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Policía teme por falta de control sobre 600 rapiñeros liberados

La tecnología será la punta de lanza de la Policía para atacar la rapiña

En lo que va del año unos 4.000 presos recuperaron su libertad luego de haber cumplido su pena, entre ellos se cuentan unos 600 rapiñeros de alta peligrosidad. “Esto es como vaciar una bañera con un dedal”, dijo una fuente del Ministerio del Interior. El informante sostuvo que si bien en términos generales la reincidencia anda en el entorno del 50%, estos 600 rapiñeros son delincuentes consuetudinarios y es muy probable que entre ellos la reincidencia sea mucho mayor.

La ley no habilita a la Policía a hacer un seguimiento de quienes pagan su deuda con la sociedad. Pero fuentes del ministerio dijeron que hay fuertes presiones de la Policía reclamando que el sistema de tobilleras que se utiliza para los casos de violencia doméstica se pueda aplicar en determinadas circunstancias en delincuentes peligrosos.

“Es mejor tenerlos afuera y controlados que adentro, generando el caldo de cultivo de delincuentes cada vez más violentos, y cuando salen no tenemos forma de control”, dijo un oficial de la Policía, planteando una situación que la ley no permite solucionar. Hoy se les pone tobilleras a los presos con salidas transitorias o prisión domiciliaria.

El Ministerio del Interior ha transmitido que aún dentro del partido de gobierno hay reticencias a adoptar determinadas medidas con los presos.

Por ejemplo, esa secretaría de Estado, a instancias de la Policía, planteó a la Intendencia de Montevideo que algunos presos pudieran trabajar limpiando zonas de la capital que el gobierno quiere recuperar (las llamadas siete zonas, por ejemplo). Según dijo un informante, la respuesta que les transmitió el ministerio fue que en la comuna frenteamplista consideran que una medida así sería “discriminatoria” para con los reclusos.

Medidos en relación al año pasado, el total de delitos ha bajado, incluso el hurto ha enlentecido su crecimiento, pero la rapiña sigue aumentando aceleradamente.

Un policía puso como ejemplo el de un recluso que además de delincuente fue procesado por agredir a su mujer, con lo cual estuvo con la tobillera durante varios meses. “En esos meses, sabiéndose controlado, no tuvo otra que trabajar para poder subsistir. El propio preso nos dijo que ahora que tenía trabajo no era su idea volver a delinquir”, relató el oficial.

“Por ahora, las tobilleras se utilizan solo para casos de violencia doméstica, pero el gobierno planifica extender este sistema para controlar la prisión domiciliaria primero y las salidas transitorias de presos después (ver página 3)”.

La Policía espera que cuando asuma el nuevo gobierno se adopte una serie de medidas que contribuiría a reducir las rapiñas, por ejemplo, aumentar de 5 a 10 la cantidad máxima de años que puede estar internado un menor infractor. El proyecto duerme en el Parlamento por diferencias en el seno del Frente Amplio. No obstante, medidas como estas, con las cuales está de acuerdo el ministro Eduardo Bonomi, podrían ser impulsadas en el seno de la bancada oficialista por su grupo, el Movimiento de Participación Popular (MPP), que tiene 24 de los 50 diputados que el Frente Amplio obtuvo en las elecciones nacionales.

La Policía confía en que luego del compromiso asumido públicamente por Tabaré Vázquez de bajar drásticamente las rapiñas se den órdenes y señales claras para que, junto a medidas policiales, se adopten también decisiones legislativas que sumen a este esfuerzo.

Sin embargo, el sistema de tobilleras electrónicas y el fomento de cámaras de seguridad como las que hay en varias zonas de Montevideo e interior se conformarán en la punta de lanza de la Policía contra las rapiñas. Las cámaras de seguridad convirtieron en poco tiempo a Ciudad Vieja en el barrio más seguro de Montevideo, donde las rapiñas se redujeron hasta en más de un 50%.

La Policía tampoco descarta que, como ya ha ocurrido, el sistema de cámaras pueda aplicarse en acuerdo con privados dispuestos a financiar el sistema junto al Estado.

EL OBSERVADOR

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