Noticias Recientes

MENTIRAS PIADOSAS QUE DECIMOS LAS MUJERES

No importa que tan buena persona seas, siempre habrá algunas pequeñas y piadosas mentiras que dirás. Especialmente porque somos mujeres y no siempre nos permitimos ser tan sinceras para evitar los prejuicios.

¿Te suena haber dicho alguna ellas?

1. “Ya estoy en camino, llego en 15”
¡Mentira! En verdad estás terminando de maquillarte y con mucha suerte en 15 minutos colocarás las cosas en tu cartera y saldrás en busca de ese taxi que no vas a encontrar muy fácil. Uber ni pensarlo, en diciembre y después de las 19 horas no sueñes con una tarifa menor a 1.9.

2. “¡No le voy a estar contando a cualquiera!”
Mmmmm. Está bien que tenés una buena relación con ese compañero de trabajo, pero ¡te contó el chisme del año sobre alguien con quien no te llevás tan bien! Esa información es digna de una investigación del FBI y tenés que contársela a alguien. Pobre tu novio, madre o mejor amiga, alguien  deberá escuchar la historia sin entender ni siquiera de quién estás hablando.

3. “Me encantaría ir, lástima que justo ese día tengo el cumpleaños de mi abuela”
Un compañero de facultad con el que solo cruzaste dos veces palabra, una para pedirle la hora y otra para chequear que la revisión fuera en la fecha que pensabas, te invita a su cumpleaños. Está bien que para salir de fiesta no se necesita demasiada excusa, pero tampoco inmolarte y pasar una noche de sábado rodeada de desconocidos borrachos que intentan averiguar tu vida ya que sos la única cara nueva de la reunión.

4. “Me estoy quedando sin batería, hablamos en otro momento”
Eso o que estamos entrando al médico, a un parcial, al banco o cualquier otro lugar en el que el celular esté vetado. El mensaje implícito es que no te interesa ni un poquito seguir charlando con él, ese pesado que conociste hace unas semanas y no para de bombardear con whatsapps.Muchachos, si leen esto sepan: si nos interesa hablarles lo vamos a hacer, no le damos vueltas.

5. “No me llegó nada, capaz está en spam”
Típico. Se lo decís a tu jefe cuando te mandó un correo a las 2 AM y reclama respuesta en el instante en que ponés un pie en la oficina. Por dentro reprimís las ganas de decirle frases como: “Tengo una vida”, “A esa hora las personas normales duermen”, “Lo vi pero sinceramente a esa hora no pienso dedicarme a nada laboral” y mil frases más que nos podrían a medio centímetro de la puerta de salida y sin retorno. Así que respiras profundo, te hacés la sorprendida y a otra cosa mariposa. Eso sí, todo esto era más hermoso cuando no existía Whatsapp, ahora ya no zafamos (a menos que desactives el horario de tu última conexión, lo que no es recomendable porque tampoco verás si los demás están en línea).

Fuente: uy.emedemujer.com

Deja un comentario