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China Zorrilla fue pasada a cuidados intermedios

Ayer fue internada la actriz China Zorrilla en el sanatorio de la Asociación Española, afectada por un principio de neumonía en uno de sus pulmones. Pero una rápida respuesta al tratamiento alentó a que los médicos tomaran otras medidas.

En principio China fue ingresada en el Centro de Tratamiento Intensivo de la institución. De esa manera los médicos que la recibieron adoptaban una conducta de máxima cautela, habida cuenta de la edad de la actriz y de que eran necesarios exámenes para tener un diagnóstico certero.

Lo que se le detectó fue una afección en uno de sus pulmones, por lo que enseguida comenzó con un tratamiento que incluyó el auxilio de una máscara de oxígeno. De acuerdo al informe que los médicos dieron a los familiares de la notable actriz, no era necesario mantenerla en el CTI ya que China respondió de buena manera a los auxilios ofrecidos y el poder pasarla a una zona de cuidados intermedios, alejaba los temores a infecciones adicionales que pueden darse en las unidades de tratamiento intensivo.

De igual manera, no se podían adelantar otros pronósticos porque el factor tiempo es muy relevante en estos casos. Hacia el mediodía de este lunes, los médicos darán otro informe ponderando la calidad de la respuesta del paciente. Pero el ámbito familiar de China parecía lucir más distendido después del diálogo que tuvieron en la tardecita de ayer.

No es el primer tropiezo de salud que tuvo la artista después de haber cumplido los 90 años. Cuando aún vivía en Buenos Aires tuvo un período en que su físico apareció afectado por enfermedades. Fue por eso que en diciembre de 2012 la familia le propuso que regresara a Montevideo, lo cual es valorado como una decisión afortunada ya que desde entonces China se estabilizó desde el punto de vista sanitario, viviendo en una casa que conoció desde toda su vida. En ese entorno vive en las proximidades de una hermana y de varios sobrinos, que son los encargados de auxiliarla.

El 14 de marzo de 2012, China quiso festejar su cumpleaños número 90 haciendo lo que mejor sabe hacer: subida a un escenario, diciendo textos para la admiración de una platea que aquel día tenía un auditorio muy especial.

Fue en la Sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes, en Buenos Aires, que se mostró otra vez como la Dorotea de Las d`enfrente, obra escrita por Federico Martens. El País fue testigo de lo que allí pasó y de que manera la fuerte emotividad producida rompió la famosa «cuarta pared» para que las sensaciones vividas en la platea no tuviera reparos para hacerse sentir en el escenario.

Uno de los compañeros de elenco de China, Adolfo Yannelli, no dudó al decir que aquel fue «un momento único e irrepetible, ver a esa personalidad emocionada frente a un Cervantes repleto cantándole el feliz cumpleaños, es emoción pura y un privilegio estar en el escenario con ella». Otro tanto reflejó la actriz Marikena Riera, encargada de representar a la hija mayor de la Dorotea: «pensamos que no íbamos a parar de llorar en toda la función, pero lloramos antes de que empezara y entonces lo soportamos. Es emocionante verla a ella emocionada, esto es único y va a ser histórico, es historia pura».

Es que no es frecuente ver a una actriz celebrar sus 90 años arriba del escenario. Y no solamente por la necesidad de estar en un estado bueno de salud. Porque lo que China Zorrilla hizo aquella noche en el Cervantes fue un gesto de agradecimiento al conjunto de los teatreros que la estuvieron acompañando desde siempre. El esfuerzo personal que ese gesto implicó llevó a que la actriz hiciera su papel desde una silla, pero sin afectar el drama que se montaba.

Buena parte de esos compañeros de vida estuvieron en el auditorio. Carlos Perciavalle, Miguel Jordan, Haydée Padilla, Mónica Gonzaga, Carolina Papaleo, Héctor Fernández Rubio y Marcos Carnevale (que la dirigió en la muy disfrutable Elsa y Fred), entre otros, estuvieron mezclados con los varios familiares de China que había cruzado el río para no perderse semejante celebración. Una tradicional torta de cumpleaños y un rosario de anécdotas siguieron a la representación teatral, aunque China se retiró de inmediato del lugar, seguramente como forma de reservarse ante semejante alud emocional.

Fernández Rubio, quien compartió varios trabajos con China, en aquella situación recordó la última vez que se habían encontrado: «Fue hace muy poco en la puerta del edificio en el que vive, estaba recuperándose de un problemita de salud y salía apoyada en un andador y yo le dije: `China de mi vida… ¿Cómo andás?` y ella me dijo con su clásico humor: `Ya me ves, con andador`. Aún en los momentos difíciles y complicados ella siempre tiene esa bonhomía, ese amor incondicional por sus compañeros y por su público».

EL PAÍS

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