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Abogado de López Mena ratifica trama por Pluna

El exabogado de Juan Carlos López Mena declaró ayer ante la jueza de crimen organizado por el caso Pluna y fue relevado del secreto profesional. En pocos días comparecerá Calvo Sánchez, el emisario de Cosmo.

Durante más de tres horas, Daniel Rocca, exabogado del dueño de la naviera Buquebus y la aerolínea BQB, Juan Carlos López Mena, declaró ayer ante la jueza especializada en crimen organizado Adriana de los Santos y el fiscal Juan Gómez, en el marco del caso Pluna.

La comparecencia de Rocca, que asistió en calidad de testigo, ocurrió 15 días después de que el abogado presentara una demanda civil por US$ 2 millones a López Mena, producto de aparentes haberes impagos por su labor profesional.

En esa demanda, que es tramitada por la jueza civil Gabriela Merialdo, el abogado relata las gestiones que hizo en nombre de López Mena por el aval de US$ 13,8 millones que el Banco República concedió a la empresa Cosmo (única oferente y que luego desistió de comprar los siete aviones Bombardier que pertenecieron a Pluna en la subasta del 1° de octubre de 2012) y que el dueño de Buquebus y BQB finalmente aceptó cubrir, según Rocca, tras ser presionado por el gobierno.

Ayer, ante la jueza De los Santos y el fiscal Gómez, Rocca ratificó las afirmaciones que realiza en la demanda civil contra su exempleador.

Como primera medida y al comenzar la audiencia, la jueza relevó a Rocca del secreto profesional que debía guardar respecto a las gestiones que llevó a cabo en representación de López Mena, según dijeron a El País fuentes del caso.

El interrogatorio a Rocca, que se extendió durante más de tres horas, fue presenciado por el abogado Germán Aller, quien asumió la defensa de Hernán Antonio Calvo Sánchez, el supuesto emisario de Cosmo que dijo representar a esa empresa en el fallido remate de los aviones de Pluna.

Calvo Sánchez, que actualmente reside en Miami, deberá prestar declaración en calidad de indagado ante la jueza De los Santos y el fiscal Gómez a principios del mes próximo.

Según Antonio Álvarez Hernández, Calvo Sánchez (que trabajó en Buquebus durante 20 años) actuó como testaferro de López Mena en el remate de los aviones y él prestó el nombre de su empresa a cambio de US$ 13,8 millones. Álvarez Hernández aportó a El País una serie de correos electrónicos que dice haber recibido de Calvo que probarían esa situación.

Si bien Calvo Sánchez deberá declarar en pocas semanas en el marco de una investigación reservada que indaga su actuación en el remate, la jueza De los Santos y el fiscal Gómez todavía no definieron si volverán a citar a López Mena, quien declaró en el marco del caso Pluna a fines de 2012.

Por las irregularidades descubiertas en relación al trámite del aval otorgado a Cosmo, en el pasado mes de abril la jueza De los Santos ordenó los procesamientos sin prisión del exministro de Economía, Fernando Lorenzo y del hasta entonces presidente del Banco República, Fernando Calloia, quienes fueron imputados por el delito de abuso de funciones.
Reuniones.

En la demanda que presentó contra López Mena, Rocca pidió la citación del presidente José Mujica y del secretario de la Presidencia, Homero Guerrero, entre otros jerarcas del gobierno.

Rocca relata que en 2012, tras la fallida subasta de los aviones, existieron «tensas y crispadas reuniones» entre el empresario argentino y autoridades oficiales que presionaron a López Mena para que cubriera el aval, cosa que finalmente hizo y en forma inconsulta con su él, dice el abogado.

En la demanda, Rocca describe detalladamente el asesoramiento jurídico que le brindó a López Mena en relación al aval, como el convenio de pago de la garantía que se firmó el 19 de marzo de 2013 y que incluyó una cláusula resolutoria si la ley de liquidación de Pluna era declarada inconstitucional.

Según Rocca, su renuncia a Buquebus ocurrió el pasado 23 de mayo, luego de que el abogado argentino Horacio Martiré (asesor de Buquebus en Buenos Aires) le confirmó que Calvo Sánchez había actuado como testaferro de López Mena.

«Su participación ya no era como siempre la pintó ante todo el mundo, por lo que ante tal ofensivo y desleal proceder y en protección de mis derechos, dado el anuncio de involucrarme en temas ajenos a mi responsabilidad, resolví, sin más trámite, notificarle vía correo electrónico la decisión irrevocable de no asesorarle legalmente más a él ni a sus empresas», afirma el abogado.

EL PAÍS

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