool que juegan en la selección de Inglaterra, que iba a enfrentarlos en el choque de Sao Paulo.

El rumor, que corrió como reguero de pólvora en las últimas horas, agregaba que Ferreira lo dejaría «pronto» para que pudiese jugar el partido debut ante Costa Rica.

Es más: hasta se llegó a manejar la posibilidad de que Suárez ni siquiera pasase por el Complejo Celeste en su período de recuperación, y que fuese directamente de Montevideo a Belo Horizonte.

Lo cierto es que hoy Suárez está evolucionando «muy bien», como apuntó el lunes pasado el Dr. Alberto Pan, Jefe de la Sanidad de la selección uruguaya.

Y lo hace tal y como estaba previsto, pero con un «plus»: está bajo tratamiento intensivo de Ferreyra y eso puede alentar una esperanza que hace una semana no se tenía: que el jugador pueda recuperarse en un plazo menor, sin apurarlo, sin saltearse ningún trabajo, yendo de a poco y con precaución, pero con más carga horaria en su tratamiento de rodilla izquierda.

El «Manosanta» lo cuida y lo mima como pocos, y Suárez aporta lo suyo siguiendo las pautas de trabajo al pie de la letra. «Es un león, tiene una fuerza de voluntad bárbara», agregó Pan.

La ilusión del goleador está en buenas manos. La esperanza de tres millones de uruguayos, también. Walter Ferreira, ese «mago» de perfil bajo, lo viene preparando con todo. En una de esas, el «Pistolero» da una sorpresa.

EL PAÍS

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