«Sólo puedo pedir disculpas a la gente de Peñarol»

Es bravo dar la cara después de perder de esa forma, ¿no?

—Es duro porque perdimos un partido que era parejo y que teníamos ganado. No siempre se puede ganar, ni perder, esta vez no pudimos mantener el resultado que habíamos logrado en la segunda mitad y por ende perdimos el partido.

—¿Qué explicación le encuentra a esos dos goles que recibieron al final del partido?

—El primero fue una situación de juego, que según me dicen fue con la mano. Pero nosotros no estuvimos fuertes en la pelota quieta. En el segundo no se pudo hacer nada, fue una genialidad.

—¿Cree que la expulsión de Macaluso tuvo que ver con los goles que les hacen?

—Son situaciones de juego que se dan. Uno tiene que estar preparado. A ellos también le expulsaron un jugador.

—¿Cómo se digiere que Nacional les haya sacado 14 puntos en la tabla?

—Perdimos un partidio clásico y estamos relegados en la tabla Anual. Esa es nuestra realidad, pero faltan tres partidos por jugarse y todo un campeonato. Esto continúa, no se terminó. Esto es el Apertura, el primer torneo de un campeoanto que se juega a tres tablas. Y todavía fata un campeonato entero por jugarse.

—¿Es posible recuperarse para terminar de la mejor manera posible el torneo?

—Acabamos de recibir un golpe muy duro, tenemos que recuperarnos lo más rápido posible para continuar. Este es un momento muy difícil para nosotros por lo que estamos viviendo hoy, pero como dije recién aún hay un campeonato por jugar. Aún falta para la definición del Campeonato Uruguayo.

—¿Cuánto cree que influyó en la mala campaña la doble actividad que enfrentaron?

—Para mí en nada. No influye. Lo que pasa es que acá se habla mucho de la doble actividad porque no estamos acostumbrados.

—¿Y el clima preelectoral?

—Es algo que pasa cada tres años. Nosotros tenemos que aislarnos de esa situación. Intentamos hacerlo a nivel grupal, pero uno no sabe cómo le infuye a cada uno en forma personal. A veces puede distraer.

—Hoy entró una vez más en la historia de Peñarol, al haber jugado su clásico número 58.

—Hoy no lo pienso. De nada sirve. Quizás, con el tiempo le de el valor que merece. Hoy queríamos ganar y no pudimos.

—¿Qué le dice a la gente?

—Le pido disculpas. Ellos se entregaron al máximo como hacen siempre. Y se devoraron las entradas que les dieron. Sólo puedo pedirles disculpas.
Fue para los suyos

A los 57 abrió el marcador de penal. Siete minutos más tarde le dejó su lugar a Marcel Novick. Antes de irse alzó sus brazos al cielo y se señaló como siempre, el número 8 en la espalda. «Lo que hice fue saludar a mi gente, a la hinchada de Peñarol que colmó el sector que le dieron. La hinchada más no puede hacer».

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