Futbolista será recluido en el Vilardebó

El ex jugador de Danubio y Cerro, de 27 años, declaró ayer en un juzgado penal, donde un psiquiatra le realizó una pericia para determinar cuál era su estado mental.

Luego, la jueza Gabriela Eustacchio tomó la decisión de procesarlo por el homicidio de su padre y ordenó su internación en el Hospital Vilardebó.

Aníbal Martínez Chaer, abogado de García, dijo que el futbolista «deliraba» durante el interrogatorio. «Por momentos recordaba y decía el nombre de la madre y en otros momento no lo sabía», afirmó.

«Decía `quiero ir para allá` y no sabía adónde. También hablaba de que había gente que le quería `hacer mal` pero cuando se le preguntaba `quién`, no lo sabía», relató el abogado, para quien el ex futbolista «se iba de la realidad».

Por decisión de la jueza no hubo reconstrucción del asesinato. Martínez Chaer informó que García, además de agredir a su padre con un cenicero, lo estranguló con sus manos. Pero cuando le preguntaron si había matado a su padre, primero lo negó y luego narró el hecho en tercera persona, afirmando que un hermano de él lo había estrangulado. «Al pedirle que describiera a su hermano, él se describía a sí mismo. Sufría un desdoblamiento claro de personalidad», dijo el abogado.

El forense que lo examinó consideró que el futbolista estaba en un estado de delirio agudo. En la pericia, el psiquiatra estuvo a solas con García por poco más de una hora

«Hablaba con una persona y de pronto quedaba en blanco. También dijo que oía voces», relató el abogado.

Algunos futbolistas que jugaron con García se acercaron al juzgado para intentar darle respaldo, contó Martínez Chaer. «Decían que no podían entender lo que le había pasado».

El abogado relató que García le pidió un abrazo a la jueza y a un funcionario, dijo que se sentía seguro con ellos, que los consideraba «de su familia».

La jueza dispuso el procesamiento con prisión «como autor inimputable de un delito de homicidio especialmente agravado, disponiéndose como medida curativa provisoria su internación en el Hospital Vilardebó». El jugador permanecerá internado en la sala 11 de ese centro de salud.

También se resolvió que García sea sometido a una junta médica para evaluar el tratamiento que debe seguir

Este delito tiene una condena que va de 10 a 24 años.
Aniversario.

El futbolista tiene un hijo de 8 años. Su esposa declaró ayer a la salida del juzgado que hacía una semana estaba mal. Por esas fechas, en febrero de 2013, la madre de García, fue asesinada a balazos por desconocidos en el Borro, barrio donde residía. La policía atribuyó el crimen a un «ajuste de cuentas» relacionado con el narcotráfico, pero el asesinato no fue esclarecido.

Estefanía Mayer, esposa de García, declaró ayer a Subrayado que el futbolista sufría una depresión severa, que comenzó con el fallecimiento de su madre y se potenció luego de que se alejó de las canchas.

Esto derivó, desde hace una semana, en problemas mentales importantes. «Padecía delirios y paranoia», sostuvo la esposa.

La madrugada del martes, antes de que ocurriera el trágico hecho, fue llevado al Hospital Maciel pero nunca llegó un médico psiquiatra para atenderlo, por lo cual volvió a su casa, según relató a Mayer.

La esposa contó que en la pasada jornada, cuando los familiares acudieron a visitarlo a la comisaría donde estaba recluido después de su arresto, el jugador les pidió que lo llevaran «a la concentración».

García estaba sin contrato y hacía meses que no jugaba.
Facebook.

Subrayado también reveló ayer que el futbolista concurría a una iglesia pentecostal del Cerro y subía en su Facebook personal algunas fotos de las ceremonias. En algunas de ellas se lo puede ver visiblemente conmovido, llorando, haciendo catarsis y dando su testimonio de vida. El álbum está publicado bajo la lema «ALARGA TU FE Y TOMA TU BENDICION!!».

Horas antes de dar muerte a su padre, García había subido a su cuenta de FB algunas de esas fotografías.

El padre tenía en su vivienda un templo umbandista, «lleno de santos y demonios», contó una fuente policial.

EL PAIS