Para el BPS, este hombre está muerto

«Este señor a quien usted viene a cobrarle la jubilación está muerto», le dijeron el lunes en el BPS a Luis Jacinto Torres Ruiz. «Perdón, ese hombre soy yo», respondió el propio Torres al sorprendido funcionario de la sucursal del BPS en Melo.

«Ya veo sí, usted está vivo», fue la respuesta del funcionario, impresionado como si viera a un fantasma.

Torres se jubiló de comerciante hace más de 5 años y nunca tuvo complicaciones para cobrar su pasividad. Cuando en el BPS le dijeron que estaba muerto tomó su bastón y, a paso lento, fue directamente al despacho del abogado Federico Pica.

Ese mismo día ambos concurrieron al Registro Civil, revisaron los libros junto a los funcionarios de la repartición y confirmaron que su fallecimiento estaba «registrado» con fecha del 6 de febrero pasado.

Mirando los papeles, los funcionarios le dijeron a Torres que estaba muerto y enterrado en el cementerio local.

«En el libro de la partida de defunción en el Registro Civil coinciden los datos», dijo a El País el abogado Pica. Allí aparecen su número de cédula, nombres y apellidos completos y serie y número de Credencial Cívica», indicó Pica.

De acuerdo con el abogado, primero van a buscar una solución para que le paguen la pasividad, teniendo en cuenta que es una persona enferma y que necesita urgente el dinero; luego se iniciará una acción de amparo y juicio de anulación de partida, a efectos de determinar las responsabilidades.

Lo único que no coincide en la partida de defunción es la dirección y el estado civil pero los demás datos son los de Torres.
Error.

Se presume que Torres fue confundido con un indigente que falleció el 6 de febrero.

La partida de defunción de Torres está firmada por el médico Juan Muñoz, forense de Melo. Consultado por El País el profesional dijo que se trata de un «encadenamiento de errores». Al respecto, admitió que «podría haberse generado un error de identificación». Muñoz recuerda que el hombre fallecido era un «indigente que no tenía familiares» que se hicieran cargo de sus restos.

El médico no descarta que algún vecino podría haber aportado a la Policía, por error, el nombre y apellido de Luis Jacinto Torres y que a partir de ese dato se haya pedido una historia clínica con esa identidad al Hospital de Melo.

La persona que falleció fue encontrada por la Policía en el barrio Féder, calle Batoví sin número, aunque se desprende de la partida que el domicilio era en la calle Guardia Nueva, s/n. El hombre estaba en condición de pobreza absoluta.

Tanto es así que la Intendencia local se hizo cargo del velorio. El cuerpo del indigente está sepultado en el cementerio local, no tiene lápida pero los documentos de la necrópolis de Melo están a nombre de Torres.

Hasta el momento no ha sido posible identificar al indigente fallecido por lo que, cuando se aclare la situación de Torres, la tumba se identificará como NN, según explicó Muñoz a El País.
Drama.

Desesperado, el jubilado recorrió las oficinas involucradas con su caso en la tarde de ayer porque necesita cobrar su jubilación.

«Fui al BPS y sigo apareciendo como fallecido. No me saben explicar qué pasó; concurrí al Juzgado y me mostraron la partida de defunción del otro señor que coincide con todos mis datos, pero él tenía 63 años, y yo tengo 74», dijo.

«Fui a Identificación Civil y me dijeron que la Cédula de Identidad de ese señor que aparece como muerto no existe en la oficina, solo está la mía como tramitada y vigente», agregó Torres.

En las últimas horas de ayer Torres concurrió a la Jefatura de Policía para que le otorgaran un certificado de existencia.

Allí los agentes policiales le anunciaron que la persona que aparece como fallecida fue encontrada sin vida el pasado 6 de febrero y que el médico forense fue quien certificó su muerte.

El abogado Pica dijo que «nunca» estuvo en medio de una situación de este tipo y no le encuentra explicación.

EL PAÍS