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Pelean por él: Francescoli intenta que juegue en River

El "Millonario" tiene leve ventaja sobre el resto, pero todos lo quieren: Boca, en Sao Paulo, el Inter de Milán, Lazio y la Sampdoria.

Diego, cómo andás? Habla Enzo, Enzo Francescoli… te llamo porque nos gustaría contar contigo en River….».

Palabras más, palabras menos, ese fue el diálogo entre Francescoli y Lugano semanas atrás, cuando el zaguero y capitán de la selección uruguaya, todavía tenía contrato vigente con el West Bromwich de Inglaterra. Fue un avance, un planteo, el Director Deportivo de los «millonarios» se adelantó al resto, como cuando jugaba y leía la jugada antes que los demás. El Enzo gambeteó, buscó el espacio, y se la jugó individualmente.

Lugano atendió el llamado, escuchó las palabras de Francescoli prometió que cuando finalizara su vínculo con el equipo inglés, volverían a dialogar sobre la posibilidad de pasar a los «millonarios» en la presente temporada.

Pero no es sólo River el que lo pretende. En plena Copa del Mundo, y cuando aún Uruguay seguía en carrera, varios periodistas argentinos preguntaron si era cierta la posibilidad de que Lugano fichara por Lanús, según dijeron en aquel momento, el equipo que tenía firme interés en contratarlo.

Lanús y River aparecen en el horizonte, pero también Boca Juniors, el otro grande que lo busca, que intenta sumar un jugador de peso, trayectoria y renombre para terminar de conformar un plantel competitivo.

En estos días, parece que se definirá su futuro, un futuro que ni el propio representante del jugador tiene claro, porque el uruguayo Juan Figer dijo que «hay clubes de Europa que lo quieren, y Diego prefiere seguir uno o dos años más jugando en el fútbol europeo», así que se verá.

¿Quiénes lo quieren? Inter de Milán, Lazio y Sampdoria, que fueron los que se sumaron en segundo orden al equipo turinés, que apuesta a un jugador experiente y con personalidad, quizás como para que no se note tanto la ausencia del histórico Javier Zanetti, que colgó los zapatos de fútbol este año.

ESTO SÍ, ESTO NO. Diego decidirá su futuro por estas horas. Desde el viernes pasado (1 de agosto), el zaguero de 33 años es jugador libre, ya que finalizó su vínculo contractual con el West Bromwich Albion de Inglaterra y a partir de ese momento, llovieron las propuestas.

Argentina y Europa hoy aparecen en primer término, pero no se descarta que en cualquier momento surja el interés del Sao Paulo, el club que lo tuvo (y tiene) como uno de sus grandes ídolos.

Es más: cuando se presentó Kaká en sociedad, ante millares de personas y con un escenario montado como si fuese a tocar una banda de rock, los «torcedores» lo aplaudieron, lo adoraron cuando levantó sus brazos y saludó, pero casi de inmediato comenzaron a corear el nombre de Lugano, una clara muestra de la adhesión que aún sienten los hinchas por el zaguero uruguayo, y por el que piden todos los días.

El tema (o el freno) pasa por la decisión del entrenador, Muricy Ramalho, que no lo ve como un refuerzo posible ya que hoy «no entre en mis planes», sostuvo pese a la presión de los «torcedores».

En Sao Paulo, club donde todavía es ídolo, obtuvo el Torneo Paulista en la temporada 2005, el Brasileirao, la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes y dejó un recuerdo imborrable.

Figer sigue estudiando las propuestas de los clubes europeos, pero no se descarta la posibilidad cierta de pasar a jugar a River argentino, un club que seduce, y más con el plantel que está conformándose, y con un trabajo serio que está llevando a cabo la directiva y el cuerpo técnico que encabeza Marcelo Gallardo.

Mientras resuelve su futuro, Lugano entrena por su cuenta en nuestro país, sigue al pie de la letra los trabajos de su personal training, y entrena como para ponerse a tiro en el equipo que lo llame y lo incorpore a sus planteles.

El abanico de posibilidades es amplio, y tiene a los principales clubes de América y Europa tras los pasos del capitán uruguayo.

La idea es mantenerse en forma, tener minutos, jugar, y estar a tiro para cuando se lo cite en la selección uruguaya, una de las condicionantes para que Lugano acepte una propuesta en estos días. El defensa no quiere pasar otra vez por lo que pasó en el West Bromwich, donde jugó poco y nada y perdió rodaje.

La intención es hacer fútbol, y en ese sentido, la propuesta de River Plate (al menos por ahora) aparece como la más seductora, porque el conjunto «millonario» viene de salir campeón en su país y este año tiene por delante la Copa Sudamericana y también la Libertadores.

«Estoy esperando que se concrete algo», dijo días atrás a Ovación, en su visita al Club Libertad en Canelones, su ciudad natal. Y en eso está. Lugano sigue esperando resolver su futuro sin perder de vista el aspecto deportivo, que a esta altura de su carrera, está por encima de lo económico.

Los días pasan y mientras Figer atiende su celular y concreta citas y entrevistas, Lugano entrena a la par de cualquiera, pero solo, sin plantel y sin equipo. El capitán sabe que en las próximas horas puede llegar el anuncio de «ya está», como le ha pasado una y mil veces a lo largo de su carrera deportiva.

Hoy muchos lo quieren, y bajo cuerda, pelean por él. Tratan de convencerlo, de llevarlo, intentan tenerlo en sus filas, no como un soldado más, sino como un capitán, un capitán de peso y personalidad.

La lista es larga, y puede ampliarse con el correr de los días si no surge un rápido acuerdo con los candidatos que están en danza.

La prioridad, al menos por el momento, parece tenerla River, por esa charla conquistadora de Francescoli, por esa propuesta seductora de ir a un club grande con ambiciones de ganar todo lo que se le cruce por el camino.

Habrá que ver si la gambeta del Enzo, esta vez termina en gol.
El inodoro en el baño y Lugano en la zaga (por Martín Macchiavelo – Olé)

Miente quien diga que no quiere una Ferrari en su garage. Miente quien jure que no anhele un uruguayo en su defensa. Miente quien ignore que Diego Lugano está vivito, coleando, y listo para las grandes ligas. O para la Argentina… Lo mismo da. Por estos pagos se necesita orden y voz de mando. Y eso no se compra en farmacias ni en Tristán Narvaja.

Si Yepes, con 38 años, coquetea en Independiente después de un gran Mundial, ¿por qué la «Tota» no puede estar en los planes de uno de los grandes? Es cierto, en Inglaterra estuvo de paseo y se fue de Brasil 2014 con una amarilla estando en el banco… Pero la presencia que tiene con la percha y la verba cotizan.

Boca hace fuerte al pibe Magallán porque «Chiqui Pérez» y Burdisso no dieron pie con bola.

En River, sin Botinelli, se desgarran las vestiduras por si el nene Balanta da las hurras… Vacantes sobran y calidad, aunque algo añeja, nunca puede (ni debe) faltar.

Riquelme y Trezeguet, baqueteados y todo, hacían diferencia, ¿no? Las cosas claras. El inodoro en el baño y Lugano en la zaga. Si se anima a cobrar en pesos, claro.

EL PAÍS

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