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Dos uruguayas se llevan la firma de Paul McCartney para siempre

Paul McCartney sigue a todo ritmo, no solo en sus actuaciones, sino en sus giras internacionales. Poco después de su notable segundo espectáculo en Montevideo, viajó a Santiago, donde realizará dos recitales.

McCartney no durmió en Montevideo. Inmediatamente después del show tomó un vuelo a Santiago de Chile donde le esperan dos funciones en el Movistar Arena, mañana y el martes. El viernes, ofrecerá los atractivos de su arte en Perú.

En Montevideo dejó el sabor de la dicha en las 50 mil personas que colmaron el Estadio Centenario, pero especialmente en Josefina Tramontin, una de las dos afortunadas que fueron elegidas para que el beatle les plasmara su autógrafo en la espalda en medio del show.

Es un clásico ritual dentro de los conciertos de Macca y es sabido que, estos fanáticos después se tatúan la codiciada rúbrica.
Cumplido.

Josefina tiene veinte años y es tan fanática de Paul McCartney que los días previos prácticamente no durmió. Era su tercera actuación en vivo del Sir pero casi como un designio místico y mágico, soñó con el cartel que plasmó al despertar y que la llevó a cumplir su sueño. El mismo decía en inglés: «Un lugar para ti en mi corazón, un lugar para tu autógrafo en mi espalda».

Ella le preguntó al oído si podía abrazarlo. «!En ese momento le hubiera dicho tantas cosas! Pero no salen y tenía a diez integrantes de la seguridad arriba. Cumplí el sueño de mi vida. Cualquiera que haya charlado cinco minutos conmigo sabe lo que es mi amor por Paul. Hay que creer en lo que uno desea y saber que todo puede ser posible. La felicidad que tengo en este momento no la puedo describir. Es increíble abrazar a alguien que sin saberlo te da tanto y pensar por dentro un inmenso `gracias`», relató a El País.

Josefina reveló además que cuando bajó del escenario junto a Marinka Egorov, la otra joven privilegiada, ambas se abrazaron y lloraron. Y que todo eso fue registrado para un DVD de Paul.

Como buena fan siguió a McCartney a todos lados desde que arribó a suelo uruguayo. Hizo guardia en el hotel Sofitel, mantuvo diálogo con algunos de sus músicos y pagó 2.100 dólares -después de negociar varios préstamos en su familia-para ingresar a la prueba de sonido, donde asegura que la producción del artista y el propio Paul advirtieron su presencia gracias al cartel y a sus gritos.

La chica es fotógrafa y en principio creía que podría conseguir que la contrataran para sacar fotos durante el concierto, pero su cámara se averió y ese plan quedó descartado. Ella también había hecho un dibujo para el artista. «Su producción me aseguró que se lo harán llegar porque Paul se enoja mucho si no le hacen llegar ese tipo de cosas».

«Sé que dijo mi nombre dos veces. Tenía olor rico y sus ojos…verlo a los ojos fue muy fuerte», confesó la bendecida, sobre los minutos que estuvo en escena. El Domingo de Pascuas tuvo que conseguir un tatuador.
Publicación by Joposepefipinapa Tramontin.

Tiempo.

Mientras siguen los ecos de su actuación en el Estadio Centenario, McCartney dio una entrevista a El Comercio de Lima, miembro del Grupo de Diarios América (GDA), en la que se refirió a su gira Out There y al proceso creativo de sus canciones.

«Los días son más rápidos, el mundo es un lugar más rápido. Pero creo que si realmente quieres hacer algo que toma trabajo, pues tienes que darte un tiempo. Cuando compongo una canción, normalmente me toma tres o cuatro horas escribirla y terminarla», explicó.

McCartney sostuvo que continúa el mismo proceso para crear que aprendió junto con John Lennon, que es sentarse a escribir a solas, aunque en ocasiones puede trabajar en sociedad con otras personas.

EL PAÍS

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