Noticias Recientes

Campiani da clases de yoga a los presos

El exCEO de Pluna, Matías Campiani, procesado con prisión por el delito de estafa, mata sus horas en la cárcel de Campanero (Lavalleja) dando clases de gimnasia a los reclusos dos veces por día, además de sesiones de meditación y yoga.

«Cada día se van incorporando nuevos alumnos adentro de la población carcelaria», contó Campiani a Sergio Antonio Herrera, director del medio especializado en turismo Portal de América. Herrera lo visitó en Campanero y tuvo la oportunidad de dialogar durante una hora con el exempresario procesado junto a sus socios en Leadgate, Sebastián Hirsch y Arturo Álvarez Demalde.

Todos fueron procesados por un delito continuado de estafa cometido mientras estuvieron al frente de Pluna en representación del socio mayoritario privado. «Con Sebastián y Arturo dedicamos cinco horas diarias a preparar el segundo alegato para cuando comience el juicio después de la feria», explicó Campiani.

Dijo que todavía no tienen decidido si presentarán una apelación. Cuando Herrera lo visitó, Campiani estaba junto a sus tíos compartiendo una milanesa y una tarta de zapallitos.

«Aquí hay de todo. Desde algún homicida o rapiñero, hasta quienes tuvieron la desgracia de matar a alguien conduciendo un auto o algún implicado en el narcotráfico, pero te aseguro que es impresionante la solidaridad general. Nos prestamos comida, bebida, hasta ropa y el trato de los policías es muy correcto, muy bueno. Por ello te digo que a pesar de las circunstancias, dentro de todo, estamos bien», contó el empresario sobre sus primeros días en la cárcel.

El empresario y sus socios Sebastián Hirsch y Arturo Álvarez Demalde presentaron además un proyecto a las autoridades carcelarias para dar clases de inglés, según informó El Observador. La ley de Humanización del Sistema Carcelario establece en su artículo 13 que “el juez concederá la redención de pena por trabajo a los condenados a pena privativa de libertad” y afirma qeu por dos días de trabajo se conmutará un día de reclusión.

El país

Deja un comentario