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Superó el cáncer de cuello de útero con nueva terapia

Aricca Wallace sufrió durante tres años de dolores y sangrado irregular, pero su doctor le aseguró que eran los efectos secundarios de su DIU, ya que los resultados de la citología eran normales: la hipótesis del cáncer se descartó. ​

Pero se trataba efectivamente de un cáncer. Cuando esta madre de dos niños, que entonces tenía 34 años, finalmente decidió sacarse el dispositivo intrauterino luego de que le diagnosticaron cáncer, la enfermedad ya se había propagado a su pecho y abdomen. «Un especialista me dijo que la quimioterapia no podría eliminarlo», cuenta Aricca Wallace a la AFP. «Y que no me quedaba más de un año» de vida. Unos meses más tarde, su médico le informó que se estaban realizando pruebas de inmunoterapia en pacientes derivados de los Institutos Nacionales de Salud en una clínica en las afueras de Washington, y ella decidió participar. Al cabo de cuatro meses, Aricca estaba curada.

Cuando a Aricca Wallace (37) le diagnosticaron cáncer de cuello de útero, ya era tarde. La enfermedad se había propagado a su pecho y abdomen. El médico le dijo que no le quedaba más de un año de vida. Era febrero de 2012. Unos meses más tarde, el especialista le informó que se estaban realizando pruebas de inmunoterapia en pacientes derivados de los Institutos Nacionales de Salud en una clínica en las afueras de Washington, y ella decidió participar.

Los médicos comenzaron por eliminar uno de sus tumores y por recoger las células inmunitarias específicas, los linfocitos T, que lo rodeaban, que desempeñan un papel clave atacando al virus del papiloma humano (VPH).

El VPH es una enfermedad de transmisión sexual que la mayoría de los adultos adquieren en algún momento de su vida. Si bien el VPH suele ser inofensivo, algunas cepas agresivas pueden producir verrugas genitales o incluso conducir al cáncer de cuello uterino, de ano, de cabeza, de cuello o de garganta.

Un 70% de los casos de cáncer de cuello uterino, también conocido como cáncer cervical, son causados por las cepas 16 y 18 del virus del papiloma humano.

Aricca Wallace se sometió a una primera semana de quimioterapia en fuertes dosis para desactivar su sistema inmunológico. Luego, los investigadores le hicieron una infusión de 100.000 millones de sus propias células T, cultivadas en el laboratorio a partir de las tomadas en el tumor.

A continuación, ella debía administrarse dos dosis de aldesleukina, un agente que ayuda a desarrollar las células inmunes pero puede causar importantes efectos secundarios como hemorragias, vómitos, presión arterial baja, fiebre o infecciones.

«Tuve la peor fiebre de mi vida», recuerda.
Un milagro.

Pero el resultado fue impresionante: sus tumores se redujeron considerablemente y, al cabo de cuatro meses, desaparecieron por completo.

Este 29 de mayo, Aricca Wallace volvió a la misma clínica para realizarse nuevos escáneres que, 22 meses después de comenzar el tratamiento, no mostraron ningún rastro de la enfermedad.

«Es un verdadero milagro», dice Wallace quien es la primera persona diagnosticada con cáncer del cuello del útero para la que funcionó esta nueva terapia.

Una segunda estadounidense vio también desaparecer completamente su cáncer uterino metastásico tras este tratamiento y no mostró signos de la enfermedad un año después. Pero son dos de las nueve pacientes que participaron en el ensayo clínico. Una tercera respondió de la misma forma durante un corto período, pero luego el cáncer reapareció.

«Con sólo nueve pacientes, no podemos decir con certeza hasta qué punto funciona este tratamiento», explica Christian Hinrichs, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, en inglés).

«Todo lo que sabemos es que puede funcionar», agrega el investigador, que ayer presentó el estudio en la conferencia anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, en inglés) en Chicago.

La inmunoterapia es un nuevo enfoque considerado prometedor, que ya ha dado muestras de ser exitoso especialmente contra el melanoma, el cáncer más agresivo de piel. Según un estudio publicado a finales de 2013, 40% de las personas diagnosticadas con melanoma metastásico que han seguido un tratamiento de inmunoterapia no muestran signos de la enfermedad siete años después.

Sin embargo, esta técnica está aún lejos de ser generalizada y los investigadores deben determinar por qué funciona en algunos casos y no en otros. (AFP)
Inmunoterapia, el hito de 2013 según Science

La revista Science eligió la inmunoterapia oncológica como el hito más importante de 2013. Es un cambio de estrategia: no se ataca directamente al cáncer, sino que se libera al ejército inmunitario para que luche con toda su artillería. La inmunoterapia (también llamada terapia biológica o bioterapia) ayuda a estimular las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer. Utiliza materiales producidos por el cuerpo o fabricados en un laboratorio para mejorar, identificar o restaurar la función del sistema inmunológico. Aunque no está del todo claro cómo la inmunoterapia trata el cáncer, puede funcionar para detener o retardar el crecimiento de las células cancerosas, y así evitar que el cáncer se propague a otras partes del cuerpo, o bien, ayudar al sistema inmunológico a aumentar su eficacia en la eliminación de las células cancerosas. El alcance de estas técnicas de autodefensa se conocerá en los próximos años. (Cancer Net)

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