La mala conducta de Giorgio Chiellini

En octubre de 2013, Giorgio Chiellini fracturó al Gonzalo Bergessio en un partido entre Juventus y Catania y lo alejó dos meses de las canchas al delantero argentino. La falta fue en la mitad de la cancha, de espaldas al arco. Solo recibió la tarjeta amarilla.

Tras esa situación, el presidente del Catania, Antonino Pulvirenti, reaccionó y aseveró que «fue una intervención de una violencia inaudita y cobarde».

Pero ni lerdo ni perezoso, Chiellini publicó en su cuenta de Twitter: «Intervine seguro de golpear el balón, él me anticipó y lamentablemente le golpeé de lleno la pierna. Lo siento mucho y le deseo una rápida recuperación».

Pero los problemas de conducta en los partidos entre Juventus y Catania, y más precisamente entre Chiellini y Catania, no cesaron tras la fractura de Bergessio.

Chiellini se la agarró en la segunda rueda del Calcio de Italia con el también argentino Pablo Barrientos, a quien maniató adentro del área de Juventus y el árbitro del encuentro no cobró absolutamente nada.

En otro partido de la Liga de Italia, el zaguero de Juventus volvió a tener un gesto antideportivo contra el hondureño Edgard Álvarez, quien supo jugar en Peñarol.

También fue expulsado en un partido de Champions League entre Juventus y Real Madrid tras golpear a Cristiano Ronaldo. El portugués simuló de más e hizo que el árbitro le mostrara la tarjeta roja al defensor italiano.

Pero la historia de Chiellini no termina ahí. Ayer tuvo un nuevo encuentro con Edinson Cavani, a quien le hizo de todo estando en el Calcio.

El zaguero de Juventus y el delantero celeste tuvieron ayer en Natal varios encontronazos que no pasaron a mayores, aunque el defensor de los azurros simuló bastante en alguna ocasión dentro del área de Italia.

En un partido entre Juventus y Nápoli, Chiellini golpeó y agarró de los pelos a Cavani, demostrando otro gesto antideportivo adentro de una cancha de fútbol

EL PAÍS