Flexibilizarán las tesis para facilitar el fin de carreras

La Universidad de la República (Udelar) se encuentra examinando distintos aspectos vinculados a las carreras de grado y observó, en ese marco, la necesidad de revisar los criterios que utilizan las diversas facultades en cuanto a la elaboración de los trabajos finales por parte de los estudiantes.

El tema fue abordado en la reunión del 1° de julio del Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar, instancia en la cual se relató que en las distintas carreras han observado que los trabajos finales que se le piden a los alumnos para obtener el título significan en muchos casos una causa de atraso para culminar el ciclo universitario.

Así, en esa misma reunión se presentó un marco conceptual con algunas sugerencias para facilitar que más alumnos culminen las carreras y promover los posgrados; texto que se espera aprobar en la sesión del martes 29 de este mes.

El prorrector de Enseñanza, Luis Calegari, ha sido uno de los principales encargados de la elaboración del marco y en la reunión del CDC a comienzo de mes planteó que tal documento «surge como una necesidad» a la luz de la discusión de los distintos planes de estudio.

«Permanentemente la Comisión Sectorial de Enseñanza y la Comisión Académica de Grado han estado discutiendo sobre este punto (los trabajos finales de carrera), frente a los requerimientos de distintos Servicios y carreras que querían comprender bien cuál era el alcance de estos, teniendo en cuenta también que muchas veces evaluamos que algunos de los trabajos finales que se exigían hasta ahora eran un elemento de rezago muy importante y así fue visto en este CDC», dijo Calegari en la reunión del 1° de julio.

Agregó que tales trabajos «se terminaban transformando en una traba» para que los alumnos se reciban dado que «había una tensión entre las capacidades de los estudiantes para desarrollar las exigencias que tenían esos trabajos finales y sus posibilidades reales, en la medida en que estaban enrolados en el mundo del trabajo, tenían problemas familiares, etcétera».

El marco que fue presentado en el CDC plantea entre otras cosas que «es fundamental que el estudiante exprese competencias adquiridas en sus estudios y demuestre un adecuado manejo de las reglas de la producción académica», aunque aclara que no tiene que ser «necesariamente producción original de conocimiento».

«La elaboración del trabajo deberá contar con orientación tutorial específica de modo de garantizar la supervisión del proceso y calidad de producto», se afirma, a la vez que se determina que habrá que atender la extensión máxima.

«La producción deberá estar debidamente planificada en cuanto a los tiempos de trabajo (…) no pudiendo sobrepasar los tiempos previstos para la culminación de las carreras», dice el texto, que agrega que así los trabajos finales de carrera de grado quedan diferenciados «en la intención y alcance de las tesis de maestrías y doctorados».
Exigencias.

Consultado por El País, Calegari dijo que lo que se busca es que los trabajos finales «no se transformen en trabajos largos, a veces tediosos, que vayan más allá de lo razonable como exigencia a un estudiante de grado». Explicó que hoy en día ocurre que lo requerido está por encima de lo que entienden corresponde al grado.

El jerarca universitario afirmó que en algunas carreras las exigencias son muy altas y reiteró que detectaron ese punto como «una causa de rezago» para muchos estudiantes. «Algo que tendría que hacerse en un lapso de seis meses de repente le lleva al alumno un año o más», dijo, y agregó: «La idea es que los trabajos finales no sean una traba para terminar».

Calegari explicó que a veces ocurre que hay una «autoexigencia de los propios estudiantes que quieren profundizar en un determinado punto y el trabajo final es su gran oportunidad para hacerlo». «A veces hay temas que la forma en cómo se encaran en el grado es más bien de posgrado, entonces lo que pretendemos es que se egrese del grado y después se haga ese tipo de trabajo», dijo.

Opinó que «a los estudiantes hay que hacerles ver esto, porque intentan hacer cosas grandes, potentes, pero hay que decirles que no desperdicien la oportunidad de poder hacerlo pero que ya les valga como una maestría», señaló.

Por otra parte, dijo que el documento que se votará «no es mandatorio. Es un marco conceptual en el cual moverse, no es que diga ´tiene que ser así´, si algo que no está ahí contemplado está bien justificado académicamente, bueno, está bien», entendió Calegari.

El prorrector de Enseñanza dijo que las medidas planteadas en el marco quizá ya las procesaron algunas facultades y detalló que «por supuesto que este año ya se pueden empezar a aplicar» los nuevos criterios, sin descartar que algunos pueden ya estar siendo utilizados.

EL PAÍS