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La DGI ganó US$ 17 millones al no ajustar IRPF según suba salarial

Cambios normativos, no ajustar bases de cálculos de algunos impuestos y promoción de inversiones le generaron a la DGI pérdidas y ganancias de recaudación. En 2013, el saldo neto le implicó una pérdida al organismo de US$ 97,9 millones.

Eso se desprende del Boletín Estadístico 2013 de la Dirección General Impositiva (DGI), divulgado en los últimos días.

Los cambios, ajustes y otros hicieron que el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE), el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto al Patrimonio (IP) y el Impuesto Específico Interno (Imesi) generaran ganancias netas de recaudación para el organismo.

Empero, esas modificaciones en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a la Renta de No Residentes (IRNR) generaron pérdidas netas que más que compensaron lo que sucedió con los tributos anteriormente mencionados.

«El total de las pérdidas brutas de recaudación en 2013 respecto a 2012 fue de $ 4.840 millones (US$ 236,5 millones), lo que representa el 2,2% de la recaudación efectiva de ese año», indicó el informe elaborado por la Asesoría Económica de DGI. Mientras, «las ganancias brutas totalizaron $ 2.836 millones (US$ 138,6 millones), esto es 1,3% de la recaudación efectiva de 2013», agregó.

Entonces, «el resultado neto es una pérdida de recaudación valuada en $ 2.004 millones (US$ 97,9 millones), lo que equivale a 0,90% de la recaudación efectivamente percibida en 2013» y al «0,17% del Producto Interno Bruto (PIB) generado en el mismo año», apuntó el boletín.
Impuestos a la renta.

Debido a menores exoneraciones por promoción de inversiones, la DGI registró una ganancia de recaudación de $ 1.103 millones (US$ 53,9 millones) por el IRAE respecto a 2012. Si bien no hubo cambios en el tributo, «dado que se considera que la medida (las exoneraciones del tributo por promoción de inversiones) no ha alcanzado su mayor grado de madurez (en lo referente a la extensión de su uso) sigue siendo incorporada en los ajustes», explicó la DGI.

En el IRPF, se dieron efectos contrapuestos que derivaron en ganancias netas de $ 387 millones (US$ 18,9 millones), es decir 1,13% de su recaudación.

Por un lado, la Base de Prestaciones y Contribuciones (BPC) que define el mínimo no imponible y las franjas del IRPF no se ha ajustado de acuerdo a la evolución de los salarios. Es decir, los sueldos aumentan más que lo que se adecua el IRPF y eso genera que se pague un mayor monto del tributo. La DGI señaló que «la ganancia para 2013 respecto a 2012 por este concepto se estimó en $ 357 millones (US$ 17,4 millones)».

El organismo aclaró que «este concepto, en rigor, no implica un cambio de la normativa tributaria» ya que la BPC puede ajustarse por la evolución de los precios (a través del Índice de Precios del Consumo) o de los salarios (a través del Índice Medio de Salarios). En los últimos años siempre se hizo por la suba de precios. «No obstante, en un escenario de crecimiento real de los ingresos (en particular los salariales), este rezago del ajuste de la BPC respecto del Índice Medio de Salarios repercute en ganancias de recaudación del IRPF», explicó.

El Poder Ejecutivo está facultado a realizar una suba adicional del mínimo no imponible por la ley 18.910, aprobada en 2012. Esa norma lo habilitó a incrementar de siete a ocho BPC mensuales el mínimo del IRPF (eso significaría pasar de los $ 19.733 actuales a $ 22.552). La facultad no fue utilizada en 2012 teniendo en cuenta que la situación fiscal era «bastante delicada», según había dicho a El País el jefe de la Asesoría Macroeconómica del MEF, Andrés Masoller. Tampoco se utilizó en 2013 y en lo que va de 2014.

A su vez, la DGI tuvo en 2013 respecto a 2012 otra ganancia de recaudación asociada a cambios en las escalas del IRPF y la creación de una nueva franja en 2012 que grava con 30% el tramo de ingreso (hasta ahí la máxima era de 25%). Eso significó $ 239 millones más (US$ 11,7 millones).

Por otro lado, el organismo tuvo pérdidas de ingresos por créditos por alquileres en el pago del IRPF y devoluciones de cuotas hipotecarias por $ 32 millones (US$ 1,5 millones) y $ 177 millones (US$ 8,6 millones) respectivamente.
Consumo.

Por el IVA, la DGI tuvo pérdidas de ingresos por $ 3.905 millones (US$ 190,9 millones) en 2013 frente a 2012 y ganancias por $ 320 millones (US$ 15,6 millones). El neto, fue de una pérdida de $ 3.585 millones (US$ 175,2 millones).

Del lado de las pérdidas, la mayor parte fue por promoción de inversiones —$ 2.060 millones (US$ 100,7 millones)— y nuevo régimen de IVA deducible por parte de Ancap —$ 1.123 millones (US$ 54,9 millones)—.

También la DGI resignó ingresos debido a la exoneración total del IVA para las compras con tarjeta de débito BPS Prestaciones (beneficiarios de asignaciones familiares) y Uruguay Social. Eso fue $ 268 millones (US$ 13,1 millones).
Otros que ganó y perdió

En el IRNR comenzaron a verse efectos de los acuerdos para evitar la doble tributación que firmó Uruguay (tiene convenios con 29 países). Los mismos impiden que una persona o empresa extranjera pague dos veces (en su país y en Uruguay) por el mismo tributo. Eso hizo perder $ 33 millones (US$ 1,6 millones) de recaudación en 2013 frente a 2012. Por el lado del IP frente a 2012, perdió de ingresar $ 215 millones (US$ 10,5 millones) por exoneraciones de ley de inversiones, aunque ganó $ 443 millones (US$ 21,6 millones) por la reimplantación de ese tributo a las explotaciones agropecuarias.

EL PAÍS

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