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Un páncreas artificial es el mejor invento de 2013

Un páncreas artificial que puede implantarse a enfermos de diabetes y que libera la insulina que requieren esos pacientes, fue elegido como el mejor invento del año en el Reino Unido, según informó ayer la universidad De Montfort de Leicester.

La inventora es Joan Taylor, catedrática de Farmacia en esa universidad. Se trata de un pequeño aparato, que se elaboró con la colaboración de la empresa de tecnología médica Renfrew Group International.

«Este increíble aparato desarrollado con Renfrew no solo eliminará la necesidad de inyectar insulina manualmente, sino que también garantizará que se administren las dosis exactas cada vez», afirmó Taylor.

Se calcula que el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido realizará los primeros implantes en aproximadamente diez años, según indica un informe publicado en Telesur donde se destaca que los científicos harán las primeras pruebas clínicas en 2016.

El invento recibió el galardón en el Gadget Show Live, una feria de tecnología auspiciada por un programa de la televisión británica que se celebra esta semana en Birmingham (Inglaterra).

«Al controlar los niveles de glucosa en la sangre de forma tan efectiva, deberíamos poder reducir los problemas de salud relacionados», señaló la inventora.

Taylor indicó que la diabetes cuesta actualmente un millón de libras (1,2 millones de euros) la hora a la Sanidad pública y la mayor parte se gasta en tratar complicaciones.

Michael Phillips, del Renfrew Group, señaló que «este simple aparato tiene el potencial de beneficiar a millones de vidas».
Cómo funciona.

El páncreas artificial debe ser implantado quirúrgicamente en el cuerpo, donde está diseñado para liberar cantidades precisas de insulina al flujo sanguíneo.

Según explican sus inventores, cada dos semanas hay que rellenar con insulina el aparato y ellos apuntan a que servirá tanto para pacientes de diabetes de Tipo 1, dependientes de la insulina, como a algunos enfermos de diabetes de Tipo 2 que también requieren inyecciones.

El «páncreas» no es electrónico, sino que funciona con un gel polímero que automáticamente controla la liberación de insulina, lo que, según los expertos, minimiza el riesgo de rechazo por parte del paciente.

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) están por encima de los valores normales.

Según publica la BBC, otro equipo de científicos de la Universidad de Cambridge, también en el Reino Unido, están probando un páncreas artificial para embarazadas con diabetes tipo 1 que, dicen, podría salvar la vida de muchas mujeres y mejorar sustancialmente la salud de sus bebés.

Tal como explica a la BBC la doctora Helen Murphy, «la mitad de los bebés que nacen de madres con diabetes tipo 1 tienen sobrepeso o son obesos al nacer, debido al exceso de azúcar en la sangre».

Los científicos de Cambridge colocaron el páncreas artificial a 10 mujeres con la enfermedad. Consiste en un sensor que vigila contínuamente los niveles de glucosa y envía los datos a una computadora que, a su vez, informa a una bomba de insulina qué cantidad de la hormona debe inyectar. El estudio mostró que las mujeres lograron mantener niveles normales de glucosa.

Según Murphy «para las mujeres con diabetes 1 el control de la enfermedad es particularmente difícil durante el embarazo debido a los cambios hormonales y fisiológicos», publica la BBC.»Los niveles altos de glucosa incrementan el riesgo de malformación congénita en el feto, nacimiento muerto, muerte en los primeros días de vida, parto prematuro, macrosomía (bebés demasiado grandes) y hospitalización del neonato». «Así que descubrir que un páncreas artificial puede ayudar a mantener niveles casi normales de glucosa en estas mujeres es muy prometedor», concluye Murphy.
Poder dejar de inyectarse insulina

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) están por encima de los valores normales. Existen dos tipos de diabetes, la tipo I, dependiente de la insulina, y la tipo II que sí produce insulina, pero o no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La tipo I se diagnostica normalmente durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos de 10% de los afectados por la diabetes padecen el tipo I. La diabetes tipo II, suele afectar principalmente a personas a partir de los cuarenta años de edad. Según explica Joan Taylor, inventora del páncreas artificial, este aparato «no solo eliminará la necesidad de inyectar insulina manualmente, sino que también garantizará que se administren las dosis exactas cada vez».

EL PAÍS

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