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Más de 3.000 presos salieron libres en 2014; Policía alerta por reincidencia

El director de la Policía Nacional, Julio Guarteche, dijo que solicitaron a Interior que se coloquen tobilleras en presos con salidas transitorias. También afirmó que hoy se requisó un arma en el Comcar y se analizan "hechos raros" que podrían tener fines políticos.

Más de 3.000 reclusos fueron liberados en los primeros nueve meses del año tras cumplir su pena, de estos 600 rapiñeros y la Policía considera que la gran mayoría está reincidiendo dado el incremento de los delitos detectados, según dijo el director Nacional de Policía Julio Guarteche.

“Más de 600 rapiñeros fueron puestos en libertad, más de 3.000 personas fueron liberadas” y “es un volumen importante de gente que creemos que muchos de ellos están delinquiendo nuevamente (…) cerca de un 50%”, dijo Guarteche a Sarandí. “La reincidencia no es igual en cada uno de los delitos: más del 90% de las personas en el narcotráfico reincide y tal vez rapiñeros también, en los hurtos la incidencia quizás es menor”, agregó.

En este sentido, Guarteche afirmó que han solicitado al Ministerio del Interior que a los presos que todavía no han cumplido su pena, pero que por alguna causal logran salidas se les apliquen “tobilleras para que podamos saber dónde están”.
Desestabilización con fines políticos

Esta mañana tras una requisa en el Comcar se encontró un arma y proyectiles que se suma a otra hallada el martes pasado, informó Guarteche.

El funcionario afirmó a Sarandí que «no estaba siendo habitual encontrar armas» en la cárcel. En este sentido Guarteche dijo que se investiga cómo ocurrió el ingreso y no descartó que existan fines políticos. «Están ocurriendo hechos raros», afirmó.

Familiares de detenidos denunciaron en la sede del Frente Amplio el ingreso de dos armas de fuego en cárceles y de que algunos presos están siendo «instigados» a iniciar un motín, según informó Búsqueda. En este sentido, las autoridades investigan los hechos y no descartan que un «intento de desestabilizar» las cárceles que detrás tenga «fines políticos», según confiaron fuentes del Ministerio del Interior al semanario.

EL PAÍS

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