La esclerosis múltiple, una enfermedad silenciosa en Uruguay

Un día, hace 18 años, Raquel (54) se levantó y no podía hablar. «Mi cabeza tenía todas las respuestas de lo que me preguntaban, pero no me salía», cuenta. Su cerebro estaba tan inflamado que no podía armar las oraciones.

En ese momento no sabía que padecía esclerosis múltiple, enfermedad de la que este miércoles se celebra su día mundial. Se trata de una patología que daña a la cubierta protectora que rodea a las neuronas y se da, mayormente, en personas de entre 20 a 30 años.

Si bien no se sabe cuál es el motivo que la ocasiona, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que «los culpables» son los virus o defectos genéticos. Es decir, una persona es más propensa a sufrirla si tiene antecedentes familiares que la hayan contraído.

A Raquel le afectó parte del habla, pero existen otros síntomas como pérdida del equilibrio, temblor en uno o ambos brazos, necesidad frecuente de orinar o dificultad para comenzar a hacerlo, pérdida de visión, depresión, mareos, etcétera.

Empujes y remisiones
«A mí me afectó la parte del habla. Al principio, estuve muchos días sin poder hablar», narra Raquel. No fue lo único. «Estuve un año sin caminar, pero después lo recuperé. Tampoco puedo escribir mucho», añade,

Estos ataques van seguidos de períodos de reducción de los síntomas (lo que las víctimas llaman remisiones). A su vez, la fiebre, la exposición al sol y el estrés puede agravar la enfermedad (empujes).

«Es fundamental que el paciente trate de evitar los empujes porque son ellos los que dejan secuelas» y hacen evolucionar a la enfermedad, afirma la web de Esclerosis Múltiple Uruguay (EMUR).

Raquel trabaja como administrativa en una empresa y, tras recibir el diagnóstico de la enfermedad, inició los trámites para jubilarse. «Tengo cuatro hijos (…) No tengo a nadie que me ayude en mi casa porque yo me exijo a moverme. Es imoprtante que tu estado anímico sea siempre positivo», añade.

En Uruguay
La enfermedad afecta a 1.800 personas aproximadamente en Uruguay, según cifras de EMUR. «En nuestro país existen de 22 a 23 casos cada 100.000 habitantes, siendo éste el índice más alto de América del Sur», señala el sitio web de la organización.

Su presidenta, Susana Carballido, aseguró a El País que «no tiene cura». «Lo que se puede hacer es que el diagnóstico sea lo más pronto posible», afirma. «Es una enfermedad silenciosa, que no duerme», añade.

Con motivo del día mundial, la organización realizará un evento este miércoles a las 18:30 horas en la sede del Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT) en Plaza Independencia 812 a las 18:30 horas. El tema central será la «accesibilidad».

EL PAÍS