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Otro preso de Guantánamo quiere rehacer su vida en Uruguay

El yemení Ghaleb Nasar al Bihani, uno de los primeros presos de la guerra contra el terrorismo en llegar a la Base Naval de Guantánamo (Cuba), dijo este martes en la revisión de su caso ante el gobierno estadounidense que desea ser transferido a España, Costa Rica o Uruguay para rehacer su vida.

Al Bihani compareció junto con un representante legal militar de la Marina y su abogada, Pardiss Kebriaei, por videoconferencia desde la cárcel de Guantánamo ante funcionarios estadounidenses anónimos y un grupo de medios, para argumentar por qué no es una amenaza para la seguridad nacional de EEUU.

Su representante legal civil dijo que Al Bihani «desea comenzar de nuevo» y no tiene ningún interés de volver a Yemen o Arabia Saudí, sino a un tercer país, preferiblemente «España, Costa Rica o Uruguay».

Precisamente el presidente uruguayo, José Mujica, informó el mes pasado que había decidido aceptar por razones humanitarias una petición de EEUU para acoger a presos de Guantánamo.

Con el objetivo de «rehabilitarse», Al Bihani «está esforzándose» en estudiar español y lee sobre Latinoamérica, algo que su defensa ha presentado como prueba de que no tiene intención de volver a ser un yihadista.

Además, Al Bihani, que según documentos del Pentágono tiene 34 ó 35 años, estudia inglés y practica yoga para ocupar su tiempo de detenido indefinido en la prisión.

No obstante, los funcionarios gubernamentales responsables de la revisión a distancia aseguraron que Al Bihani ha sido conflictivo en el pasado y «no hay certeza de que quiera abandonar el extremismo» o haya dejado de ser una «continua y significativa amenaza para la seguridad de Estados Unidos», después de haber estado a las ordenes de los talibanes y Al Qaeda en Afganistán.

El de este martes fue el cuarto Consejo de Revisión Periódica, un sistema establecido por el presidente Barack Obama el pasado mes de julio con la intención de acelerar las transferencias de los 76 detenidos que permanecen en el penal y tienen el visto bueno para ser transferidos (cerca de la mitad de todos los presos).

Los medios de comunicación solo pudieron ser testigos de los 22 minutos iniciales de la visita, en los que se escucharon las opiniones del consejero militar y la representante legal del detenido, mientras éste revisaba en silencio papeles o prestaba atención a su traductor en una habitación blanca.

Miembros anónimos del Departamento de Estado, Defensa, Justicia, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia y el Jefe del Estado Mayor Conjunto escucharon los argumentos de la defensa, que aboga por acelerar la transferencia de Al Bihani.

El consejero legal militar del preso dijo que Al Bihani no tiene «capacidad, motivo ni oportunidad» para atentar contra EEUU.

El oficial militar dijo que tras evaluar durante seis meses a Al Bihani ha llegado a la conclusión que el preso no era más que un «cocinero» que nunca superó un rango equivalente al de «soldado raso».

En opinión del uniformado, Al Bihani «ha aceptado rehabilitarse» y contará con el apoyo de su familia y de organizaciones no gubernamentales para iniciar una nueva vida.

Al Bihani tenía algo más de 20 años cuando viajó a Afganistán para unirse a la lucha talibán, apoyada por Al Qaeda, contra la Alianza del Norte.

El ciudadano yemení, nacido en Arabia Saudí, cayó preso un mes después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y pasó a custodia estadounidense tras un multitudinario motín en Afganistán en el que falleció el agente de la CIA Johnny Mike Spann, considerada la primera víctima de una guerra de la que se van a cumplir 13 años.

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