Bar abre puertas a ciegos con lazarillos
El presidente de la Fundación de Apoyo y Promoción del Perro de Asistencia, Alberto Calcagno, visitó ayer el Bar Facal junto a su perro lazarillo Sunee. El ingreso de Calcagno al lugar se produce días después que un bar del centro de Minas impidiera su ingreso y el de su lazarillo.
Los responsables de Facal hicieron saber en las redes sociales que cumplen a cabalidad con la ley 18.471 que permite a los no videntes ingresar a todos los medios de transporte, lugares públicos y privados abiertos al público, sin restricción alguna.
El 19 de abril pasado Calcagno fue a Minas para participar de la peregrinación de la Virgen del Verdún. Al mediodía, en medio de una muchedumbre que recorría la plaza principal de la ciudad, resolvió almorzar en un restaurante céntrico.
«No habíamos dado más de tres pasos dentro del local cuando una señora nos dice que no podemos entrar con el animalito. Cuando le explicamos que se trata de un perro guía, nos repite que no podemos entrar, que ella no conoce de los perros guía y que menos conoce las leyes, que le explicamos», narró a El País.
Calcagno manifestó a la mujer que estaba en condiciones de acudir a la Policía para hacer cumplir con la normativa. «En ese momento aparece un señor que, para justificar la actitud de la señora pregunta: `¿cómo me puede convencer de que usted es una persona ciega?», detalló el hombre.
El propio Calcagno calificó a sus interlocutores como «ridículos» y «discriminadores» y se retiró del lugar.
La mujer del comercio dijo a El País que desconocía la normativa sobre el ingreso con perros lazarillos.
EL PAÍS
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