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Gestiones intensas para evitar paro de ómnibus

El gobierno realizó durante el fin de semana intensas gestiones para procurar evitar el paro del transporte previsto, en principio, para el jueves por el reclamo de los trabajadores de Copsa que exigen un ajuste salarial no pagado.

El director de Trabajo, Luis Romero, se mostró optimista respecto a la posibilidad de que se logre evitar el paro. Copsa, que solicitó concurso de acreedores, señaló al Ministerio de Trabajo que no estaba en condiciones de pagar el reajuste salarial de 7,16% correspondiente a septiembre, alegando que su situación financiera es complicada porque la paramétrica que le aplica el Ministerio de Transporte para ajustar sus tarifas no le permite cubrir totalmente sus costos.

Romero destacó la «mucha paciencia y enorme voluntad» que han tenido los trabajadores de Copsa (unos 800, de los cuales 540 están sindicalizados) para buscar una solución ya «que hace un año y pico están en este lío».

De todas formas, si el paro se realiza será el 13 de noviembre, pese a que la Asociación Uruguaya de Fútbol había pedido al sindicato del transporte (Unott) analizar la posibilidad de posponerlo para no interferir con el partido de las selecciones de Uruguay y Costa Rica que se jugará ese día.

El director de Transporte, Felipe Martín, dijo a El País que hubo reuniones «permanentes» durante el fin de semana en procura de una solución pero prefirió no adelantarse a vaticinar un desenlace. «Estamos tratando de encontrar una salida pero no al paro en sí, sino para el sistema pero no hay que adelantarse», comentó.

La postura del Ministerio de Transporte es que el ajuste que hubiese correspondido se podría haber cubierto con el subisidio que recibe la empresa. Copsa está en concurso de acreedores y los trabajadores pidieron a la Justicia que se efectivice la retención de la parte del subsidio destinada al pago del incremento salarial como forma de no perder el crédito laboral generado.

Con 300 vehículos, Copsa transporta 120.000 personas en los días hábiles.

Los trabajadores han cobrado salarios en cuotas y han percibido los vacacionales también en forma diferida y los aguinaldos con más de un mes de retraso. También reclaman pagos por presentismo y por hijos a cargo.

De realizarse, el paro afectaría al transporte metropolitano y a todos los servicios que salen desde las terminales de Río Branco y de Tres Cruces y también a los taxis.

El sindicato de Copsa señala que la empresa cometió errores al comprar unidades que gastan más combustible y denuncia que ha seguido ingresando personal a la empresa. Sin embargo, la empresa restó importancia a los ingresos y dice que ha abatido recientemente en 80 personas su plantilla.

Copsa transporta el 52% de los pasajeros suburbanos y también tiene frecuencias al departamento de Maldonado. La empresa descarta que haya mala administración y sostiene que sus costos son inferiores a los de su competencia pero que recibe un subsidio para el gasoil por kilómetro recorrido inferior al que reciben las empresas de servicios urbanos. La empresa de transporte sostiene que la necesidad de «descuelgue», es decir de dejar sin efecto el ajuste salarial, ha quedado ampliamente demostrada.

Otras empresas que brindan transporte suburbano como EOSA (Empresa de Ómnibus San Antonio) accedieron a pagar los ajustes con recursos de sus accionistas.

Hoy los trabajadores de Copsa se reunirán en una asamblea que puede resultar clave para determinar si se llega al paro o si este se suspende.

El dirigente de Unott, Marcos Lombardi, ha dicho que hay un «vaciamiento» de la empresa que pretende invertir en Paraguay pero el gerente general de la empresa, Javier Cardoso, lo desmintió y dijo que solamente se han realizado algunos viajes con ómnibus de Copsa alquilados a ese país. El sindicato de Copsa no ha hecho referencia a las presuntas operaciones de vaciamiento.

Los vehículos de Copsa son propiedad de unos 600 micro y pequeños empresarios. La compañía transporta 2,6 millones de personas al mes y asegura que debe explotar algunas líneas en el interior de Canelones que no son rentables.
Solución integral

El sindicato de Copsa pretende una solución del 100% de la problemática planteada, advirtió su presidente, Alejandro Alberro. Copsa argumenta que la posibilidad de «descuelgue» estaba prevista en el convenio firmado con el sindicato en 2011 y asegura que desde 2013 el transporte suburbano perdió más de $ 300 millones. Los pasivos de Copsa rondan los US$ 40 millones, de acuerdo con los datos de su concurso.

EL PAÍS

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