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¡Mi hijo no sabe las tablas!

Magíster en Educación Juliana Cabrera, profesora de matemáticas, directora Instituto Pirámides y Centro Psicopedagógico Alphapsi.

La palabra calcular, proviene de cálculos. Los cálculos son piedritas. En la antigüedad se usaban piedritas para contar el tiempo, las ovejas, los objetos. Si juega un niño con piedritas, hará matemáticas con ellas. El juego es para el niño la base del cálculo así como de la mayor parte de los aprendizajes. Las piedras (los cálculos) pueden ser piedras preciosas o también grandes obstáculos. Para muchos niños el cálculo aritmético escolar no es una piedra preciosa sino un gran obstáculo. ¿Por qué? ¿Cómo ayudarlos?

Es muy frecuente la preocupación de los padres por el aprendizaje del cálculo, muchas veces realizan consultas a profesionales cuando los niños no recuerdan las tablas, en particular las de multiplicar, o les cuesta aprender las técnicas de las operaciones.

Un niño puede tener este tipo de dificultades por múltiples razones: pedagógicas, afectivas, relacionadas a la memoria, al lenguaje u otras funciones. Es también muy frecuente que los padres consideren erróneamente que el aprendizaje de la matemática es más importante que el de otras áreas del conocimiento. Ello afecta negativamente la adquisición del cálculo.

Algunas sugerencias para ayudar a los niños en el aprendizaje del cálculo:

· Permitir el uso de los dedos para calcular. El niño aprende primero con su cuerpo, luego con otros objetos, hasta llegar a un mayor nivel de abstracción.

· Fomentar el juego. En los niños más pequeños ayudan los juegos de clasificación por colores, formas, tamaños, etcétera. También los juegos que implican seriación, hacer filas, torres, escaleras o collares.

· En niños más grandes revalorizar juegos clásicos tales como el ludo, el dominó, las cartas o el mikado.

· Estimular el aprendizaje de la música y el arte en general. Tocar un instrumento, cantar, dibujar, pintar y escribir desarrollan también el aprendizaje de la matemática.

· Incluir el uso de los números en la vida diaria, en tareas que impliquen contar y calcular. Un niño pequeño puede contar los platos y cubiertos necesarios para poner la mesa, uno mayor puede preparar los ingredientes indicados en una receta de cocina o el dinero necesario para pagar un recibo.

· Contarles la forma en que papá y mamá calculaban cuando eran niños o cómo calculaban los abuelos. Hablar de los errores y dificultades.

· Permitir el uso de la tecnología en el proceso de aprendizaje del cálculo. Las calculadoras, computadoras y tabletas deben ser aliados del aprendizaje, no enemigos.

· Tener en cuenta que la ejercitación es importante para automatizar algunos conocimientos. Ejercitar las tablas de las operaciones si bien es necesario, nunca debe estar asociado a penitencias.

· Investigar con el niño propiedades que faciliten el uso de las tablas de las operaciones, «trucos«, tales como la propiedad conmutativa para sumar y multiplicar, la multiplicación por 10 o por 100 agregando ceros, la tabla del 5 que termina en 0 o en 5, el uso de los falanges de los dedos para contar de tres en tres, las rimas tales como «seis por ocho cuarenta y ocho», los trucos para la tabla del 9 usando las manos, etcétera.

· Conversar con los maestros la posibilidad de que los niños que no han automatizado las tablas de multiplicar tengan la autorización de tenerlas registradas en la tapa del cuaderno o en otro lugar de fácil acceso para mirarlas. Ello hará disminuir la ansiedad y facilitará su aprendizaje.

· En caso de que las dificultades persistan realizar una consulta psicopedagógica.

Tabla del 9 con los dedos:

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Para calcular 9 x 3, se baja el tercer dedo, así se tienen 2 dedos antes y 7 dedos después, por lo tanto 9 x 3 es 27 (y así con todos los números).

Fuente: www.padreshoy.uy

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