Larrañaga aceptará hoy el planteo de Lacalle Pou y cerrarán fórmula

Ayer, 11 días después de la elección interna, el Partido Nacional dio la primera señal concreta sobre la conformación de la fórmula presidencial y fue para anunciar directamente que el candidato único esa fuerza política, Luis Lacalle Pou, irá hoy a pedirle formalmente a Jorge Larrañaga que acepte acompañarlo como vicepresidente.

El mensaje, dado por Lacalle Pou en conferencia de prensa, terminó con un estricto marco de silencio que los dos líderes blancos habían mantenido luego de enfrentarse en la interna.

Larrañaga se fue durante seis días a su chacra en Flores y recién el sábado pasado regresó a Montevideo, día en el cual se reunió durante más de dos horas con Lacalle Pou, que hasta entonces se había limitado a decir que el nombre que completaría la fórmula era decisión del líder del otro sector blanco.

Con el pedido de varios dirigentes ya sobre la mesa para que Larrañaga acepte la vice, en el encuentro del fin de semana se marcó el camino a seguir: cada uno avanzaría con las consultas en la interna de su sector y se mantendrían en permanente contacto para así definir qué pasos seguir.

Además, quedó claro que las propuestas de gobierno de los dos sectores se conjugarían para conformar un programa único del Partido Nacional.

En ese marco, Larrañaga se reunió el lunes con los ocho intendentes que lo respaldan y escuchó el pedido unánime para que sea vicepresidente. Luego habló con Lacalle Pou y le transmitió cuál era el clima entre los referentes del interior.

El martes de noche, el líder de Futuro Nacional recibió a sus legisladores y de nuevo enfrentó el mismo panorama: la solicitud común para completar la fórmula, aunque se mantuvo en silencio ante el planteo.

Tras esa reunión y después de haber tenido varios contactos telefónicos con dirigentes de todo el país, Larrañaga dio por cerrada la «ronda de contactos» que se había propuesto realizar dentro de su sector.

Según supo El País, entre el sábado y el día de ayer existieron «muchas llamadas» telefónicas entre ambos líderes blancos para encaminar la solución de la fórmula. Si bien hubo intermediarios en el contacto entre los dos, las definiciones se fueron tomando siempre en el diálogo entre uno y otro.

En ese clima fue que Larrañaga volvió a hablar ayer con Lacalle Pou y así, sobre las 17:10 el candidato único convocó a la prensa para informar que hoy iría a hablar con Larrañaga. Se encontrarán seguramente en la casa del senador y allí el diputado le solicitará «formalmente» que sea el vice.

El candidato único dijo ayer: «Hemos tomado una decisión y mañana (hoy) le vamos a plantear formalmente a Jorge Larrañaga que se integre a la fórmula (…) él y su sector significan la otra mitad del partido, y (su presencia como vice) nos parece la mejor manera de que el Partido Nacional se prepare para gobernar ahora y gobernar bien».
«Círculo».

En el entorno de Larrañaga señalaron que el pedido formal de Lacalle Pou termina por «cerrar y completar un círculo» en cuanto a las solicitudes para que el senador sea el postulante a vicepresidente.

Una fuente cercana al líder de Futuro Nacional dijo que todo el sector ya se había pronunciado en ese sentido y que desde el ala de Lacalle Pou habían existido posicionamientos positivos al respecto, pero entendieron que todavía no había una expresión «formal».

Sin embargo, con el pedido expreso del candidato, que incluso irá hoy sin ningún acompañante a la reunión, Larrañaga termina de recibir una posición unánime de los dirigentes del Partido Nacional.

Así, la fuente indicó que está todo dado para que Larrañaga acepte y expresó que sería «antipolítico» no hacerlo. «Es difícil cuando todo un partido lo está planteando, no aceptar», dijo un allegado al senador.
Atentos al Mundial

Lacalle Pou se ocupó de averiguar a qué hora es hoy la inauguración del Mundial, seguramente para «coordinar» los anuncios. En tanto, dijo que le pedirá hoy a Larrañaga que sea el vice porque «los tiempos míos a veces no son los de otro compañero» y ya es un momento «oportuno».

EL PAÍS