Bocetos de Pedro Figari robados del Museo Blanes

«Por razones de fuerza mayor el museo permanecerá cerrado todo el día de hoy. Disculpe las molestias ocacionadas (sic). Gracias». Así rezaba un mensaje pegado en diferentes partes del Museo Blanes.

Al mediodía, la directora del museo, Cristina Bausero, se comunicó con la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) —de la que depende el establecimiento— para informar de la ausencia de una pieza del acervo que estaba en exposición.

Tras la notificación, la IMM realizó una denuncia a la Policía por lo ocurrido y personal de la Seccional 12 concurrió al lugar. Allí se interrogó e inspeccionó a los funcionarios del museo, para conocer quién pudo tener contacto con lo robado y si alguno lo tenía guardado entre sus pertenencias, informaron fuentes policiales.

A las 15:00 llegó al museo personal de Policía Científica, que analizó la escena del crimen y buscó huellas de los autores del hurto.

La extracción de esta libreta de Figari se suma al robo de un cuadro del mismo autor de la serie «Las lavanderas», del despacho de la intendenta Ana Olivera, lo que se constató en diciembre del año 2011. Ese hecho provocó una investigación administrativa, a instancias de un planteo del edil del Partido Nacional Edison Casulo. Se inventariaron 188 obras pertenecientes al Museo Blanes que el Palacio Municipal tenía en préstamo, pero el procedimiento reveló el faltante de 21 obras, de las cuales ocho siguen sin aparecer.
Investigaciones.

El director de Cultura de la IMM, Héctor Guido, dijo ayer que al mediodía fue notificado por la directora del museo de «un faltante de una pequeña libreta con anotaciones y bocetos de Figari sobre un viaje de 1916» de entre 12 y 15 centímetros, tras lo que se hizo la denuncia policial y se inició una investigación administrativa de urgencia «de la cual aguardamos los resultados».

Sostuvo que «no fue una obra de arte de Figari, lo cual no quiere decir que no tenga valor por lo testimonial al provenir de un artista como Figari» y agregó que desconoce si funcionaban o no las cámaras del museo. «No sabemos en qué momentos se produjo y en qué circunstancias. El museo recibe muchas visitas de estudiantes y escolares, entonces lo prudente es esperar la investigación administrativa y policial», acotó.

Bausero dijo a El País ayer en la tarde que se habían robado un boceto de Blanes y que están investigando con la Policía. En tanto, funcionarios policiales informaron que lo robado fue una libreta con bocetos de Figari. En el museo se considera que el o los ladrones fueron parte de las visitas al museo del miércoles, dijeron las fuentes policiales consultadas.

Añadieron que la libreta estaba en exposición en una «vitrina común sin seguridad especial alguna». Algunos policías se sorprendieron por las medidas de seguridad del museo, que consideraron escasas para el patrimonio con que cuenta la institución en exposición y en su depósito.

«Se olvidan que para los coleccionistas y gente que está en esto, un pieza como esta tiene un valor enorme, de fácil intercambio. Le llevás una libreta Figari auténtica a una de estas personas y te besa los pies», dijo a El País un oficial que prefirió no ser identificado.

En el correr de la tarde, una funcionaria salió del museo e informó a El País que no se podía ingresar al lugar. Añadió que tendrá que «iniciar una investigación administrativa para ver quién llamó al edil Casulo» e ingresó nuevamente al museo. Justamente, el edil Casulo fue quien el 11 de julio pasado planteó a la Junta Departamental la necesidad de un análisis del sistema de asignación del destino del personal policial que desempeña tareas en la IMM, la incorporación de nuevas tecnologías y sistema de seguridad en dependencias de acceso público.

En ese escrito, pidió que se incorpore personal policial al perímetro exterior del Museo Blanes «para prevenir el vandalismo o hurtos que ocurren actualmente». También pidió que «se instalen cámaras de seguridad, así como se refuerce el sistema de alarmas y detectores de humo en los museos departamentales que carecen de los mismos para salvaguardar el patrimonio de la ciudad de Montevideo».

Alumnos y docentes de una clase de una escuela de Santa Catalina se lamentaban que tras un largo viaje en ómnibus no pudieron concretar la visita agendada al museo.

EL PAIS