Noticias Recientes

Comida vegetariana a la uruguaya

En la búsqueda por sentirse bien, llevar una vida saludable, cuidar la naturaleza y la paz interior es que muchos están adoptando cambios en la forma de alimentarse. Algunos han incorporado frutas y verduras a sus dietas, otros han virado a lo orgánico y otros han dejado la carne e incluso sus derivados. Es en este escenario, que se difunde cada vez más, la práctica del vegetarianismo.

La dinámica del consumo y de las patologías asociadas a este estilo de vida, han hecho que muchos comiencen a preocuparse por la calidad de los alimentos que ingieren, dejando de lado grasas y sumando a la dieta frutas y verduras. Inevitablemente la calidad de vida de una persona está asociada a su alimentación, y eso está demostrado desde hace tiempo.

Sin embargo, otros deciden virar de alimentación impulsados por otros motivos: por la sensibilidad con los animales, por una cuestión espiritual o de principios, o por un tema ecológico porque relacionan la ganadería extensiva con la destrucción del medio ambiente, el aumento del CO2 y el metano. Se les denomina vegetarianos y su régimen alimentario tiene como principio la abstención de carne. Para ellos el cambio no se reduce sólo a los alimentos, muchos incluso adoptan un estilo de vida particular. Hay diferentes grados: el vegano, aquel que no come ni carne ni derivados animales, están los que admiten el consumo de pescado y los flexivegetarianos que ocasionalmente consumen carne blanca.

Hay muchas celebridades que han adoptado esta modalidad de vida y alimentación como es el caso del científico Leonardo Da Vinci. Él pensaba que llegaría el día en que el mundo entero rechazaría comer carne por el mero hecho de verlo como un asesinato. También Benjamin Franklin fue vegetariano desde los 17 años, según publicó en su autobiografía. Otro que se suma a esta lista es el cantante Paul McCartney, conocido defensor de los animales, incluso llegó a decir que si los mataderos tuvieran paredes de vidrio habría más vegetarianos en el mundo. Si seguimos en el rubro de los cantantes podemos nombrar a Adéle que adoptó una dieta vegetariana para bajar de peso, aunque confesó que detesta el tofu, uno de los ingredientes más comunes en los platos de este tipo. Unos por moda, otros por fuerte convicción, lo cierto es que cada vez más personas optan por este estilo de alimentación saludable.

En nuestro país, funciona la Unión Vegetariana del Uruguay, que tiene como misión la de informar y difundir este tipo de dieta. En su página web dan a conocer productos, promueven reuniones mensuales (segundo domingo del mes) y además tienen un programa de radio online dos veces por semana. Francis, secretaria de la agrupación, confirmó que no hay una contabilización de cuantos vegetarianos hay en Uruguay, pero ha habido un aumento considerable en los últimos cinco años, debido sobretodo a la difusión a través de las redes sociales.
Montevideo vegetariano

En Montevideo hay alrededor de diez restaurantes que ofrecen únicamente comida vegetariana. Entre estas opciones está Namasté, un local instalado hace cinco años en el barrio Pocitos. Uno de sus dueños Martín Bonavita explica que en su local pueden encontrar “comida vegetariana a la uruguaya”, esto significa que sus platos no son para perder peso, aunque sí saludables porque se basan en verduras y no llevan obviamente ningún tipo de carne.

Según Martín, este régimen alimenticio tiene aún cierta resistencia en Uruguay, sobretodo por lo arraigado que está en nuestras creencias y costumbres el consumo de carne, lo que vuelve a este elemento indispensable a la hora de elaborar un plato. Martín lleva la mitad de su vida siendo vegetariano, cuando optó por este cambio de vida, lo hizo pensando que lo que él consume como alimento afecta al universo. “Yo puedo solo comer por el impulso o puedo tener una elección…yo necesito comer, pero puedo elegir entre lo que hace el mayor bien”. “Una dieta vegetariana no tiene solo beneficios para ti sino para el agua, para el planeta, etc.”

Cuando nació Namasté, Martín no tenía conocimientos de cocina, pero tuvo la oportunidad de crear este espacio para difundir sus costumbres y lo hizo. Quienes visitan el lugar coinciden que la casa tiene cierta mística y energía especial. “La música, la decoración, la propuesta logran una ecuación que se percibe y se siente. La idea es que la gente venga aquí a vivir la experiencia que nosotros hemos aprendido a desarrollar. La comida es sólo la excusa para vivir la experiencia”._MG_1123 (Copiar)

La antigua casona, construida por el 1900, impone presencia y da el marco ideal para este encuentro. Namasté se da el gusto de tener espacios diferentes dentro de la misma propuesta: un lugar con mesas y sillas convencionales y otra habitación donde el objetivo es sentarse en el suelo sin zapatos, partiendo de la premisa que estamos más conectados a la tierra de esa forma y nos predisponemos mejor para comer.

“La magia para nosotros es que coman nuestros platos y se olviden si están comiendo con carne o no”, afirma Martín. Strogonoff, chivito, pastel de carne vegetariano, quesadillas rellenas, o sea platos uruguayos sin carne, pero con todo el sabor. Para lograrlo es que recurren a diferentes tipos de ingredientes, como es el caso del xan chun (una árbol taiwanés, con un gusto similar a la cebolla), semillas de todo tipo, algas, proteína de soja, tofu, etc.

La idea del restaurante Namasté, explica Martín, es un primer paso en el camino hacia el vegetarianismo, “un lugar intermedio hacia el cambio de alimentación, para comenzar a tomar conciencia. Yo no dejé de comer carne porque no me gustara, todo lo contrario. Lo hice porque me di cuenta que no lo necesitaba. El objetivo es tomar conciencia de lo que uno come y que no sea solo el deseo o el impulso el que nos motive”.

Fuentes: saladeespera.com.uy

Deja un comentario