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Uruguayos cruzan «a mansalva» a Brasil para aprovechar el real barato

Brasil está barato. Así lo muestra la fuerte devaluación que viene procesando su moneda en lo que va del año (48%), pero también el aumento del trasiego de los uruguayos que cruzan los distintos puntos de la frontera para beneficiarse del abaratamiento del vecino del norte. En la vereda de enfrente, los free shops en territorio uruguayo ven cómo los brasileños vienen cada vez con menos asiduidad a realizar el turismo de compra que solían hacer con fuerza hasta hace poco tiempo. Las ventas cayeron 40% durante el primer semestre frente al igual período del año pasado.

La alcaldesa del Municipio del Chuy, Mary Urse, fue gráfica al señalar cómo impacta la devaluación de la moneda brasileña. «De Montevideo están viniendo a mansalva a comprar del lado brasileño», aseguró en diálogo con El Observador. Agregó que es notorio el incremento de los uruguayos que cruzan la frontera para realizar compras en función de precios «atractivos». La jerarca citó algunos ejemplos de los valores que pueden obtenerse en los comercios del lado brasileño. Por ejemplo: un kilogramo de papas desde $ 15; una lata de aceite $ 23; kg de sal $ 6; 2 kg de azúcar $ 20; paquetes de fideos de 500 gramos desde $ 14; arroz a $ 15 el kg; morrón a $ 35 el kg y la banana a $ 15 por kg. En tanto, la funda de ocho refrescos de una reconocida marca cola se vende a $ 220; pasta dental de 120 gramos a $ 30; el kg de carne picada a $ 99 y el asado a $ 120 por kilo.

Según el Índice de Capacidad de Consumo de los uruguayos en el exterior de El Observador, (ICC- EO) en lo que va del año el poder de compra en Brasil de un salario uruguayo aumentó 19%.

El precio del combustible también da un motivo para cruzar la frontera. En el Chuy, un litro de nafta Súper del lado uruguayo se paga a $ 33 por litro –producto del descuento de Imesi que habilita el gobierno en los pagos con tarjetas–, pero en territorio brasileño su valor es de $ 25 por litro.

El director de Aduanas, Enrique Canon, dijo ayer a El Observador que estaba llegando de un viaje del exterior por lo que no tenía «mayores comentarios» para realizar sobre los operativos que se están realizando en los puestos fronterizos. Según supo El Observador, los controles aduaneros –en el caso del Chuy–, son por ahora «laxos», salvo en los casos donde se registre un volumen abultado de un producto puntual.

En otros puntos de la frontera con Brasil la realidad no es muy distinta. La gerenta del free shop de Aceguá, Carla González, dijo que en los últimos meses se ha «intensificado muchísimo» el número de habitantes de Melo (ubicado a 60 km) atraídos por los precios en territorio brasileño. La contracara es una «merma» en las ventas de los free shops instalados en Uruguay, producto de la menor afluencia de brasileños.

Difícil proyectar un repunte

El secretario general de la Cámara de Empresarios de Free Shop y Afines del Uruguay, Carlos Loaiza, informó que las ventas disminuyeron en el entorno de 40% durante el primer semestre respecto al año pasado. Admitió que es «difícil» estimar la duración de esta coyuntura porque no solo está afectando la devaluación del real sino la crisis económica y política que está golpeando a los brasileños. «Es un momento bajo del ciclo. Las empresas (free shops) han realizado inversiones millonarias y no consideran que sea el fin de la frontera», acotó.

En la misma línea, el proveedor de free shops, Alejandro Niski, comentó que las ventas mensuales a este tipo de negocios tuvieron un descenso del 50% en los últimos meses. Explicó que es «natural» que en el contexto actual los brasileños opten por postergar decisiones de compra de bienes suntuarios que son los que mayormente se comercializan en los free shop.

Para paliar esta contexto de menos ventas, los free shops han realizado gestiones con la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) buscando mecanismos de extensión del seguro por desempleo para evitar el menor impacto social en las ciudades de la frontera. También se entablaron contactos con el Ministerio de Economía para buscar «medidas paliativas», pero se entiende que es «complejo» avanzar con una coyuntura de déficit fiscal como el actual, reconoció Loaiza.

Por su parte, la alcaldesa del Chuy se mostró preocupada por el cierre de opciones gastronómicas del lado uruguayo. Actualmente solo hay un restaurante abierto y su futuro es incierto. Según Urse, las cargas impositivas (BPS y DGI) desalientan la radicación de esos comercios. «Así como tenemos la nafta de frontera, habría que buscar alguna opción para corregir esa situación desventajosa», planteó.

Dólar se acerca a los cuatro reales

El real se desvalorizó ayer por tercera sesión seguida para cerrar muy cerca de las cuatro unidades por dólar en medio de las preocupaciones por las cuentas públicas. La moneda brasileña se depreció 0,5% a 3,98 unidades por dólar, en su segundo menor nivel de cierre de la historia. La única vez que el real cerró a un valor más bajo fue el 10 de octubre de 2002, cuando estuvo en los 3,99 unidades.

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