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Una guerrilla llamada Calle 13

El grupo puertorriqueño pasó por Montevideo haciendo del Velódromo una fiesta juvenil pero también familiar. Rimas, militancia y sobre todo, mucho ritmo.

Diez segundos. Eso fue lo que le costó a Calle 13 poner a bailar al frío Velódromo Municipal de Montevideo en la noche de ayer. Le costó lo mismo que al público reconocer la percusión por debajo deFiesta de Locos y saber que estaban a punto de encontrarse con aquello que fueron a buscar.

René Pérez, Ernesto Cabra y los suyos se presentaron quince minutos pasadas las 21 ante un público que iba entre los cincuenta y los cinco años aunque predominaban las chicas de 20 años o menos. La consigna pareció ser sacarse el frío a fuerza de reggaetón y rap latino. Residente y Visitante lo saben bien así que arremetieron con El baile de los pobres. Luego de eso, Pérez intercambió saludos con los presentes y preguntó si les habían entregado a la entrada una tarjeta que permite bajar de internetMultiviral, el último trabajo de la banda de forma gratuita. La respuesta general fue que no y eso molestó al artista que pidió solución para el problema en dos oportunidades durante el show.

Álbum nuevo y gira inmediata

De MultiviralEl aguante fue el primer corte en sonar y luego siguió Un beso de desayuno, como dijo Pérez, una canción de su segundo disco con la consigna de mostrar que Calle 13 también escribe “cosas bonitas”. El primer momento romántico de la noche se esfumó cuando comenzó a sonar La cumbia de los aburridos y volvió la fiesta. Le siguió Adentro, una declaración contra el gangsta rap puertorriqueño y la sociedad de consumo, y Digo lo que pienso otro momento de frontalidad y rabia de Pérez.

La vuelta al mundo fue el primer tema largamente coreado, mientras que Multiviral vino acompañado por un pedido, levantar los teléfonos celulares para que, desde el escenario, se tomara una fotografía que, junto con otras de su gira, se presentará ante al presidente norteamericano, Barack Obama, pidiendo la liberación de Oscar López. López es un puertorriqueño encarcelado en Estados Unidos por actividades sediciosas o, según Pérez, “por luchar por la independencia de Puerto Rico”.

La apuesta de Calle 13 fue arriesgada, salir de gira a poco tiempo después de lanzar un nuevo álbum. Eso llevó a que en temas comoMultiviral el público no estuviera familiarizado con el material aunque fue bien recibido en líneas generales.

La bala hizo mover las cabezas como ocurre en un concierto de rock para luego dar paso a un recitado del artista uruguayo, Horacio Ferrer, que apareció en el escenario para cantar junto con la segunda voz de la banda, PG-13. Los pasos de baile volvieron con El tango del pecado, uno de los clásicos que hicieron a la banda conocida en las pistas de baile del continente. Siguieron La Perla yCalma Pueblo.

Militancia y fiesta

Llegó el momento de los bises. Atrévete te te transformó el frío Velódromo en una pista de baile gigantesca con niños de cinco años cantando las letras de memoria y adultos contorneándose entre risas. Otros se tiraban por las laderas del Velódromo utilizando a Calle 13 como banda sonora para un feliz regreso a la niñez. Ese fue el tema que pagó la entrada para un lugar que estaba colmado al noventa por ciento.Las últimas canciones fueron Muerte en Hawaii y Latinoamérica.

Cada uno se llevó aquello que fue a buscar. Calle 13 logró hacer bailar al público montevideano con su mezcla de estilo, sus rimas sarcásticas y eso no es poca cosa.

 

Fuente: El Observador

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