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Tuvo a su hijo mientras estaba en coma

El 1 de noviembre de 2016, la vida de la argentina Amelia Bannan, embarazada en ese momento de seis meses, cambió por completo. Cumpliendo sus funciones como policía tuvo un accidente de tránsito que la dejó en el CTI. Pero en medio de la trágica situación se dio el milagro.

A pesar de la gravedad de Amalia y de estar en coma, el bebé que se estaba gestando en su vientre continuó creciendo y nació gracias a una cesárea de urgencia en nochebuena. Ella no lo lo pudo conocer hasta tres meses y medio después, cuando despertó milagrosamente

Santino, como bautizaron al pequeño héroe, pesó 1,890 kilos y permaneció un mes en la unidad de cuidados neonatales. «Nació y crece bien, no tiene una complicación de nada. Es un guerrero total», afirma con orgullo el tío.

El futuro de la mamá

La paciente mejora ahora con rapidez, según el fisioterapeuta que supervisa su rehabilitación, Roberto Gisin. Ya puede responde algunas preguntas, consignas y mover las cuatro extremidades. No obstante, sigue siendo un caso de riesgo que hay que manejar con prudencia.

Su familia es consciente del largo trabajo de recuperación que Amelia tiene por delante, pero celebran cada pequeño gesto.

«Le dimos un chupetín (chupa chups) y lo lamió», confiesa César. Su pareja, también policía, pasa todo el tiempo que puede con ella, pero su mayor estímulo es el bebé, al que besa y acaricia cuando puede tenerlo sobre el pecho, dos veces al día. En un primer momento no lo reconoció y creyó que era su sobrino. «Recuerda cada vez más cosas de su infancia, pero no el embarazo», dice su hermano.

Aún es pronto para saber si el accidente le dejará secuelas, dicen los médicos, pero en su círculo íntimo rezan para que no sea así. César agradece las muestras de cariño recibidas y cree que la historia de su hermana puede ser inspiradora.

Fuente: Mujermujer

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